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sábado, 10 de marzo de 2012

Características y rasgos de los “trabajadores estrellas” según Daniel Goleman


·         Habilidades necesarias: la formación de equipos y la capacidad de adaptación a los cambios.
·         Capacidades distintivas: ser agente catalizador del cambio, aprovechamiento de la diversidad.
·         Aptitudes que los diferencian: empatía, autodisciplina, iniciativa.
·         Ser un mediador íntegro: establecer confianza, saber escuchar, persuadir y aconsejar.
·         Habilidad cognitiva: capacidad de reconocer tendencias relevantes, forjar una visión global para planificar estrategias de acción para el futuro.
·         Siempre están dispuestos: no compiten, colaboran, trabajan tiempo extra, facilitan el trabajo de equipo.
·         Manejo de competencias emocionales: iniciativa, motivación de logro, adaptabilidad, influencia, capacidad para liderar equipos, conciencia política, empatía, confianza.
·         Flexibilidad y capacidad de adaptarse al cambio versus la experiencia.
·         Perfil de los trabajadores: capacidad de escuchar, de comunicarse verbalmente, adaptabilidad, respuestas creativas ante inconvenientes y conflictos, confianza, eficacia, negociador de disputas, autocontrol.

Frases que hablan sobre la gran cruzada de Goleman

• Los argumentos más convincentes y poderosos se dirigen tanto a la cabeza como al corazón. Y esta estrecha orquestación entre el pensamiento y el sentimiento es posible gracias a algo que podíamos calificar como una especie de autopista cerebral, un conjunto de neuronas que conectan los lóbulos prefrontales – el centro ejecutivo cerebral, situado inmediatamente detrás de la frente y que se ocupa de la toma de decisiones-con la región profunda del cerebro que alberga nuestras emociones.
• De este modo, resulta ciertamente paradójico que las habilidades "blandas" tengan una importancia decisiva en el éxito profesional en los dominios más duros.

• La excelencia depende más de las competencias emocionales que de las capacidades cognitivas.

• Incluso en las profesiones técnicas y científicas, el pensamiento analítico ocupa un tercer lugar, después de la capacidad de influir sobre los demás y de la motivación de logro.

• A la hora de tomar una decisión, "el primer paso es siempre muy consciente, deliberado y analítico, pero no debemos desdeñar el aspecto emocional porque ambos son igualmente importantes. Es lo que se denomina corazonada, intuición.

• La capacidad de percibir este tipo de sensaciones subjetivas tienen un origen evolutivo. Las regiones cerebrales implicadas en las sensaciones viscerales son mucho más antiguas que las del centro del pensamiento racional.

• Los circuitos nerviosos ligados a los centros emocionales (la amígdala) nos proporcionan una respuesta somática- una sensación visceral- de la decisión que debemos tomar. La expresión clásicamente utilizada para referirse a este tipo de sensibilidad que nos orienta es la de sabiduría.

• Nuestra mente no está organizada como un ordenador que pueda brindarnos una pulcra copia impresa de los argumentos racionales a favor y en contra de una determinada decisión, basándose en todas las ocasiones anteriores en que hayamos tenido que afrontar una situación similar. En lugar de ello, la mente hace algo mucho más elegante, calibrar el poso emocional que han dejado las experiencias previas y darnos una respuesta en forma de presentimiento o sensación visceral.


• Cuando disponemos de los recursos emocionales adecuados, lo que anteriormente parecía amenazador, podemos terminar abordándolo como un desafío y afrontarlo con energía y hasta con entusiasmo.

CONCLUSIONES

Mejor conclusión que esta imposible, la máxima de Daniel Goleman: “El aprendizaje emocional dura toda la vida”.

·         Daniel Goleman en su manual de arquitectos de vida: “Inteligencia Emocional”, pretende inducirnos a desarrollar a plenitud nuestras habilidades emocionales, porque las personas que manejan con destrezas esas habilidades emocionales, tienden a mayor proporción a ser eficaces en su vida y por lo tanto a sentirse satisfechas, por el hecho de manejar sus conductas mentales en beneficio propio; al contrario de aquellos individuos que no logran dominar su mundo emocional, perjudicando drásticamente el desarrollo de su vida, sea esta laboral, familiar o social.

