Participa en nuestro Audio Chat ON LINE (-cuando este abierto-)

Buscar este blog

viernes, 10 de enero de 2014

Las "reglas" son peligrosas pero la unidad es vital


Septiembre de 1945
(Extracto del Libro -El Lenguaje del Corazón- de A.A., compilación de los escritos de Bill W. para la revista Grapevine)

Tiene Alcohólicos Anónimos una política de relaciones públicas? ¿Es adecuada para responder a nuestras necesidades actuales y futuras?
Aunque nunca se ha formulado definitivamente ni se ha expresado detallada y precisamente, sin duda tenemos formada en parte una política de relaciones públicas. Como todo lo que hay en AA, ha venido desarrollándose por un proceso de pruebas y tanteos. Nadie la inventó. Nadie ha sentado un conjunto de reglas que la abarque, y espero que nadie lo haga jamás. Lo espero porque, para nosotros, las reglas y los reglamentos parecen ser de poco valor. Muy rara vez nos dan buenos resultados.
Si procediéramos por reglas, tendría que haber alguien que las elaborara y, aun más difícil, alguien que las hiciera cumplir. A menudo se ha tratado de elaborar reglas. Por lo general, los proyectos acaban en controversias entre los propuestos legisladores en cuanto a cuáles reglas debieran establecerse. Y a la hora de imponer algún edicto - bueno, ya sabes lo que pasa. Cuando intentamos hacer cumplir alguna regla o reglamento, por muy razonable que pueda ser, casi siempre caemos en desgracia y vemos desaparecer nuestra autoridad. Se oye gritar a la gente: "Abajo los dictadores, que los lleven al paredón." Heridos y asombrados, los comités directivos y los "líderes", uno tras otro, hacen el descubrimiento de que en nuestros asuntos la autoridad humana, por equitativa y benigna que sea, rara vez funciona bien o durante mucho tiempo. Los alcohólicos (no importa lo desarrapados que parezcan) son los más acérrimos individualistas, auténticos anarquistas de corazón.
Nadie, por supuesto, sostiene que este rasgo nuestro sea una esplendorosa virtud. Durante sus primeros años en AA, todo miembro conoce el impulso de rebelarse contra la autoridad. Yo sé que lo sentía, y no diría que lo haya superado. Además, he pasado por mi época de legislador, de regulador del comportamiento de los demás. Yo también he pasado noches desvelado, cuidando de mi ego "herido," preguntándome cómo podrían ser tan poco razonables, tan desconsiderados conmigo, aquellos cuyas vidas yo estaba tratando de dirigir. Ahora, al recordar esas experiencias, las puedo mirar con gran regocijo. Y también con gratitud. Me enseñaron que la cualidad que me impulsaba a gobernar a otras personas era ese mismo egocentrismo que a ellas les incitaba a rebelarse.
Se puede oír gritar a un lector no-AA: "Eso parece muy poco prometedor para el futuro de esta gente. Sin organización, ni reglas, ni autoridad. Es una anarquía; es dinamita; es 'atómico' y va a explotar. Menudas relaciones públicas. Si no hay autoridad, ¿cómo pueden tener una política de relaciones públicas? Este es exactamente el mismo defecto que hace cien años llevó a la ruina a los alcohólicos Washingtonianos. Fueron creciendo como hongos hasta llegar a los cien mil miembros, y luego se derrumbaron. No había ni política ni autoridad efectivas. Se peleaban entre ellos, y así finalmente el público los veía con los ojos amoratados. ¿No son estos AA el mismo tipo de borrachos, el mismo tipo de anarquistas? ¿Cómo pueden esperar tener éxito en lo que fracasaron los Washingtonianos?"
Estas son buenas preguntas. ¿Tenemos las respuestas? Aunque nunca debemos estar muy seguros, hay motivo para esperar que las tenemos; parece que en AA hay en juego unas fuerzas que no parecían estar en evidencia entre nuestros compañeros alcohólicos de los años cuarenta del siglo pasado.
Para empezar, nuestro programa de AA está enfocado en lo espiritual. La mayoría de nosotros hemos encontrado la suficiente humildad para creer y confiar en Dios. Hemos encontrado esa humildad enfrentándonos con la realidad de que el alcoholismo es una enfermedad mortal ante la que individualmente somos impotentes. Por el contrario, los Washingtonianos consideraban que beber no era sino otra mala costumbre muy arraigada de la que uno se podría quitar por fuerza de voluntad, expresada en forma de promesas solemnes, y reforzada por la ayuda mutua prestada por una sociedad comprensiva de ex borrachos. Aparentemente, tenían en poca consideración el cambio de personalidad, y en ninguna consideración la conversión espiritual.
