Especialidades
La palabra Ginecología viene del griego, mujer, y -logía, estudio, literalmente se puede decir que es la ciencia de la mujer, o la especialidad clínico quirúrgica que trata las enfermedades del sistema reproductor femenino (Útero, Vagina y Ovarios). Está indisolublemente vinculada con la Obstetricia , que etimológicamente significa "ponerse enfrente". Los ginecólogos modernos son también obstetras.
La prehistoria es considerada la época preobstetrica debido a que las mujeres tenían sus partos a solas. La mujer primitiva en labor de parto se alejaba de su grupo y se aislaba para dar a luz sola, sin nadie en frente. Iba a lugares como la orilla de los ríos o de las lagunas u otros tales como la oscuridad de las cavernas o la soledad del bosque según su necesidad; instintivamente se colocaba de cuclillas porque así era más fácil y productivo pujar. Al igual que de manera instintiva sabía que debía separar a su hijo de la placenta; lo hacía trozando el cordón umbilical con el filo de una piedra. El agua, que era para muchas tribus un elemento purificador, se encargaba de limpiar la sangre de los genitales externos de la recién parida y del cuerpo del recién nacido.
Es probable que cuando el parto se hacía difícil, la parturienta suplicara ayuda; entonces alguna otra mujer acudiría a prestarla, en la forma más elemental: sirviéndole de acompañante, asistiéndola. Es de suponer también que en un momento dado alguna de esas asistentes abandonara su actitud pasiva y se atreviera a intervenir para ayudar de verdad, transformándose de esa manera partera, personaje que iría a perdurar durante muchos siglos. La práctica de la Obstetricia estuvo, desde las primeras épocas de la Humanidad, a cargo de mujeres, constituyendo pronto una profesión. En latín fueron llamadas obstetrix, en cada país recibieron peculiares denominaciones; en español, matronas, comadronas o parteras.
Los primeros documentos escritos que hasta nosotros han llegado son los papiros egipcios, que tiene una antigüedad cercana a los cuatro mil años. En el papiro de Ebers se consigna que la atención de los partos estaba a cargo de mujeres expertas. Igual cosa ocurría entre los hebreos, según relata la Tora. En la antigua Grecia las mujeres ejercían la obstetricia y ocultamente la ginecología, que tenía ya verdadera personalidad médica. Es aquí que Hipócrates de Kos (460 – 370 a.C), el grande, llamado padre de la Medicina, funda la Obstetricia propiamente tal. En el siglo XIV a. C., en algunos papiros se incluyen recetas de anticonceptivos intravaginales, con ingredientes como resina de acacia, leche agria, y espigas de acacia. En investigaciones modernas in vitro, se ha demostrado que los compuestos que derivan del árbol de la acacia pueden ser Espermicidas, con efecto inmovilizador de los Espermatozoides.
Durante la Edad Media (siglo V con la desintegración del Imperio Romano, hasta el siglo XV) fueron olvidados los fórceps y otras prácticas obstétricas. El lapso transcurrido entre los siglos II y el XVI ha sido llamado “la oscura noche de la Edad Media”, en razón de su improductividad en cuestiones médicas. Aún más, no solo hubo estancamiento sino retroceso. El siglo XVI es testigo del renacimiento de la obstetricia, o mejor, del advenimiento de la obstetricia moderna, y Francia es la cuna. Las mujeres seguían a cargo del oficio, pero los hombres -los cirujanos- eran los encargados de subsanar sus fracasos. Ambos, parteras y cirujanos, pertenecían a la Cofradía de San Cosme. Ambrosio Paré (1510-1590), padre de la cirugía, revive la úteroversion pelviana con gran extracción podálica, inventa un aparato mecánico para dilatar el cuello uterino, recomienda la amputación del cuello por cáncer, sutura el periné lacerado por el parto, en fin, pone en uso pinzas y ganchos para la extracción a pedazos de los fetos que morían sin haber podido nacer espontáneamente. El siglo XIX se considera con sobrada razón como un período verdaderamente revolucionario en la evolución de la medicina y de la cirugía. En el terreno ginecobstétrico muchas e importantes fueron las aportaciones a su favor, que explican el progreso alcanzado.
Los ginecólogos son especialistas en el diagnóstico y tratamiento de síntomas asociados a enfermedades tales como:
- Cáncer y enfermedades pre-cancerosas de los órganos reproductivos.
- ncontinencia urinaria.
- Amenorrea (períodos menstruales ausentes).
