23 de diciembre de 2014

Diferentes trastornos alimenticios


Los trastornos de la conducta alimentaria o TCA son una de las enfermedades más significativas del siglo XXI. Los TCA son la tercera causa de enfermedad crónica más importante en adolescentes, constituyen una verdadera epidemia de salud. Las cifras de personas afectadas por el TCA no cesan de aumentar.
Hoy en día se conoce algo mejor el más letal e impactante de estos problemas, la Anorexia Nerviosa, seguido muy de cerca en gravedad y riesgo vital por la Bulimia Nerviosa. Pero cada vez está cobrando más relevancia el Trastorno por Atracón, denominado popularmente Trastorno del Comedor Compulsivo. Este trastorno era casi desconocido hasta hace poco, pero actualmente se sabe que una de cada tres personas que sufren obesidad están padeciendo, en realidad, un trastorno por atracón.
Hay un número importante de personas afectadas por TCA que sufren incluso una combinación de síntomas de varios de estas enfermedades alimentarias. A este tipo de trastornos los llamamos Tcane o Trastorno de la Conducta Alimentaria No Especificado.
Recientemente se han ido identificando otros trastornos con similares rasgos clínicos a los TCA descritos, como es la Ortorexia o la obsesión patológica por comer sano, la Vigorexia u obsesión por aumentar la musculatura o definirla de modo patológico, y la Drunkorexia o ingesta excesiva de alcohol en el contexto de un TCA, entre otros.

Trastornos alimenticios
Foto by -S

Problemas sociales de los pacientes de TCA

Es de vital importancia que se ofrezca un adecuado tratamiento de trastornos alimenticios para estas patologías, ya que además de los problemas de salud generan problemas personales y sociales.

  • En la Anorexia Nerviosa, el bajo peso y la desnutrición general afectan muy negativamente al funcionamiento del cerebro y del sistema hormonal, causan descalcificación de los huesos, caída del cabello, desecamiento de la piel, fragilidad y rotura de las uñas, alteraciones digestivas y cardíacas, pérdida de masa muscular y de grasa necesaria para vivir, además de debilidad y malestar generalizados.
    Pero además de esta problemática, la persona se retrae socialmente, se aísla y se sume en sus pensamientos de manera obsesiva, llegando a distanciarse notablemente de sus amistades, pareja y familia. También se encuentran más depresivos e irritables, y aumenta el número de obsesiones y rituales o hábitos que se ejecutan de modo compulsivo. Esto causa una gran interferencia en la vida social y en las relaciones del individuo afectado, por lo que detectar la anorexia en sus estadios iniciales se hace indispensable para aumentar las pobrabilidades de éxito del tratamiento.


  • Cuando la persona sufre una Bulimia Nerviosa, se descompensan habitualmente los minerales básicos para el funcionamiento del corazón y de los demás órganos vitales. El aparato digestivo se daña en gran medida, sobre todo el tracto digestivo y los dientes, debido al ácido estomacal producido con el vómito. También se generan múltiples dificultades en el aparato nervioso, cardíaco y muscular, además de estreñimiento y deterioro del cabello, piel y uñas.
    A nivel social, la persona sufre una intensa falta de control de sus estados emocionales, mostrándose irritable, agitada y agresiva muchas veces, o decaída y desanimada en otras ocasiones. La falta de control de impulsos puede llevar a aumentar el consumo de alcohol, tabaco u otro tipo de sustancias, agravando la falta de manejo emocional, la euforia, la agitación y la irritabilidad, y por tanto causando grandes interferencias en su vida afectiva y en las relaciones con los demás.


  • En el Trastorno por Atracón hay dificultades de salud derivadas del sobrepeso o la obesidad, así como del consumo excesivo de grasas y azúcares. Los afectados por un Trastorno por Atracón son más propensos a padecer trastornos circulatorios, cardíacos o a la sobrecarga de las articulaciones, por ejemplo.
    A nivel social se produce también un importante aislamiento, la persona se siente diferente y esto genera sentimientos depresivos y de baja autoestima. Muchas veces aparece una evitación de las relaciones directamente, o incluso un miedo intenso a estar en compañía de otras personas. Las personas enfermas llegan a evitar un amplio abanico de actividades, como puede ser nadar, ir a la playa o a una discoteca, o cualquier tipo de actividades de ocio o al aire libre. Esto se explica por la vergüenza que sienten al exponer su cuerpo, así como por el rechazo hacia su peso y figura. Esto impide y trastoca mucho la vida social de las personas afectadas.