La ayuda mutua y las promesas solemnes les sirvieron de mucho, pero no eran suficientes; sus egos individuales se desmandaban en todo asunto menos el del alcohol. Fuerzas egoístas sin ninguna verdadera humildad, con poca conciencia de que, para el alcohólico, el castigo por un exceso de obstinación es la muerte; sin ningún poder superior a quien servir, esas fuerzas acabaron por destruir a los Washingtonianos.
Por consiguiente, los AA, cuando miramos hacia el futuro, siempre tenemos que preguntarnos si el espíritu que ahora nos une en nuestra causa común siempre será más fuerte que aquellos deseos y ambiciones personales que tienden a desunirnos. Mientras las fuerzas positivas sean superiores, no podemos fracasar. Afortunadamente, hasta la fecha, los vínculos que nos unen han sido mucho más fuertes que los impulsos que nos podrían desgarrar. Aunque el miembro individual de AA no está sujeto a ninguna coacción humana, aunque tiene una casi perfecta libertad personal, hemos logrado, no obstante, una unidad magnífica en cuanto a lo esencial.
Por ejemplo, nadie se ve forzado a tragar los Doce Pasos de nuestro programa de AA. Ninguna autoridad humana los hace cumplir. No obstante, nos unen y unidos los seguimos, porque la verdad que contienen nos ha salvado la vida, y nos ha abierto una puerta hacia un nuevo mundo. Nuestra experiencia nos enseña que estas verdades universales producen resultados. La anarquía del individuo se rinde ante esta evidencia. El individuo logra su sobriedad y después, poco a poco, llega a estar totalmente de acuerdo con nuestros sencillos principios básicos.
Estas verdades acaban por gobernar su vida y él acaba por vivir bajo su autoridad, la autoridad más poderosa que se conozca, la autoridad de su propio y pleno consentimiento voluntario. El no está gobernado por la gente, sino por los principios, por las verdades y, como diría la mayoría de nosotros, por Dios.
Puede que algunos nos hagan la pregunta, "¿Qué tiene que ver todo esto con una política de relaciones públicas de AA?" Un AA veterano les contestaría, "Mucho." Aunque la experiencia nos indica que en AA no se puede crear ni enunciar ninguna política fijada con todo detalle, ni mucho menos imponerla eficazmente por ninguna autoridad humana, nos vemos enfrentados con el problema de desarrollar una política de relaciones públicas y de conseguir que se sostenga por la única autoridad que conocemos - la del entendimiento común y del consentimiento general, si no universal. Cuando logremos este consentimiento, podremos estar seguros de nosotros mismos. Los AA de todas partes llevarán a efecto espontáneamente esta política, como algo que cae por su propio peso. Pero primero tenemos que poner bien en claro ciertos principios básicos. Y estos principios tienen que haberse probado en el crisol de nuestra experiencia.
Por lo tanto, en futuros artículos me voy a poner a trazar la evolución de nuestras relaciones públicas desde el día en que llegamos a la vista del público. Así tendremos resumido lo que nuestra experiencia ya nos ha enseñado. De esa forma, todo miembro de AA puede tener un conocimiento básico y suficientemente amplio para pensar en este asunto de altísima importancia - un asunto referente al cual no podemos cometer graves errores; referente al cual, a lo largo de los años, no podemos permitirnos proceder de manera equivocada.
No obstante, debemos tener en mente una reserva: hay que recordar que una política no es como una verdad inmutable. Una política es algo que puede ajustarse para responder al cambio de circunstancias, aun cuando las verdades básicas que le sirven de fundamento no han cambiado en absoluto. Por ejemplo, en cuanto a sus verdades fundamentales, nuestra política puede basarse en nuestros Doce Pasos y, no obstante, permanecer razonablemente flexible en lo concerniente a los medios o métodos específicos de su aplicación.
Por lo tanto, tengo una ardiente esperanza de que miles de AA se pongan a pensar asiduamente en estas cuestiones de política que van cobrando cada vez más importancia para nosotros. La verdadera respuesta tiene que ser el fruto de nuestras discusiones, nuestras diferencias de opinión, nuestras experiencias cotidianas, y nuestro consentimiento general.