- Dismenorrea (períodos menstruales dolorosos).
- Infertilidad
- Menorragia (períodos menstruales anormalmente abundantes): síntoma que con frecuencia conlleva la práctica de una histerectomía.
- Prolapso de órganos pélvicos.
Los principios y el manejo práctico del cáncer están cambiando rápidamente debido al importante progreso en el conocimiento médico verificado en los últimos años. La ginecología oncológica es una subespecialidad de la obstetricia y ginecología, dedicada al cuidado de las mujeres con tumores de mama o del tracto genital. La subespecialidad incluye la investigación, educación y todas las modalidades de tratamientos paliativos y curativos que están disponibles, tales como cirugía, quimioterapia, radiación, inmunología y terapia génica. Se trata de una subespecialidad multidisciplinaria.
Actualmente se cuenta con conocimientos de la biología, la anatomía patológica, la clínica quirúrgica, las técnicas operatorias superespecializadas y complejas, que junto con otros tratamientos son los únicos capaces de dar origen a diagnósticos correctos y estadiajes adecuados que permitan abordar, con intención curativa, a las mujeres con dicho tipos de tumores.
Las habilidades quirúrgicas requeridas están más allá del rango necesario para el ginecólogo general ya que involucra todo tipo de cirugía pelviana, extirpación de ganglios linfáticos, intervenciones quirúrgicas sobre el intestino, los uréteres y otros órganos abdominales, así como la cirugía vascular y de la mama, con disección de la axila.
El ginecólogo oncólogo es un medico capacitado en el tratamiento de las enfermedades oncológicas de los órganos sexuales y reproductivos de la mujer. La necesidad de implementación de esta sub-especialidad comenzó en el mundo hace ya por lo menos 30 años y los avances realizados en los últimos años en el campo de la ginecología oncológica, ha determinado que esta se haya constituido en diversas partes del mundo como una subespecialización dentro de la ginecología. El ginecólogo oncólogo por virtud de educación y entrenamiento está preparado para:
• Realizar consultas y manejar en forma integral las pacientes con cáncer ginecológico y de mama.
• Cumplir cierto criterio de excelencia en su práctica, educación e investigación, necesarios para resaltar esfuerzos en mejorar el cuidado de las pacientes.
• Ejercitar una actividad que incluya la práctica de la ginecología oncológica en un organismo institucional con acceso a todas las formas efectivas del tratamiento del cáncer.
El ginecólogo oncólogo debe ser un médico que ha adquirido conocimientos y habilidades suficientes para utilizar todas las formas efectivas de tratamiento de los cánceres ginecomamarios. Por lo tanto, este especialista debe tener entrenamiento, habilidades y conocimientos no solamente de cirugía radical sino de terapia radiante, quimioterapia y patología. Además, debe poseer los conocimientos de medicina general necesarios para afrontar los múltiples problemas de la enferma con cáncer ginecológico.
Durante todos estos años se han logrado muchos avances en el tratamiento de estos tumores, entre los que pueden citarse la incorporación de la quimioterapia al tratamiento primario de los tumores de ovario y cuello, los tratamientos conservadores de la fertilidad en los tumores de útero, cuello uterino y ovario entre otros y la racionalización de todos los tratamientos de la especialidad.
Otros beneficios de la subespecialidad han sido la consagración de la necesidad de individualizar los tratamientos, de evaluar los factores de riesgo, y de asignar gran trascendencia a la calidad de vida, reflexionando permanentemente sobre el costo/beneficio. Por ello, no sorprende comprobar que temas como la reconstrucción pelviana y mamaria y la rehabilitación sexual se hayan transformado en preocupaciones crecientes y legítimas del ginecólogo oncólogo.
La senología es una rama en la medicina que estudia la anatomía, la fisiología y la patología maligna y benigna de la mama. Esta especialidad médico-quirúrgica se enfoca tanto en los conocimientos científicos de la mama como en la parte humanística, que propone estudiar no solo a la mama sino a la mujer como tal, considerando que ello implica comprender el significado e influencia que puede tener a nivel psicológico, social y cultural.
En los últimos años ha surgido un aumento en la concientización de la patología mamaria gracias a grandes campañas a nivel mundial que buscan la detección temprano de patología maligna. Este auge en la concientización tiene raíz en el conocimiento de que el cáncer de mama es hoy en día una de las principales causas de mortalidad y morbilidad en la mujer. Además de que se ha demostrado que el pronóstico mejora con la detección temprana. Por esta razón día a día se implementan nuevos métodos de exploración y para la detección de la patología mamaria, en los que se tiene como finalidad realizar una detección precoz con un tratamiento certero para una máxima curabilidad con el mínimo traumatismo posible.