·         La inteligencia emocional consiste  en controlar las emociones y saber la causa que genera los diferentes sentimientos como la ansiedad, la ira, la tristeza, entre otros, así como  asumir las consecuencias de nuestras decisiones y actuaciones con la finalidad de buscar soluciones y mejorar de esta manera las relaciones sociales.


·         El hombre, en toda su acepción, posee un conjunto de sentimientos que producen emociones expresadas de forma verbal o no, generados en milisegundos por su cerebro de forma inconsciente. La capacidad para manejar dichas emociones depende de cómo cada persona enfoca su Inteligencia Emocional, donde las relaciones inter e intrapersonales son esenciales para lograr el autocontrol, piedra angular del éxito en sus relaciones laborales, sociales, personales, entre otros.

·         Los niños, desde muy temprana edad, comienzan a expresar señales de empatía con los demás, comprendiendo sus sentimientos y emociones, por lo que es fundamental que en la formación de sus padres y en la escuela los adultos los guíen para manejar dicha cualidad innata, enfocándose en el desarrollo de su Inteligencia Emocional, tomando en cuenta también la importancia que tiene enseñarles a canalizar el cúmulo de emociones negativas a los que se enfrentará durante su vida,pues de esta manera, se forjarán hombres y mujeres capaces de enfrentar sus sentimientos y los de los demás, abriendo así las puertas a una sociedad menos violenta y más preparada a escala personal.

·         La depresión no es un problema que afecta solamente a las personas adultas, también los niños pueden padecerla por lo que es necesario atenderla y prevenirla; además está asociada a una serie de problemas emocionales que impiden el buen desarrollo de las relaciones sociales. La falta de motivación,  el rendimiento escolar, la dificultad en la memoria para la atención y asimilación de información, ser  rechazado e ignorado, son algunas de los aspectos presentes en los niños con depresión.

A través del adiestramiento Podemos controlar las emociones

PARTE V
LA ALFABETIZACIÓN EMOCIONAL
Escrito por: Bleima Márquez
C.I. 9.337.826


A través del adiestramiento
Podemos controlar las emociones

Muchas veces hemos oído hablar sobre analfabetas y los planes emprendidos para lograr erradicar este problema, pero al utilizar este término siempre es asociado a las personas que no saben leer y actualmente, con el avance de la tecnología, es aplicado a las personas que no saben trabajar con un equipo de computación.


Sin embargo, pocos  relacionan el término analfabetismo con la incapacidad para controlar las emociones y los problemas que esto puede acarrear en el desarrollo intelectual y social de cada individuo; y más aún que los mismos son generados desde la infancia, debido a que cada vez que nuestro niños tienen arranques emocionales de diversos tipos son considerados normales y pasajeros; sin embargo, esta apreciación  constituye un gran error porque las manifestaciones emocionales, independientemente de la edad, son señales de algún problema que afecta el desarrollo del niño; incluso puede estar asociado o generar  estados de depresión que podrían tener solución si son atendidos a tiempos.


Daniel Goleman, en su libro “Liderazgo e Inteligencia Emocional” explica en el capítulo V que el analfabetismo emocional tiene un costo elevado que deben pagar los llamados “rechazados”, personas  e incluso niños que por la falta de control de emociones son apartados, no son tomados en cuenta; por esta razón es necesario que cuando en las escuelas o en los hogares se registren episodios violentos presten atención porque estos hechos obedece a sentimientos como el rencor, la envidia, la ira,  la frustración, que conducen a nuestros niños hacia la depresión y como consecuencias posterior  habrán  niños desobedientes, indisciplinados, delincuentes, drogadictos e incluso asesinos; en el caso de las niñas puede agregarse trastornos alimenticios que repercuten en anorexia y bulimia, así como en el   embarazo precoz.