Como miembro que lleva largo tiempo en la Comunidad, puedo presentarles los hechos y contribuir al análisis de lo que ha ocurrido hasta la fecha. Tal vez, incluso puedo hacer algunas sugerencias de valor para el futuro. Pero no más que esto. Todos nosotros - y no yo solo - determinaremos si vamos a tener a fin de cuentas una política de relaciones públicas clara y viable.

jueves, 24 de octubre de 2013

Las tradiciones Toman Forma

Las Tradiciones
toman forma
La modestia: un elemento de las
buenas relaciones públicas
Agosto de 1945

(Fragmento del Libro "El Lenguaje del Corazón" compilación de escritos de Bill W.)

... A los lectores del número de julio del Grapevine, les dejó asombrados y les hizo pararse a reflexionar el artículo publicado acerca del movimiento Washingtoniano. Nos resultaba difícil de creer que, hace cien años, en los periódicos de este país aparecieran reportajes entusiásticos acerca de cien mil alcohólicos que se ayudaban unos a otros a mantenerse sobrios; que hoy día la influencia de esta buena obra haya desaparecido tan completamente que muy pocos de nosotros hemos oído hablar de ella.
Echemos una mirada al articulo del Grapevine sobre los Washingtonianos y citemos algunas frases: "Mitin popular en 1841, en el Parque del Ayuntamiento de la Ciudad de Nueva York, atrajo a un auditorio de 4,000 personas. Los oradores hablaban subidos en barriles de ron." "Desfiles triunfales en Boston. El histórico Faneuil Hall estaba hasta los topes." (¿Autopromoción exagerada - exhibicionismo? En cualquier caso, suena muy alcohólico, ¿no?) "Los políticos miraban con ojos ávidos al creciente número de miembros... sus intentos de reclutar votos contribuían a echar a perder los grupos locales." (Nuevamente, huele a ambición personal, y también a una innecesaria participación de los grupos en cuestiones polémicas; la cuestión de más actualidad del momento era la abolición de la esclavitud.) "Los Washingtonianos se sentían muy seguros de sí mismos... despreciaban los antiguos métodos." (Quizás un poco arrogante. No podían aprender de los demás y llegaron a competir, en lugar de cooperar, con otras organizaciones de su mismo campo.)
Al igual que los AA, los Washingtonianos originalmente tenía un solo objetivo: "Se interesaba únicamente en la rehabilitación de los borrachos y Sostenía que no era asunto suyo el que otras personas, que parecían ser poco afectadas por ello, utilizasen el alcohol." Pero más tarde apareció una nueva tendencia: "En las organizaciones locales más antiguas, había una división - algunas permitirían vino y cerveza - otras clamaban a gritos por promulgar leyes que prohibieran el alcohol - en su celo por conseguir nuevos miembros, reclutaron a mucha gente bebedora, pero no necesariamente alcohólica." (Así, el firme y sencillo propósito original del grupo se disipó en vanas controversias y objetivos divergentes.)
Además: "Algunos [de los grupos locales de los Washingtonianos] echaron mano de sus arcas para financiar sus propias publicaciones. No había normas editoriales globales. Los editores de los periódicos locales se metieron en riñas con los editores de los periódicos de temperancia." (Aparentemente, el problema no estaba en el hecho de que tuvieran publicaciones locales. Era más bien que los Washingtonianos dejaron de aferrarse a su propósito original que les hubiera evitado entrar en peleas con nadie; y también el hecho patente de que no tenían ninguna política nacional de relaciones públicas, ni una tradición que todos los miembros estuvieran dispuestos a seguir.)
Estamos seguros de que, silos Washingtonianos originales pudieran regresar a este planeta, estarían encantados de vemos aprender de sus errores. No considerarían nuestros comentarios como una crítica sin objeto. Si hubiéramos vivido en su época, podríamos haber cometido los mismos errores. Tal vez ahora estemos empezando a cometer algunos de ellos.
Así que debemos examinarnos constante y detenidamente, a fin de tener la perpetua seguridad de que, dentro de nuestra Sociedad, siempre seamos lo suficientemente fuertes y estemos suficientemente fijados en nuestro único propósito como para relacionamos apropiadamente con el mundo exterior.
Ahora bien, ¿Tiene AA un política de relaciones públicas? ¿Es todo lo buena que pudiera ser? ¿Son claros sus principios primordiales? ¿Puede responder a futuros cambios de circunstancias?
Ahora que nos encontramos cada vez más a la vista del público, estas preguntas van cobrando mayor importancia para muchos AA. En el número de septiembre del Grapevine, voy a tratar de resumir nuestras normas actuales de relaciones públicas, cómo se desarrollaron y en qué, al parecer de la mayoría de los miembros veteranos de AA, podrían mejorarse para responder con más eficacia a nuestros nuevos y más urgentes problemas.
¡Que siempre estemos dispuestos a aprender de la experiencia!

