Las portadas de los tres periódicos de Almería (25-04-24)
Marta Riesco: "Me arrepiento de todo"
La periodista e influencer Marta Riesco se
ha sincerado ante Laura G. Calleja para el diario Abc. “Me arrepiento de todo”, ha declarado en la que parece
una de sus entrevistas más sinceras. Riesco no aclara si en ese “todo” está
también el montaje realizado contra Rocío Carrasco, a la que acusó de haberle
efectuado una bastarda oferta de trabajo, algo que nunca pudo demostrar y que
finalmente se comprobó que fue una falsedad. Entresacamos algunos párrafos de
la entrevista:
Marta Riesco / Telecinco |
Chabelita: “De
repente dejó de hablarme. Según tengo entendido, alguien le dijo que yo había
filtrado cierta información a 'Sálvame', lo cual era completamente falso, y
ella se lo creyó. Me duele mucho, ya que le tenía un gran cariño. Ha sido una
persona que ha vivido en mi casa; mi familia la ha cuidado. Cuando su madre no
quería hablar con ella, ha estado en mi casa durmiendo. Incluso cuando se
sometió a la liposucción, mi madre estuvo cuidándola”.
Mensajes: “Las
dos únicas dos personas que me han escrito mensajes preguntándome cómo estoy
han sido Paloma Barrientos y Beatriz Cortázar”-
Rocío
Flores: “Cuando él volvió, estaba profundamente enamorado. Lloraba
constantemente y tenía miedo de que su hija se enterara. A pesar de haber
tenido una pelea intensa con Rocío Flores, y sabiendo cuánto ama a su hija, decidió
arriesgarse y venir a verme a escondidas. Ella le advirtió: «Si vuelves a
hablar con Marta, me perderás», pero aún así, él vino a mi casa”.
Sola: “Me
quedé sola, sin amigos, sin un entorno, sin nada, y además, todo el mundo me
decía que yo era gilipollas. Me quedé destrozada. Estaba en el mejor momento de
mi carrera. Todo me iba bien, todos me apreciaban, pero luego todo el mundo
parecía odiarme. Fue terrible”.
Marta Riesco, sobre la entrevista |
Arrepentimiento:
“Me arrepiento de todo. Me arrepiento de haberme enamorado de alguien que me ha
dejado tirada como una colilla”.
Amor y profesión: “No hay amor que debas poner por encima de tu profesión, tu familia, tus amigos, tu carrera o tus sueños. Un amor así no merece la pena. Debes priorizarte a ti mismo, porque nunca sabes cómo van a terminar las cosas y no debes perder lo que has logrado por enamorarte y defender a alguien que, al final, podría no ser quien esperabas”.
El yate del amor de Liz Taylor y Richard Burton se pudre en Garrucha
En la antigua playa de Villajarapa -la lengua de agua fronteriza entre Garrucha y Vera. hoy convertida en varadero- se pudre el escondite de una historia de amor; allí donde los veratenses instalaban sus casetas de playa para el baño, allí donde los niños jugaban a las rachas entre las olas en verano, se echa a perder la madriguera de dos amantes de fábula: el Jazmine, el yate de lujo que le regaló Richard Burton a Elisabeth Taylor en 1964, cuando la pareja de estrellas se acababa de casar por primera vez. La embarcación de 34 metros de eslora y 2.600 caballos da la impresión de que ha sido dada por perdida, como si estuviera en una leprosería. Lleva seis años varada en el puerto de Garrucha, a la espera de una profunda restauración que no se ha producido, ni parece que ya se vaya a producir. Oxidada, desvencijada, carcomida por el sol y los vientos, no parece que aguante mucho más tiempo, a falta de que algún excéntrico millonario tenga un capricho y quiera gastarse en la nave muchos miles de euros.