Es importante tratar la depresión infantil pero también hay que prevenirla porque cuando los niños o niñas manifiestan estados de  pesadumbre, desesperación e irritabilidad, presentan dificultad para las relaciones sociales; además de la incidencia en el rendimiento escolar,  porque tanto la memoria como la atención para asimilar son afectadas y por lógica, presentan 
bajo rendimiento escolar y ausencia de motivación que los lleva a la deserción escolar.


Es una serie de problemas que pueden evitarse si desde las escuelas  se pone en práctica  algunos programas sicológicos especiales que nada tienen que ver con la aplicación de medicamentos, más bien van dirigido a enseñar a los niños las formas eficaces de afrontar los problemas y así disminuir los riesgos de la depresión y mejorar las relaciones sociales para aprender a establecer la amistad.


Lógicamente hay factores relacionados con el ambiente familiar y el entorno social que conducen a los niños y adolescentes a caer en las situaciones emocionales y problemas antes descritos; pero según explica Dancel Goleman, en el mismo libro, la práctica de los programas de escolarización de las emociones constituyen una esperanza alentadora; pues  si nuestros infantes y jóvenes logran  manejar o controlar sus sentimientos estaríamos hablando de una inteligencia emocional aprendida que reduciría los casos de niños rechazados y deprimidos.
Según explica el autor son varios los cambios que conlleva la alfabetización emocional entre los que destaca el control de las emociones, a través de la cual los niños y adolescentes tendrán más tolerancia ante la frustración y mejor manejo de la ira; reducción de las agresiones  verbales y peleas; así como menos interrupción de las clases, mejor capacidad para manifestar cualquier disgusto o enfado sin tener que llegar a las peleas e insultos.
También puede registrarse mejoras en el autocontrol emocional en cuanto al mejor reconocimiento de las emociones, mayor capacidad para entender qué hechos  ocasionan  el surgimiento de los sentimientos, y las diferencias que hay entre estos sentimientos y las acciones que realizan.


El éxito alcanzado en la inteligencia emocional de los  niños y adolescentes con los programas de alfabetización emocional de  New Haven explicados en el capítulo cinco del libro “Liderazgo e Inteligencia Emocional” de Dancel Goleman, donde los niños reciben lecciones elementales de autoconciencia, relaciones y toma de decisiones que los ayuda a mejorar sus amistades, el desarrollo de la empatía, el dominio de los impulsos y de la angustia; lo que en el libro denominan “enseñar a ser y enseñar a respetar”; debe ser seguido por las instituciones de educación venezolanas puesto que en nuestro país el proceso de enseñanza está limitado al aprendizaje académico  que aunque es indispensable  para la formación de los futuros hombres y mujeres no ataca los problemas generados por la falta de inteligencia emocional.


Esta medida podría mejorar la calidad de vida de muchos niños que tienen dificultad para llevar relaciones sociales aceptable por lo que son rechazados con las consecuencias ya descritas en este artículo; así mismo, estaría dándosele respuesta al problema de seguridad de manera preventiva, garantizando así un descenso en las estadísticas de inseguridad o delincuencia



Formación familiar como piedra angular de la actitud y capacidades emocionales del niño

PARTE IV
UNA PUERTA ABIERTA A LA OPORTUNIDAD
Escrito por: Marianela Pinzón Pinzón
C.I. 9.235.487

Formación familiar como piedra angular de la actitud
 y capacidades emocionales del niño

Definitivamente Daniel Goleman es un artífice  en explicarnos la importancia del adiestramiento (sea este, personal, familiar o colectivo) para el convencimiento de manejar nuestras vidas en el enfoque de la inteligencia emocional.

Esta parte cuarta nos reitera como los seres humanos tenemos la maleabilidad de predisponer la conducción de nuestras emociones; además de la corresponsabilidad que tenemos los padres de educar a nuestros hijos en un entorno apto para predisponer sus sentimientos, valores, aptitudes, actitudes, temperamentos, conciencia de uno mismo, conciencia emocional, autocontrol, en fin, todo ese cúmulo de rasgos característicos que nos diferencian a unos y a otros.