Las "reglas" son peligrosas

pero la unidad es vital

domingo, 13 de octubre de 2013

El Lenguaje del Corazón -Noviembre de 1949

Fragmento del Libro "El Lenguaje del Corazón" escritos de Bill W.

Una sugerencia para elDía de Acción de Gracias(*)

(*)dedicamos actualmente el mes de Noviembre a las Tradiciones de AA

Noviembre de 1949
Sazase ha propuesto la posibilidad de que AA dedique la semana de Acción de Gracias a reuniones y meditaciones sobre la Tradición de Alcohólicos Anónimos. El amigo que ingenió esta idea te dice por qué le parece buena. Me siento plenamente de acuerdo con lo que dice él, y espero que tú lo sientas también.
Antes de unirnos a AA, los alcohólicos de vez en cuando podíamos lograr ese dudoso estado que se llama "la sobriedad, punto." Solo Dios o un borracho seco pueden atestiguar lo lúgubre y vacía que es esta supuesta virtud. ¿Por qué? Todo AA sabe por qué: nada ha reemplazado a la bebida de la víctima; sigue siendo un hombre afligido por el conflicto y la desunión. Entonces, le llegan los Doce Pasos de recuperación y le producen un cambio de personalidad. El desgarrado candidato se siente reintegrado, hecho de una sola pieza. Entendemos perfectamente lo que él quiere decir, porque está describiendo el estado de unidad; está hablando de la unidad personal. Sabemos que tiene que esforzarse por mantenerla y que, sin ella, no puede sobrevivir.
¿No se aplicará el mismo principio a AA en su totalidad? ¿No es cierto también que no hay un peligro mayor para el alcohólico que el de dar por supuesta su sobriedad? Si la cuidadosa aplicación de este sano principio es para él una cuestión de vida o muerte, ¿por qué no lo es igualmente para el grupo de AA, y para toda nuestra extensa Sociedad?
No obstante, muchos de nosotros seguimos considerando como algo seguro la unidad de Alcohólicos Anónimos. Parece que nos olvidamos de que toda la sociedad moderna se encuentra en una peligrosa y contagiosa "borrachera seca." Evidentemente, pretendemos que somos tan diferentes de otros hombres y mujeres que la desintegración no nos puede tocar. Nuestra unidad nos parece un regalo del cielo del que nosotros los AA podemos disfrutar perpetuamente sin hacer el menor esfuerzo.