  • La vida de un paciente con trastornos alimenticios

    La calidad de vida de las personas que padecen un trastorno alimenticio está muy reducida, ya que sus pensamientos, emociones y conductas están condicionadas en gran parte por esta enfermedad. Las actividades diarias suelen estar dictadas por la patología alimentaria, la cual incita a la persona afectada a continuar con el problema y a presentar resistencias al tratamiento. La obsesión con los alimentos, el ejercicio o la falta del mismo y la necesidad de adelgazar a toda costa, ocupan la mayor parte del tiempo y del espacio mental de estos pacientes.
    Obsesión por el peso de los pacientes de un TCA
    Foto by Elena Campos

    También hay un buen número de conductas diarias que sólo sirven para mantener o agravar el trastorno alimentario, siendo muy frecuentes las estrategias de manipulación para mantener el secreto sobre los atracones, vómitos, restricción de alimentos, uso de laxantes, diuréticos o quemagrasas, según sea el caso. Las relaciones sociales están muy limitadas por la enfermedad. Las personas enfermas suelen rodearse a su vez de personas con problemas similares o de personas que, de algún modo, fomentan, mantienen o encubren sus conductas patológicas con la alimentación o el ejercicio.
    En caso de estar realizando un tratamiento, los pacientes suelen necesitar terapias de modo diario o casi diario, ya que cuando logran dar el primer paso hacia la curación suelen encontrarse muy graves o, directamente, han tocado fondo. Una vez iniciado, el tratamiento ocupa una buena parte del tiempo de las personas afectadas y también es necesaria la ayuda de su entorno cercano.
    La curación se constituye como una difícil batalla, paso a paso y de manera gradual, hacia la recuperación de la salud y de una aceptable calidad de vida. La recompensa, sin embargo, es cuantiosa, ya que las personas que se curan de un trastorno alimenticio mejoran su calidad de vida y su bienestar psicológico, a niveles aún mayores que los que tenían antes de contraer la enfermedad.

    La felicidad y los pacientes con TCA

    Con el tratamiento del TCA el individuo adquiere una mejor comprensión de sus relaciones familiares, de pareja, de amistad, académica y laboral, siendo capaz de gestionar los conflictos de una manera más madura y adecuada a las situaciones sociales. También es capaz de realizar tomas de decisiones más meditadas y equilibradas, interpretando la realidad de manera más calmada, conjugando razón y emoción al mismo tiempo. Entonces puede llevar a cabo itinerarios académicos o laborales adecuados a uno mismo.
    Los pacientes aprenden también a mantener unos hábitos equilibrados de alimentación, conociendo las combinaciones de alimentos que les permitirán conservar un buen estado de salud durante toda su vida, a mantenerse alejados de dietas milagro y de los hábitos perniciosos fomentados por la enfermedad alimentaria y las modas del momento. Lo mismo sucede con los hábitos de ejercicio, el paciente halla maneras seguras y adaptadas a sus propias características para realizar una actividad beneficiosa para su salud. Se elimina así la pasividad y el sedentarismo de algunos casos o el ejercicio compulsivo y extenuante de otros.
    Las personas son capaces de experimentar más emociones positivas, de sentirse cada vez más felices, algo que les había robado el trastorno alimentario. Al saber gestionar sus emociones, conocen estrategias para no recrearse en el malestar ni interpretar la realidad de modo casi siempre negativo, a no desear metas enfermizas como la delgadez extrema o un cuerpo que no nos corresponde, a manejar la ansiedad y el desánimo cuando aparecen, a saber aceptar las pequeñas o grandes crisis de la vida y a resolver sus asuntos de la mejor manera para ellos y para su entorno.
    La felicidad es posible cuando las personas emprenden el camino hacia la curación, logrando de hecho un nivel de salud psicológica mayor que el que tenían en épocas anteriores al TCA.

    ¿La vida mejora después del tratamiento?