Nuestro hogar indiscutiblemente lo visualizamos como una puerta abierta a las oportunidades, es él el crisol en el cual vamos modelando la vida de cada uno de quienes integran el núcleo familiar, y así, los padres tenemos en nuestras manos  la tarea de disponer las herramientas y pautas para que los hijos puedan relacionarse de la manera mental más eficaz y saludable posible, en este mundo en el que no sólo pulula la contaminación, sino el fenómeno del estrés.
Y es tan acertada la tesis de Goleman en cuanto a que “el entorno familiar es la primera escuela del aprendizaje emocional” ya que es allí en donde los padres van forjando la estructura emocional del hombre del mañana. Así que nosotros como padres somos el espejo que refleja a nuestra prole, la relación que como pareja a diario le demostramos, no solo en lo que decimos o hacemos, además somos agentes catalizadores de los sentimientos, dependiendo de la manera en que manejemos los mismos sentimientos.


Es así que, y según los estudios de casos, nos demuestran que si somos unos padres emocionalmente competentes, maduros, o inteligentes, podremos ayudar a enriquecer, fortalecer las emociones de los hijos o de igual modo determinar y encausar sus variaciones o cambios emocionales, puesto que para nadie es un secreto la permeabilidad de los más pequeños en adaptarse a nuevas situaciones; de lo contrario, estaremos criando futuros hombres recargados de bajas emocionales que no le permitirán hallarse a plenitud.


Goleman nos explica que el aprendizaje emocional se inicia en los primeros momentos de vida y este aprendizaje continúa a lo largo de toda la infancia, de aquí que los padres nos convertimos en arquitectos de futuros, debido a que durante los 3 o 4 años de vida, el cerebro del crío crece hasta los 2/3 de su tamaño maduro, es por ello que las consecuencias de las lecciones emocionales aprendidas durante ese tiempo, son de una importancia extraordinaria.
Si un niño presenta miedos, escenas de pánico o secuelas de trastornos de estrés postraumático, estos podrán ser superados con la reeducación del circuito emocional, ya que el cerebro emocional reaprende que la vida no debe considerarse como una situación de alarma constante.


Nuestro objeto de disertación nos indica que el aprendizaje de las destrezas emocionales nos educa para el vivir en armonía y crecimiento, por lo que el niño está sujeto y dependiente del conocimiento de “aprender a aprender”, a fin de que logre un  rendimiento escolar óptimo, tomando como referencia el autocontrol, la curiosidad, la intencionalidad, capacidad de comunicar, confianza, cooperación.


De igual modo, dependiendo de las prácticas en las que se conduzcan las relaciones familiares, podremos hacernos una idea de cómo será ese niño emocionalmente como hombre de futuro. Así que si un niño es maltratado, ignorado, sobreprotegido o humillado; o por el contrario, es un infante criado en un ambiente familiar equilibrado, en el que los padres en momentos cuando se presentan problemas se convierten en instructores en el manejo de las emociones; definitivamente, se deja entrever que la formación familiar determina la piedra angular de la actitud y capacidades emocionales del niño.




INTELIGENCIA EMOCIONAL APLICADA

PARTE III
INTELIGENCIA EMOCIONAL APLICADA
Escrito por: Jesús Alexander Boscán
C.I. 14.417.513

El capítulo III del libro Inteligencia emocional de Daniel Goleman Inteligencia Emocional en su primera parte refiriéndose a La inteligencia emocional aplicada, según lo analizado en este relato podría referirse  al valor  de  la pasión y la razón del mismo modo en que un ciego y un paralítico se podrían salvar si se encuentran perdidos en el bosque. Para lograrlo deben cooperar:  el paralítico debe montarse  sobre las espaldas del ciego.

La inteligencia emocional aplicada logra  que  esa  potencia  de  primera  mano que es la emoción, se canalice en forma positiva y asociada con el nivel racional, evitando que esa segunda mano, transforme los sentimientos en  racionalizaciones.   Como decía Pascal el corazón tiene razones que la razón no entiende.