No es mi intención el criticar, porque nuestra actitud actual es bastante natural. Se deriva del hecho de que ninguna sociedad ha disfrutado en su infancia de más protección providencial contra la tentación y contra las desgracias que la nuestra. Hemos tenido pequeños problemas, pero ninguno tan grave como para poner a prueba nuestra fuerza adulta. No es de extrañar que nos sintamos un poco suficientes y satisfechos de nosotros mismos. Con toda seguridad no sería ceder al temor ni tener falta de fe, predecir que nos espera una época de pruebas más duras. Cuando reflexionamos sobre nuestra situación, esto es lo que la simple prudencia y previsión nos dicen.

Las Doce Tradiciones de Alcohólicos Anónimos son la destilación de nuestra experiencia de nuestro vivir y trabajar juntos. Sirven para aplicar el espíritu de los Doce Pasos para la recuperación a la vida y la seguridad del grupo. Tienen que ver con nuestras relaciones entre nosotros mismos y con el mundo exterior; expresan nuestras actitudes hacia el poder y el prestigio, hacia el poder y el dinero. Su intención es evitarnos las afiliaciones seductoras y las grandes controversias; y poner los principios muy por encima de las ambiciones personales. Como muestra de esto último, nos piden que mantengamos el anonimato personal ante el público como protección para AA y como prueba del hecho de que nuestra Sociedad tiene la intención de practicar la verdadera humildad.

Para la información del público en general y para la instrucción de los nuevos miembros de AA, se acaban de publicar las Doce Tradiciones en una "forma corta" muy condensada, la cual esperamos que tenga una lectura tan amplia y que sean tan bien comprendidas como los Doce Pasos de recuperación. Si esto sucede, se disminuirán nuestros dolores de crecimiento y empezaremos a acumular una gran cantidad de seguridad para los años venideros.

¿Qué podría ser, entonces, más apropiado que reservar la semana de Acción de Gracias para dedicarla a discusiones de los valores prácticos y espirituales que podremos encontrar en nuestras Tradiciones? Podríamos así reforzar nuestra fe en el futuro por estos prudentes medios; podríamos mostrarnos dignos de seguir recibiendo ese don inapreciable de unidad que Dios con su sabiduría nos ha concedido tan generosamente a nosotros los Alcohólicos Anónimos en estos años tan importantes de nuestra infancia

martes, 28 de mayo de 2013

TAL COMO LA VE BILL NO. 322



322

Hazlo con Calma – Pero Hazlo

El dejarlo para después es una variedad de la pereza.

* * * * *

"Según lo que he observado, algunas personas pueden arreglárselas con algo de demora, pero son pocos los que pueden vivir con una rebeldía absoluta".

* * * * *

"Hemos logrado presentar a muchísimos bebedores problema la alternativa, terrible. ‘Esto lo hacemos los A.A., o morimos’. Una vez que la tiene fijada en su mente, el beber más únicamente aprieta el nudo.
"Como muchos alcohólicos han dicho, ‘llegué al punto en que, o entraba en A.A. o salía por la ventana. Así que aquí estoy’ ".

DOCE Y DOCE, pág. 71
CARTA, 1952
CARTA, 1950

¿Soy Alcohólico?