Como campo de estudio la senología requiere del trato en conjunto de diferentes tipos de especialistas médicos y quirúrgicos para lograr así un abordaje más completo e ideal. Entre estos se incluyen los ginecólogos, radiólogos, patólogos, oncólogos, inmunólogos, cirujanos plásticos, bioquímicos, inmunólogos, y psicólogos.
La mama es un órgano que tiene gran importancia a nivel funcional durante la lactancia pero que en estos tiempos modernos y desde mucho tiempo atrás ha acarreado con un importante significado cultural, sexual y estético. Existen pinturas y esculturas alusivas a la mama en sociedades prehistóricas de todos los continentes. Destacando ejemplos como la Venus de Willendorf que data desde tiempos paleolíticos y la escultura griega Venus de Milo entre otros. Un dato curioso es que muchas de las deidades que representaban amor y fertilidad en la antigüedad se asociaban con la mama y la leche.
Las mamas son glándulas sudoríporas modificadas que producen leche en la mujer (en muy raras ocasiones en hombres). Anatómicamente, se ubican sobre el pectoral mayor y se extienden verticalmente desde la segunda hasta la sexta o sétima costilla, y horizontalmente desde el esternón hasta la línea media axilar. Cada mama o seno, tiene una proyección de piel, el pezón, rodeada de un área circular llamada areola, ambas más pigmentadas que el resto de la piel. El color de la areola puede variar desde rosado a café oscuro. La areola tiene también varias glándulas sebáceas. Los pezones tienen capacidad eréctil como respuesta a estímulos sexuales o el frío.
La irrigación sanguínea está dada por la arteria torácica interna, la arteria torácica lateral, la arteria toracoacromial, y las intercostales posteriores. El drenaje venoso es realizado por la arteria axilar principalmente y las venas torácica interna e intercostales. El drenaje linfático de la mama va en un 75% a los ganglios linfáticos axilares del mismo lado, y el resto a ganglios paraesternales, la mama contralateral y ganglios abdominales. La inervación de la mama está dada por ramas de los nervios intercostales y en el pezón por el nervio torácico T4.
La forma y el tamaño son muy variados. Están dados por el tejido graso, que corresponde a un 90% de su volumen, tejido conjuntivo, y también, los ligamentos de Cooper, que unen la glándula a la piel dándole soporte.
El desarrollo de la mama en la mujer ocurre durante la pubertad, donde hay depósito de grasa en la mama bajo la influencia de la hormona estrógeno. Además también hay crecimiento del tejido glandular, aunque hay un mucho mayor crecimiento durante el embarazo y la lactancia materna. Otras hormonas como la progesterona, la prolactina, los corticoides y la hormona de crecimiento también tienen un papel importante en este proceso.
En el embarazo, el aumento del estrógeno y la progesterona estimula el desarrollo glandular además de aumentar el depósito de mas tejido adiposo por lo que toman un aspecto mas esférico, hay hiperpigmentación de la areola y el pezón, además de crecimiento de las glándulas sebáceas o tubérculos de Morgagni que aparecen como eminencias granulares en los bordes areolares.
Durante la lactancia las glándulas mamarias son las encargadas de la producción de la leche, esto ocurre por estímulo de la hormona prolactina producida en la adenohipófisis. Esta leche materna se excreta con la ayuda de otra hormona que se almacena en la neurohipófisis pero que se produce en el hipotálamo, la oxitocina. La producción en ambas es estimulada por la succión del pezón entre otras cosas.
La patología mamaria es variada y es en su mayoría benigna, solo una pequeña parte corresponde a patología maligna. El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente en las mujeres y presenta una alta morbi-mortalidad. Ocurre por una proliferación anormal y desordenada de las células de epitelio glandular mamario (conductos y lobulillos) y en menor frecuencia del estroma.
Dentro de los factores de riesgo que se conocen se encuentra la edad, menarca temprana, y menopausia tardía, tener el primer hijo a edad avanzada, nuliparidad, no dar lactancia, antecedentes personales de cáncer de mama o enfermedades mamarias no cancerosas, antecedentes familiares, radiación previa en mama, sobrepeso, uso prolongado de reemplazo hormonal, alteraciones en los genes BRCA1 o BRCA2, uso de anticonceptivos orales, sedentarismo y tabaco.