El texto también relata el significado de los ENEMIGOS ÍNTIMOS, llama poderosamente la atención lo que el autor relata sobre Lo que “ Sigmund Freud le dijo a su discípulo Erik Erikson que la capacidad de amar y de trabajar constituyen los indicadores que jalonan el logro de la plena madurez”, refiriéndose  a los matrimonios y el alto número de divorcios del mundo que actual convertiría a la madurez en una etapa de la vida en peligro de extinción que requeriría, hoy más que nunca, del concurso de la inteligencia emocional.

Para Goleman, si se tiene  en cuenta los datos estadísticos relativos al número de divorcios, se puede comprobar comprobaremos cierto estabilidad,  n el relato se hace un cálculo de  la probabilidad de que una pareja recién casada acabe divorciándose, dejando entre líneas que en muchos casos se ven  obligados a reconocer que, en este sentido, se ha producido una peligrosa escalada-

Cabe hacer una pregunta será esa persona que hemos decidido nos acompañe en la vida , nuestro enemigo íntimo?
En los últimos años se ha llevado a cabo una serie de investigaciones que se ha ocupado de analizar con una precisión desconocida hasta la fecha los vínculos emocionales que mantienen los esposos y los problemas que pueden llegar a separarlos  las técnicas y métodos que podrían aplicarse según el autor serian en primera parte tener en cuenta que  EL FRACASO MATRIMONIAL solo parte de la incomprensión por ambas partes de hechos cotidianos que muchas veces creemos no tienen importancia-

El texto también indica que en las dos últimas décadas. Gottman ha rastreado los altibajos de más de doscientas parejas, algunas de ellas recién casadas y otras que llevaban unidas mucho tiempo. La precisión del análisis realizado por Gottman sobre el ecosistema matrimonial ha sido tal que, en uno de sus estudios, le permitió predecir con una exactitud del 94%

Llevándolo a entender que  las críticas destructivas son una incipiente señal de alarma que indica que el matrimonio se halla en peligro. En un matrimonio emocional mente sano, tanto la esposa como el marido se sienten lo suficientemente libres como para formular abiertamente sus quejas. Pero suele ocurrir que, en medio del fragor del enfado, las quejas se formulen de un modo destructivo, bajo la forma de un ataque en toda regla contra el carácter del cónyuge.

Otro de los problemas que enfrentan las parejas  aunque no sea expresado son los PENSAMIENTOS TOXICOS, que en su mayoría aunque no son expresados debilitan ese deseo de amor y comprensión ya que las parejas siempre esperan más del otro.

Son  conversaciones paralelas, la verbal, mental las que según Aaron Beck. el creador de la terapia cognitiva, como ejemplo de los pensamientos que pueden emponzoñar una relación matrimonial.

Este tipo de pensamientos es muy poderoso y pone en marcha el sistema de alarma neurológico. El pensamiento de que uno es una víctima desencadena un secuestro emocional que activa la larga serie de ofensas que uno ha recibido del otro, olvidando simultáneamente todo lo positivo que haya aportado que no cuadre con la visión de que uno es una víctima inocente. Según  Goleman-


Siempre se ha dicho que la mujer es el sexo débil pero el autor que estamos analizando LOS HOMBRES son  EL SEXO VULNERABLE  pues volviendo  a las diferencias genéricas en la vida emocional que constituyen la espoleta oculta de las desavenencias matrimonialesuna investigación a señalado  la existencia de una diferencia básica en el valor que asignan los hombres y las mujeres . Por término medio, las mujeres afrontan con más facilidad que los hombres las molestias que conlleva una disputa matrimonial. Ésta es, al menos, la conclusión a la que ha llegado Robert Levenson, psicólogo de la Universidad de California, en Berkeley, tras un estudio basado en el testimonio de 151 parejas que llevaban mucho tiempo casadas.