 AUTODIAGNÓSTICO

Al contestar de manera honesta las siguientes preguntas, usted puede saber si tiene problemas con el alcohol.

¿Tiene problemas en su casa por su forma de beber?
La mayor parte de bebedores justifica su forma excesiva de beber diciendo que lo hace por problemas familiares, pero nunca llegó a pensar que así empeoraban y no los solucionaría.

¿Piensa que una bebida en especial, o cuándo mezcla varias, es la que lo emborracha y le hace perder el control?
El tratar de beber en forma normal nos lleva a toda clase de cambios en cuánto al tipo y contenido de alcohol y la limitación de días o tiempo para beber y así encontrarnos finalmente sin salida.

¿Se ha comprometido una y otra vez a dejar de beber sin conseguirlo?
Nosotros insistíamos en que podíamos dejar de beber cuándo quisiéramos, además que bebíamos porque queríamos beber, sin embargo, al ingresar en AA descubrimos el engaño y pudimos ver que muchas veces ni siquiera queríamos beber, pero terminábamos borrachos.

¿Se propuso alguna vez no tomar una sola copa al día siguiente?
Muy a pesar de nuestros propósitos y temores, nos fuimos viendo en la imperiosa necesidad, no solamente de beber una sola copa, y si de otras borracheras.

¿Cuándo asiste a reuniones sociales busca conseguir  bebidas extras  por no tener suficiente?
Nosotros solíamos beber antes de llegar a estos lugares, por temor que no hubiera bebida suficiente, de ser así, salíamos incluso a buscarla en otros sitios.

¿Se molesta con las personas que beben sin meterse en problemas?
Alguna vez nos hemos preguntado, por qué no somos como aquellas personas, que cuándo les ofrecen una copa tienen la capacidad de decidir en tomarla o dejarla.

¿Ha fallado a sus obligaciones por causa de la bebida?
La mayoría de los que venturosamente estamos en AA, admitimos que las ausencias al trabajo o al estudio las justificábamos de muchas formas; la más común era enfermándonos, cuando en realidad nos encontrábamos indispuestos por nuestra manera anormal de beber.

¿Le molesta la intervención de otras personas en su forma de beber?
En nuestras reuniones compartimos experiencias en relación con el  alcohol y la aplicación del Programa a nuestras propias vidas, sin indicarle a nadie como manejar sus asuntos, pues  el Programa de AA es sugerido. Únicamente le pedimos nos permita ser sus amigos.

¿Ha intentado dejar de beber con juramentos, promesas o fuerza de voluntad, sin resultados?
A pesar de la honestidad y sinceridad de nuestros propósitos, llegó el momento en que estábamos incapacitados para alcanzar nuestras metas. En AA hemos pasado días, semanas y meses y años sin beber, y lo más importante, sin reprimirnos, viviendo un día a la vez.   Sólo por Hoy.

Después de una borrachera se ha preguntado: ¿en dónde estoy?, ¿qué día es hoy?, ¿quién me trajo, o qué hice?
Nosotros los alcohólicos, sabemos cuando empezamos a beber, pero nunca sabemos cuándo o cómo terminamos una borrachera; esto es una señal de lo avanzado de nuestra enfermedad, nosotros lo hemos aprendido en AA.

¿Durante los últimos meses ha tenido problemas donde el alcohol se vea relacionado?
La sinceridad es fundamental, la ciencia médica considera al alcoholismo como una enfermedad incurable y de consecuencias fatales, además, quien la padece irá empeorando, nunca mejorará, de seguir bebiendo morirá, o será confinado a una institución ¡Dejar de beber es la única salida!