El objetivo de la vaginoplastia es entonar el músculo vaginal, dando por resultado mayor fuerza y capacidad para contraer. Durante la operación, el músculo estirado en la parte posterior de la vagina se adjunta y acorta con suturas solubles, mientras que al mismo tiempo, se quita la piel indeseada. Haciendo esto, los músculos vaginales y el tejido blando que circundan son apretados; reduciendo el exceso del lineamiento vaginal, las cicatrices son encubiertas. El procedimiento se puede realizar bajo anestesia general o de anestesia local con sedación y puede requerir la estancia de una noche en el hospital. La operación toma generalmente alrededor de una hora para realizarse.
El procedimiento elegido puede ser diferente dependiendo del tejido fino que necesita ser restaurado, combinado con las metas del paciente. La Vaginoplastia es un término general que cubre varios tipos de cirugía reconstructiva. El músculo vaginal de la pared puede necesitar la reconstrucción o puede simplemente necesitar que se quite una parte interna de vagina.
Una buena candidata para la vaginoplastia, sería una mujer que tenga buena salud mental y física, que no fumen o padezcan de diabetes. Cuando una mujer se siente bien con su cuerpo, su vida entera mejora.
Después de este procedimiento, usted podrá caminar y volver a hacer ligera actividad normal en apenas algunos días. Usted puede también comenzar a tomar duchas alrededor de 3 días después. Evite el coito sexual, las duchas vaginales o el uso de tapones por lo menos 6 semanas. La hinchazón se irá dentro de un día o dos.
Como con cualquier otro tipo de cirugía, las complicaciones pueden ocurrir. Sin embargo, son generalmente de menor importancia y pueden ser reducidas siguiendo las especificaciones del cirujano antes y después del procedimiento. Los riesgos referentes a esta cirugía, como con la mayoría de los procedimientos invasores, incluyen el sangrado y la infección. Sin embargo, tratándose más específicamente de la vaginoplastia uno de los riesgos más importante es el de la estenosis vaginal post-operatoria
Hipertrofía de labios menores
Labioplastía (vulvoplastía): Es un procedimiento quirúrgico genital que reduce o cambia la forma de los labios pequeños afuera de la vagina (labios menores).
Un número significativo de mujeres nacen con labios menores grandes o irregulares. Otras pueden desarrollar esta condición luego de dar a luz o al envejecer. La apariencia agrandada de la vulva puede ser vergonzosa al interactuar con una pareja sexual o puede provocar baja auto-estima.
Muchas mujeres se sienten incómodas o pueden experimentar irritación al llevar ropas talladas, al tener relaciones sexuales o al hacer ejercicios a causa de tener sus labios menores gruesos y grandes. Las mujeres que sufren de este tipo hipertrofia a menudo encuentran alivio después de esta cirugía. En la mayoría de estos casos, el problema no es sólo estético, sino que además causa irritación crónica, dolor en las relaciones sexuales, molestias con la ropa ajustada, al sentarse o con algunas actividades deportivas.
Una labioplastía puede mejorar increíblemente la apariencia de la vulva devolviéndoles la confianza y comodidad a muchas mujeres.
Si usted experimenta algún tipo de disfunción sexual o se avergüenza debido a que sus labios menores son asimétricos o demasiado gruesos, esta cirugía puede ser la solución que usted ha estado buscando. Al mismo tiempo, las mujeres que poseen labios vaginales colgantes o muy largos pueden beneficiarse con este procedimiento. Algunas mujeres traen esta condición desde que nacieron mientras que otras lo desarrollan después de dar a luz o al envejecer. Simultáneamente, aquellas que están insatisfechas con sus labios menores debido a que se sienten incómodas con su pareja sexual, también son buenas candidatas. No existen requerimientos de edad para realizarse una vulvoplastía, sin embargo, se aconseja a esperar hasta después de tener hijos ya que el parto puede estirar los labios vaginales.
Esta cirugía puede incluir la reducción de los labios mayores y los labios menores (o ambos) de la vagina. En términos generales, todo el procedimiento puede tomar alrededor de 2 horas. Se lleva a cabo bajo anestesia local o completa, la que la paciente prefiera.