Esperanza para cambiar el mundo

Partes I y II
EL CEREBRO EMOCIONAL
NATURALEZA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Escrito por: Athamaica Marín
C.I. 17.207.624

Esperanza para cambiar el mundo
El ser humano, anatómica e internamente posee una característica que influye en su forma de actuar: la Inteligencia Emocional, donde se vinculan sus sentimientos, carácter e impulsos morales, procedente de una estructura cerebral compuesta por un anillo que rodea el tallo encefálico denominado Sistema Límbico, encargado de agregar emociones al repertorio de respuestas del cerebro. Uno de los centros de dicho sistema es la amígdala, ligada a los procesos del aprendizaje y la memoria desde la perspectiva emocional, así como el neurocórtex (cerebro pensante), que permite identificar, diferenciar, clasificar y entender las emociones. La interrelación de éstas constituye el núcleo mismo de la Inteligencia Emocional, en vista de que, una vez enfrentada una situación, el sentimiento que produce pasa por ambas partes del cerebro y éste genera una acción que denota la emoción en la persona.
Sin embargo, después de varios estudios neurológicos se ha demostrado que en las ocasiones de mayor presión, donde se activa el instinto de supervivencia de las personas, el estímulo llega primero a la amígdala, generando una respuesta inmediata desde el punto de vista emocional, donde el cerebro pensante pasa a un segundo plano, demostrando que la Inteligencia Emocional “aporta, con mucha diferencia, la clase de cualidades que más nos ayudan a convertirnos en auténticos seres humanos” (Goleman S/A).
Cabe destacar, que dichos estudios han dado pie para el análisis de la influencia que tiene el desarrollo del Coeficiente Intelectual (CI) y la Inteligencia Emocional en las personas, concluyendo que no todo aquel que demuestra una capacidad intelectual alta logra alcanzar el éxito en todos los aspectos de su vida; sin embargo, aquellos que poseen una Inteligencia Emocional elevada pero un CI bajo, son individuos exitosos, capaces de enfrentar diversos riesgos, seguros de sí mismos, sociables y muy positivos en todos los aspectos, demostrando que la inteligencia social no sólo es muy diferente de las habilidades académicas, sino que constituye un elemento esencial que permite a la persona afrontar adecuadamente los imperativos prácticos de la vida.
Esto se debe a que las personas que poseen Inteligencia Emocional desarrollada poseen gran capacidad para manejar su inteligencia interpersonal a través de la empatía, es decir, por medio de la conexión de emociones, verbales o no, con aquellas personas con quien tienen contacto, entendiendo los sentimientos y emociones ajenas, que los hace más agradables en su entorno familiar, social, laboral, entre otros. Así mismo, la inteligencia intrapersonal juega un papel fundamental, pues tienen el conocimiento necesario para identificar y clasificar todos sus sentimientos y emociones (conocimiento de sí mismo), evitando conflictos internos que puedan frustrar su desarrollo; por tanto, darse cuenta de los propios sentimientos en el mismo momento en que éstos tienen lugar constituye la piedra angular de la Inteligencia Emocional.
A lo largo de su vida, el ser humano experimenta gran cantidad de emociones “negativas” como la tristeza, angustia, enojo, melancolía, entre otros sentimientos que deben ser tratados, casi de forma inmediata, a través de la meditación, la distracción y otros recursos capaces de modificar el estado de ánimo, pues “El hecho de mantener en jaque las emociones angustiosas constituye la clave de nuestro bienestar emocional” (Goleman S/A).
Por ello, todos los seres humanos están en capacidad de desarrollar la Inteligencia Emocional desde muy temprana edad, en vista de que el cerebro se encuentra sometido a un incesante proceso de aprendizaje, por tanto, “las lagunas en la habilidad emocional pueden remediarse… a través de un conjunto de hábitos y de reacciones que, con el esfuerzo adecuado, pueden llegar a mejorarse” (Goleman S/A).
En tal sentido, es imprescindible establecer un programa educativo que exhorte a los niños a desarrollar su potencial a través de la Inteligencia Emocional más que la académica, en vista de que los problemas emocionales afectan la capacidad cognitiva, dificultando el alcance del mayor grado de autocontrol de esas emociones al servicio del rendimiento y aprendizaje, por consiguiente, la concentración se ve afectada a tal punto que el rendimiento académico disminuye.