Buenas buenas, queridas y queridos viandantes. ¿Cómo les va? Hoy, en una nueva entrega de uno de los estudios sociológicos y antropológicos, vamos a revisar el perfil de un personaje bastante molesto dentro del crisol de personalidades humanas. En este caso, es una de las personas no queridas por el común de la gente, y en especial por las señoras y señoritas que viajan en colectivo: El Apoyador.
Retrato del Apoyador:
Dícese de aquél que, no siendo verdulero, anda apoyando la fruta en donde puede, de aquél que, no habiéndose quedado ningún auto quiere empujar lo mismo, de aquél que, no siendo golfista, trata todo el tiempo de andar arrimando. ¿Lo ubican?
Suelen andar por lugares concurridos como boliches, bares, calles céntricas, y sobre todo, transporte público, intentando asentar su humanidad o principalmente, su identidad de género en cualquier cola que ande inadvertida cercanamente.
Es por ello que su hábitat natural es donde haya mucha gente apretujada.
Generalmente se caracteriza por una cara cruza de onanista con hacerse el boludo y más de una vez la mano en el bolsillo.
Estudios que realizamos en la Universidad de Massachussetts indican que el «Apoyador de Colectivo» es un personaje más detestado por las mujeres incluso que el «Escupidor de Vía Pública».
Además, cabe destacar que existen diferentes versiones de este personaje poco querido de la vida cotidiana.
El joven Apoyador: (Danoninus Pajeritus):
Aún en la pubertad, o recién entrado en ella. Tiene todavía la esperanza de superar su etapa de Apoyador, simplemente está en la edad donde hasta escuchar la palabra teta lo pone brasa.
El Apoyador Veterano: (Viejus Verdis):
Con su pantalón de gabardina o lona subido hasta la altura del corazón y un cinto notoriamente apretando a la altura de los pulmones, se siente dominador por la experiencia de la cara de hacerse el boludo y la inimputabilidad geriátrica, entonces aprovecha para apoyar la fruta ya vencida o a punto de expirar en la humanidad de cualquier señorita preferentemente joven.
El Apoyador Manual: (Tocae Culus):
No contento con el posamiento frutal, acompaña con un intempestivo manotazo que puede ir tanto destinado a la cola, como a otras partes también imberecundas. Se podría decir que es el apoyador más kinestésico de la manada.
El Apoyador Múltiple: (Fruteris Serialis):
Es capaz en un solo viaje en colectivo de ubicarse detrás de varias colas, cual invitado en cata de vino.
El Apoyador Oral: (Zarpadus Correlachota Demicarum):
Suele darse en los medios de transporte público como trenes, colectivos y subterráneos y son la peor de las personas que cualquier dama puede encontrar en un viaje. Busca a quienes están sentadas en los asientos del colectivo, tren o subte, y acerca sus partes de una manera excesivamente incómoda a la cara de la señora/ita sentada en cuestión. Debería haber ya una ley que permita el codazo o carterazo en los huevos a esos seres que desgracian al resto de los hombres no tan desubicados.
El Apoyador Musical: (Piripichus Bailarinum):
Suele aparecer en los recintos de baile pensando que la vida es un eterno trencito musical apoyador. No solamente es capaz de la apoyada, sino también deben cuidarse de la posible volcada de trago encima.
Bien queridos y queridas viandantes. Hasta aquí el retrato del Apoyador. Espero les sea de utilidad.
Mensaje para los caballeros: No se transformen en este ser despreciable.
Mensaje para las damas: Por favor, dejen sus opiniones en los comentarios.
Será hasta la próxima
Saludos, cariños, besos y abrazos
Dixit
Pulpo
Pulpo