¿Ha pensado cómo sería la vida sin alcohol?
La mayoría de quiénes hemos hecho uso del alcohol sabemos que, al menos por un tiempo, el inicio fue placentero; después fue un constante sufrimiento al desear beber con moderación o abstenerse por completo, y no poder lograrlo. En AA hemos aprendido a vivir sin beber. Fue al dejar la bebida cuando verdaderamente tuvimos conciencia de lo hermoso que es vivir, nos dimos cuenta que una copa es demasiado, y que mil no bastan. En AA hemos encontrado la solución para la mayoría de nuestros problemas; le pedimos nos permita compartir con usted nuestra experiencia. Si respondió afirmativamente a cuatro o más preguntas, es posible que tenga un problema con su forma de beber, ésta es la experiencia de millones de miembros en AA. Lo esperamos para informarle qué es Alcohólicos Anónimos. Acérquese a nosotros. Haga Clic aquí para consultar el Directorio Nacional de Grupos de AA.

LA SOLUCIÓN, ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS UN MENSAJE DE VIDA...  "VIDA QUE DESEAMOS COMPARTIR"
 
 Sólo usted puede decidir si su forma de beber le está causando problemas, puede que el Programa de Recuperación de AA tenga algo que ofrecerle. Le invitamos a recapacitar sobre su forma de beber, recordándole que a AA no le interesa cual sea su conducta, únicamente deseamos que tenga la misma oportunidad que hemos tenido cada uno de sus miembros. El único requisito para pertenecer a AA es el deseo de dejar la bebida, recordándole que usted es un miembro de Alcohólicos Anónimos en el momento que diga que lo es.

REFLEXIÓN DEL DÍA 28 DE MAYO

28 de MAYO

LOS MISMOS DERECHOS

En alguna que otra ocasión, la mayoría de los grupos de A.A. se lanzan frenéticamente a inventar reglamentos. Pasado un tiempo, los temores y la intolerancia se apaciguan (y nosotros nos damos cuenta). No queremos privar a nadie de la oportunidad de recuperarse del alcoholismo. Deseamos ser tan inclusivos como podamos, nunca exclusivos.

LA TRADICIÓN DE A.A.: COMO SE DESARROLLO, p. 10-11-12

A.A. me ofreció una completa libertad y me aceptó por lo que soy. Ser miembro no dependía de la conformidad, del éxito financiero o de la educación, y por eso yo estoy muy agradecido. Frecuentemente me pregunto si yo ofrezco la misma igualdad a otros o si les niego la libertad de ser diferentes. Hoy trato de reemplazar mi temor y mi intolerancia por la fe, la paciencia, el amor y la aceptación. Yo puedo llevar estas virtudes a mi grupo de A.A., a mi hogar y a mi trabajo. Hago un esfuerzo para llevar mi actitud positiva dondequiera que voy.

No tengo ni el derecho, ni la responsabilidad de juzgar a otros. Según sea mi actitud, yo puedo ver a los recién llegados a A.A., a los miembros de mi familia y a mis amigos, como amenazas o como maestros. Cuando pienso en algunas de mis opiniones del pasado, veo muy claro el daño espiritual que me causaba mi fariseísmo.

domingo, 26 de mayo de 2013

TAL COMO LA VE BILL NO. 321



321

Los Resultados de la Oración

Mientras el escéptico está poniendo a prueba el proceso de oración, debe comenzar a enumerar los resultados. Si él persiste casi seguramente encontrará más serenidad, más tolerancia, menos temor y menos ira. Adquirirá un valor discreto, que no está lleno de tensiones. Puede apreciar el "fracaso" y el "éxito" por lo que verdaderamente son. Las dificultades y las calamidades empezarán a significar para él su instrucción, en vez de su destrucción. Se sentirá más libre y más cuerdo.

La idea de que se haya ido hipnotizando por la autosugestión le parecerá absurda. Su sentido de determinación y de dirección aumentará. Sus preocupaciones empezarán a desvanecerse. Es probable que su salud física mejore. Empezarán a acontecerle cosas raras y maravillosas. Le sorprenderá cómo sus relaciones familiares y sociales, antes tan torcidas, empiezan a mejorar.

GRAPEVINE, Junio de 1958