El yate llegó a Garrucha en 2018 casi haciendo aguas -asegura un testigo presencial trabajador de la comandancia- procedente de Águilas, para aprovechar las mayores prestaciones del varadero almeriense con una grúa de máxima potencia, pero desde entonces nadie se ha hecho cargo de la emblemática embarcación que sigue desde entonces en el dique seco. La historia del yate es rica en capítulos: en Águilas permaneció más de quince años atracado en el Puerto con peligro de hundimiento. Tanto, que tuvo que intervenir Salvamento Marítimo para sellar fugas de agua, hasta que se decidió trasladarlo a remolque hasta el varadero de Garrucha.
El Jazmine fue uno de los lujosos regalos que hace ahora 60 años le hizo Burton a la Gata sobre el tejado de zinc. Cuentan las crónicas que a la actriz de los ojos violeta le encantaba pasear con solo tacones y sombrero por la cubierta para disfrute de la tripulación. Sus camarotes fueron fedatarios de grandes viajes y de la pasión de dos grandes del cine, que se casaron dos veces y se separaron otras dos. Tras su divorcio, y muchas botellas de ginebra consumidas, Burton vendió el barco que le había comprado al multimillonario armador griego Aristóteles Onassis. Con el tiempo acabó en manos de unos narcotraficantes que fueron detenidos por la Guardia Civil y la nave quedó aparcada en Santa Pola y de ahí pasó a Águilas. La empresa propietaria no contestó las constantes requisitorias y multas de la autoridad murciana y el barco llegó a sufrir un pequeño incendio.
La Agencia Tributaria procedió a la subasta y el bajel con el que Liz y Richard surcaron los siete mares fue adquirido por un empresario que soñó con recuperarlo y utilizarlo como reclamo turístico. Pero fueron las cuentas de la lechera: el barco del amor y del desamor de los dos astros de Hollywood, del poderoso protagonista de La Túnica Sagrada y de la reina de Egipto, se desmorona en una playa almeriense, después de tantas madrugadas de vino y rosas.
Las portadas de las cinco revistas semanales (24-04-24)
Dar trigo
Ejercer el voto es mucho más que la expresión de una adhesión política. El resultado de las elecciones tiene consecuencias en la vida diaria de las personas. Lo vemos con bastante frecuencia en las colas de usuarios ante los centros de salud; en la calle, con protestas de padres y madres de familia, y en el salón de plenos de nuestro Ayuntamiento, contra medidas injustas adoptadas de forma unilateral, como la del Dreambeach.
No es sólo que la derecha gobierne de espaldas a la gente, sino que, además, engaña. Nos encontramos en pleno periodo de escolarización y observamos cómo el PP incumple sus compromisos. Una cosa es predicar y otra muy distinta es dar trigo. Desde hace cinco años Moreno Bonilla lleva prometiendo la construcción de nueve institutos de Enseñanza Secundaria en la provincia, de los cuales cinco ni siquiera tienen el proyecto redactado. Tres de ellos estarían en la capital, en barrios donde las ratios escolares son muy altas. Y no hay excusa posible, dado que en todos los casos el Ayuntamiento ya transfirió los terrenos a Junta de Andalucía, salvando así el principal escollo que alegaba en su contra.
En el año 2022 el PP prometió a los padres y madres de alumnos de La Cañada un instituto que iba a entrar en la planificación de infraestructuras educativas de la Junta de Andalucía en el 2023. Estamos ya en 2024 y no está reflejado en los presupuestos andaluces, con lo que tampoco contamos con él para 2025.
Otro nuevo fracaso en la gestión de Moreno Bonilla lo observamos en los barrios de La Goleta y La Vega de Acá, a cuyos vecinos el PP les prometió también un instituto del que aún no se sabe nada. Conocemos, eso sí, el malestar de estos padres y madres engañados, y obligados a llevar a sus hijos a centros muy alejados de sus casas. Y qué decir de Los Molinos, donde los institutos están completamente masificados, con aulas improvisadas en salones de actos, bibliotecas o salas de profesores. Otra mentira más del PP.
Ahora vemos que no son los gestores ejemplares que decían ser. Y es que, cuando pasa la campaña ya no valen las fotos, hay que tomar decisiones y ejecutarlas, y en eso vemos que al gobierno de Moreno Bonilla se le está haciendo cuesta arriba porque el problema no es ganar, el problema es gobernar.