Puede esperar que la vulva y el área adyacente presente moretones después de la cirugía; también es normal cierto nivel de inflamación por algunas semanas. Su médico le puede prescribir medicamentos para aliviar el dolor y al mismo tiempo usted tal vez deberá de tomar antibióticos para disminuir el riesgo de infección. Generalmente, usted deberá de evitar los ejercicios arduos por lo menos durante 3 semanas y debe de evitar cualquier tipo de actividad sexual por lo menos de 6 a 8 semanas. Se recomienda no utilizar tampones hasta 10 días después del procedimiento.
Durante la primera semana, su médico le puede proveer con un almohadón inflable para que se sienta más cómoda al sentarse. La inflamación se presenta durante los primeros 3 a 4 días y desaparecerá después de un par de semanas. .
Uno de los riesgos más regulares cuando se trata de labioplastía son la pérdida de sensación temporal y las infecciones. Sin embargo, debe de recordar que éstos son inusuales. Otros riesgos incluyen la cicatrización excesiva (Queloides), hematomas, formaciones en la piel y pérdida de sensación permanente. No obstante, debe de tomar en cuenta que el área corregida en esta cirugía no se ve involucrada a la hora de las sensaciones sexuales. Algunas pacientes pueden experimentar asimetría entre sus labios menores y mayores.
Labioplastía láser, Efecto de reducción
El rediseño vaginal con láser puede mejorar la Hipertrofia de Labios Menores. Al demostrarles que su problema no es único y que la solución está al alcance de ellas, la mayoría opta por resolverlo y se les realiza una Labioplastía Reductiva Láser.
Otras mujeres relatan molestias con la flaccidez de los labios mayores. En estos casos se recomienda una cirugía denominada “lifting” o estiramiento de los labios mayores que soluciona este problema. En ciertos casos el requerimiento de la mujer es aumentar de volumen sus labios mayores, para lo cual en conjunto con cirujanos plásticos se procede a una inyección de grasa de la propia paciente para lograr el aspecto requerido
Himenoplastía
El himen es una membrana compuesta de tejido fibroso y elástico la cual cubre parcialmente la entrada de la vagina. Aunque la función biológica del himen es todavía desconocida, a nivel social tenía y aun tiene mucho peso en varias culturas como símbolo de “virginidad”. Es por esta razón, actualmente que las mujeres que solicitan la cirugía de himenoplastia se debe principalmente por razones éticas, culturales o religiosas. Cuando el himen se rompe, ocurre un leve sangrado lo cual es usualmente el resultado de la primera relación sexual de una mujer. Es importante saber que el himen también se puede romper en caso de realizar algunos ejercicios como andar en bicicleta o practicar spinning, gimnasia, equitación, el colocarse un tampón, algún traumatismo indirecto, etc. La cirugía consiste en reconstruir los remanentes o restos del himen ya roto y mediante unas suturas finas las cuales se absorben con el tiempo y así se reconstruye un nuevo himen. También se puede realizar mediante una pequeña sección de la mucosa de la pared vaginal para formar el himen cuando los restos de la membrana son insuficientes. Esta cirugía se realiza con anestesia local en un lugar estéril; el tiempo que toma la cirugía es de aproximadamente 45 minutos a 1 hora, y se puede realizar pocos días antes del matrimonio, aunque es muy importante recalcar que después de esta cirugía se recomienda evitar cualquier tipo de actividad sexual por al menos un mes o bien el tiempo que el médico le recomiende.
Después de la cirugía, deberá descansar por lo menos 24 horas seguidas, sin embargo, usted podrá caminar durante este tiempo. Es natural que en las primeras 48-72 horas se presente un poco de sangrado. No es necesario preocuparse de los puntos ya que se utilizan hilos o suturas absorbentes que al paso de los días se llegan a caer solas o bien se reabsorben. Al mismo tiempo el nivel de inflamación es mínimo y cualquier tipo de cicatrices que puedan presentarse son muy pequeñas y se vuelven poco evidentes al paso del tiempo.
Colpoperineorrafía anterior y posterior
La Colpoperineorrafia está indicada principalmente como tratamiento en; Descensos o prolapsos de la pared anterior o posterior de la vagina (colpocele), Uretra (uretrocele), vejiga (cistocele), y recto (rectocele). Igualmente, en casos de desgarros perineales y en algunos casos de incontinencias urinarias o como complemento de la histerectomía vaginal. El hecho de indicar este procedimiento, se debe a que no existe una mejor alternativa. La Colporrafia y colpoperineorraf¡a requiere anestesia, que será valorada y realizada por el servicio de anestesia.
