La vida se construye a base de experiencias compartidas, y tú ayudaste a construir parte de la mía. Creéme, nunca habrá distancia entre nosotros. El pasado será siempre hoy...
La vida se construye a base de experiencias compartidas, y tú ayudaste a construir parte de la mía. Creéme, nunca habrá distancia entre nosotros. El pasado será siempre hoy...
Texto: Jean Shinoda Bolen
Veguita partió...
Vega vivió 18 años, mucho para un agapornis, la más longeva que tuve... ¡Mi Matusalena!
Vega fue adorada y querida por todos los miembros de mi familia, la niña mimada de Ramón y mía, adorable y buena como ella sola... Siempre encima nuestra, siempre a la espera de calor y cariño, éramos su lugar favorito en el mundo, de eso no tengo duda.
Veguita vino con el viento de Levante, llegó por sorpresa en una palma y vivió en la de nuestras manos.
Vega conoció a todos mis loros, a los que la precedieron y a los que a día de hoy están con nosotros...¡A todos!
Vega fue feliz y amada y, aunque su ausencia deja un hueco enorme en nuestros corazones que nada llenará, dejó tanto en nosotros que viviremos de su recuerdo. ¡Algo tan pequeño llenó tanto!
Veguita es el ser con el que más pelis y series he visto, siempre conmigo en mi hombro, dentro de mi bata o chaqueta, o las dos bajo la manta en el sofá...
Mi Veguita me decía guapa tan a menudo que casi me lo creí... :)
Vega siempre me daba un beso cuando se lo pedía y daba amor sin pedírselo.
Veguita era especial y muy lista, quien la conoció lo sabe.
Vega fue feliz y muy querida y eso nos consuela ahora que nos falta.
Vega partió y duele mucho pensar que ya no está y no estará más...Pero nos reconforta pensar en su larga vida, en los bien que siempre estuvo, en lo querida que fue, en la suerte que tuvimos al encontrarnos...
Vega vuela alto mi princesita guapa...
Te queremos...
Te pensamos...
Besitos bebé...¡Besito!
Vuela, vuela, vuela...
La única parte del cuerpo que no tiene irrigación sanguínea es la córnea, recibe oxígeno directamente del aire. Los ojos son pájaros libres que anidan en nuestras cuencas. Por eso nuestra mirada no nos pertenece del todo.
Hay dos clases de personas:
las que viven, juegan y mueren
y las que se mantienen en equilibrio
en la arista de la vida.
Los actores y los funambulos.
Texto: Maxence Fermine
Ilustración: Lisandro Rota
No olvidaré nunca que moriré, aunque olvide que estoy viva.
No comeré si no estoy hambrienta.
No leeré los periódicos con los que estoy de acuerdo.
No hablaré hasta haberme mordido la lengua tres veces.
No intentaré comprender todo.
No esperaré que otros hagan por mí lo que sólo yo puedo hacer.
No insistiré en mis razones, insistiré en las del otro.
No dudaré de mí hasta que no haya dudado de todo.
No soy mis circunstancias, soy lo que elijo hacer con ellas.
No evitaré el amor, permitiré que hiera.
No utilizaré la plabra como bala, sino el silencio como arma.
No tedré nunca miedo si recuerdo aliarme con el conocimiento.
No olvidaré nunca que debo ser como el agua.
Texto: Beatriz Montañez
Cierra los ojos y piensa en tu hogar...¿de qué está hecho? ¿qué imagenes llegan a tu cabeza? El hogar no es una dirección, no lo forman metros cuadrados, distritos postales o barrios más o menos prestigiosos. El hogar es un conjunto de sensaciones y recuerdos y es un concepto que existe solo en nuestro interior. Es el tacto de esa colcha en tu cama de 90 en la que seguiste durmiendo con treinta años cuando volvías a casa cada Navidad. Es la visagra de ese secreter donde hacías los deberes y que siempre ha chirriado. Es el olor del jabón de tu abuelo, de las torrijas de tu madre, son las marcas en la puerta que te recuerdan que tus hijos crecen demasiado rápido. No resulta sencillo entender nuestro própio concepto de hogar, pero...¿cuanto nos cuesta comprender el del otro?
Algunos hogares los idealizamos porque tiene una historia más grande que su realidad, cada día una decena de turistas se llevan una decepción cuando van al Chelsea Hotel y ven que lejos de ser un paraíso lleno de glamour, sus habitaciones están decoradas con grietas, manchones y cucarachas. Pero, ha sido y sigue siendo, el refugio de muchos a los que no les importó vivir entre goteras si quello significaba libertad. Otros lugares nos cuesta asociarlos al concepto de hogar porque vemos sólo su estructura y no el calor que consiguen crear. Town Square puede parecerte una especie de micropolix o de Disney World aseptico, pero hay personas que encuentran en sus calles paz e identidad y esas dos cosas juntas les hacen sentirse en casa.
¿Y que decir de lugares como Kabul? Pobres, que horror tiene que ser vivir ahí, pensamos viendo las noticias. Y lo es, horrible, pero eso no significa que sea facil abandonarlo, porque en la huida esas personas dejan atrás parte de quienes son. Los que sobreviven han de empezar sin raíces y levantarse y crecer sin nada que te aferre es tremendamente dificil. Nadie abandona su hogar, nadie escapa con lo puesto, ni se agarra a la escalera de un avión si tiene alternativas. Se llama desesperación, conviene siempre recordarlo.
No te deseo un regalo cualquiera, te deseo aquello que la mayoría no tiene, te deseo tiempo, para reír y divertirte, si lo usas adecuadamente podrás obtener de él lo que quieras.
Te deseo tiempo para tu quehacer y tu pensar
no solo para ti mismo sino también para dedicárselo a los demás.
Te deseo tiempo no para apurarte y andar con prisas sino para que siempre estés contenta/o.
Te deseo tiempo, no sólo para que transcurra,
sino para que te quede tiempo para asombrarte y tiempo para tener confianza y no sólo para que lo veas en el reloj.
Te deseo tiempo para que toques las estrellas
y tiempo para crecer, para madurar. Para ser tú.
Te deseo tiempo, para tener esperanza otra vez y para amar, no tiene sentido añorar.
Te deseo tiempo para que te encuentres contigo misma/o, para vivir cada día, cada hora, cada minuto como un regalo.
También te deseo tiempo para perdonar y aceptar.
Te deseo de corazón que tengas tiempo,
tiempo para la vida y para tu vida.
(Elli Michler)
La bondad es un rasgo del carácter mucho más importante que la amabilidad. La bondad dice como eres por dentro, mientras que la amabilidad dice como quieres que te vean los demás.
¡Y cuando exhales el último suspiro, sólo entonces, te darás cuenta de que tu vida no ha sido más que una minúscula gota en un océano infinito! Y sin embargo, ¿ Qué es un océano sino una multitud de gotas ?
(David Mitchell)
Cuando ves moscas o insectos en una naturaleza muerta, un pétalo marchito o una mancha negra en una manzana, el pintor te está transmitiendo un mensaje secreto. Te está diciendo que lo vivo no dura, que todo es efímero. Muerte en vida. Por eso las llaman naturalezas muertas. Puede que, con toda la belleza y el esplendor, no veas de entrada la pequeña mota de podredumbre. Pero, si miras con más detenimiento, ahí está.
No hay dos personas que vean las cosas iguales.
Lo que vemos y como lo vemos depende
de la naturaleza de la luz.