domingo, 23 de marzo de 2014


Los tatara-tatara-tataranietos de Dickens, se toman 

un selfie con él en su 202 aniversario.


jueves, 6 de marzo de 2014

¿Libro o película?

La literatura es una actividad placentera que pretende hacernos viajar e imaginar, su valor radica en la forma en que se nos cuenta una historia, de como nos imaginamos los personajes, los paisajes y las situaciones que desarrollan la trama.
En la actualidad, cuando un libro tiene éxito comercial, es cuando atrae al público, pero sobre todo porque la historia puede llevarse a la pantalla, esta situación puede enriquecer al libro, al lector y al espectador, pero también puede destruir historias y alejar lectores.
Si se es un lector consumado, primero se leerá el libro y luego se asistirá al cine para poder comparar, enriquecer o decepcionarse de la película. Difícilmente el lector se decepcionara del libro, las adaptaciones al cine pierden mucho de  la riqueza descriptiva del libro. 
Si no eres lector consumado entonces se corre un riesgo mayor, puesto que primero se verá la película y en muy contadas ocasiones leerá el libro, se quedará con una versión muy parcial de la historia y perderá el disfrute de la lectura. Pero si la película motiva al espectador a buscar el origen de la historia, estaremos ganando lectores.
En esta línea tenemos elibro La ladrona de libros, novela del escritor australiano Markus Zusak publicado en el año 2007 por la editorial LUMEN, del cual ya tuvimos la película en cartelera. La historia es una más del periodo nazi de la segunda guerra mundial, pero vista por los ojos de una niña alemana, no judía, pero que también padece la situación de guerra.
Existen varias formas de leerlo; la tradicional en el libro, en formato PDF o en un libro electrónico ebook.

lunes, 3 de marzo de 2014

El libro de la semana

“Cuando oramos hablamos con Dios, pero cuando leemos,
Dios habla con nosotros”

Frase que se le atribuye a San Agustín, pero independientemente de quién la haya dicho, es muy cierto lo que dice: la lectura es un placer invaluable ya que relaja, enseña, hace viajar, meditar, analizar, reflexionar y tantas cosas más.
Claro está que debemos elegir la lectura y ustedes dirán ¿cómo se hace eso?, es fácil, cada uno elige lo que quiere leer y vamos discerniendo sobre nuestro gustos y preferencias, pero definitivamente los libros no los elegimos nosotros, ellos nos eligen, ya que  ciertas lecturas llegan a nuestras vidas en momentos determinados y es cuando las comprendemos y las apreciamos.
Hay autores ya clásicos, con grandes novelas pero a veces no sabemos que escribieron historias de corta extensión pero de gran contenido, es el caso de la recomendación de hoy: hablaremos de León Tolstoi, autor ruso de la segunda mitad del siglo XIX, quien escribió Ana Karenina y La Guerra y la Paz, pero también escribió cuentos como el  de “En donde está el amor allí está Dios”.
La historia no tiene tiempo ni espacio determinado, la podemos ubicar en cualquier lugar y en cualquier época, lo que le da un gran valor porque su mensaje se generaliza. Se puede deducir que es en Rusia por los nombres de los personajes, y de algunos utensilios de uso cotidiano, por lo tanto el tiempo corresponde a lo que vivió el autor.
El personaje principal es un zapatero que realiza excelentemente su trabajo, por lo que es apreciado, pero quien al perder a su esposa e hijos, la soledad lo agobia y pide a Dios morir. Un amigo le recomienda leer y le dice: “¿Sabes leer? Pues compra el Evangelio y allí lo aprenderás. Ya verás como en el libro santo encuentras respuesta a todo lo que preguntes”. Y así lo hizo el personaje, la lectura del Evangelio le dio respuesta a tantas cosas, pero sobre todo le dio paz espiritual, no podía dejar de leer y hasta soñó, o vio, o pensó que Dios lo visitaría, lo espero y…, no voy a decir que pasó, porque  le quitaría el placer de leerlo y conocer el mensaje que el autor da.
Es un cuento corto, pero sumamente profundo que permite acercarnos más a Dios y a la lectura.


León Tolstoi. Cuentos escogidos, Porrúa, Colección Sepan cuántos. México. 2003