    Como hemos visto, una vez realizado un tratamiento de rehabilitación de los trastornos de la alimenticios, los pacientes mejoran de modo paulatino su calidad de vida. Durante el proceso para curarse de un TCA las personas van aprendiendo a gestionar de manera más eficaz sus emociones, mejoran notablemente su autoestima y la valoración de sí mismas, se conocen y se comprenden mejor.
    Tomando como ejemplo casos reales que se han rehabilitado, podemos hablar del caso de una paciente con Anorexia Restrictiva, con grave pronóstico y un peso extremadamente bajo. Esta paciente, tras varios años de tratamiento, pudo ir comprendiendo los factores personales, familiares y sociales que la condujeron a esa enfermedad. Aún antes de alcanzar la mejoría, pudo llegar a tener pareja estable, cursar estudios universitarios y trabajar en la ayuda social. Más adelante, logró situarse en un peso, alimentación y actividad física saludables. Pasó de ser casi inexpresiva emocionalmente a poder desplegar un amplio abanico de reacciones emocionales, a relacionarse con los demás de manera habitual y procurando el bienestar de la mayoría. Lo que más costó mejorar fue su intenso nivel de perfeccionismo y la idealización de la delgadez, que tomaba del mundo de la moda. Una vez que contrajo matrimonio y pudo llegar a ser madre, su perfeccionismo y su ideal de delgadez pasaron a un segundo plano, mejorando la satisfacción consigo misma, su autoestima y su estabilidad emocional.
    Curación de los trastornos alimenticios
    Foto by Julián Pavón

    El caso de otra paciente con Bulimia Nerviosa fue realmente dramático en sus inicios, debido a la elevada frecuencia de vómitos que realizaba, el gran rechazo hacia sí misma y el dolor que sentía con respecto a su imagen y figura. Era una chica bastante insegura, que había sido criada por una madre que también padecía un trastorno alimenticio, quizá una Anorexia Nerviosa, pero nunca había querido ponerse a tratamiento. Es más frecuente de lo que se piensa que los familiares también padezcan el TCA. La lucha de esta paciente y su tenacidad lograron una rápida mejoría, en apenas tres años pudo mejorar notablemente su relación con la comida, la autoestima, las relaciones sociales y familiares y proseguir sus estudios. Hay que tener en cuenta que, según criterios internacionales, la duración media del tratamiento es de 5 a 6 años, para conseguir una mejoría suficiente. La calidad de vida de esta persona es excelente, en todas las áreas.
    Hay otro caso que se curó en un tiempo breve, esta vez de un chico que padecía trastorno por atracón. Los chicos suelen pasar desapercibidos en cuanto a este trastorno en concreto y al TCA en general, ya que en estos casos simplemente se considera que tienen sobrepeso. Normalmente no se piensa que experimenten dificultades psicológicas, rechazo hacia su cuerpo e ingieran alimentos de modo compulsivo y con ansiedad. Este paciente fue capaz de transformar su personalidad, encontrarse satisfecho consigo mismo, desarrollar una responsabilidad y una seguridad personal de las que carecía casi por completo, según sus propias palabras. Ha sido capaz de seguir estudiando y trabajando, al mismo tiempo que ha dejado de darse atracones y mantiene su peso en límites normales. La mejoría psicológica es tan grande, que su entorno opina que ha dado un giro de 180 grados. Su calidad de vida y su satisfacción son una motivación y un ejemplo para otros pacientes.
    Esperamos que este artículo os haya resuelto algunas dudas, si consideráis que esta información le puede resultar interesante a alguna amiga o amigo, no dudéis en compartirlo en vuestro muro
    ¡Hasta pronto!

    3 de diciembre de 2014

    Las Causas y la Prevención de la Obesidad Infantil

    La obesidad infantil es una de las epidemias de salud más graves de nuestros tiempos. Este gran problema sanitario afecta sobre todo a países avanzados a nivel industrial. Sin embargo, ya está llegando a extenderse a las áreas urbanas de los países en vías de desarrollo. La Organización Mundial de la Salud calcula que existen ya 42 millones de niños obesos en el planeta. ¿Y por qué se genera este grave problema? Las posibles causas de la obesidad infantil son diversas. Un motivo fundamental es que nuestras dietas se han modificado en las últimas décadas, ahora abundan los productos altos en grasas y azúcares, muchas veces de origen industrial y negativos para la salud. Este tipo de alimentos carecen, además, de muchos nutrientes necesarios, como ácidos grasos esenciales, hidratos de carbono complejos, vitaminas y minerales. Por otra parte, nuestras sociedades urbanas están cada vez más avanzadas en tecnología, y por eso necesitamos emplear poca actividad física para trabajar, desplazarnos o divertirnos. El ocio y el trabajo son cada vez más sedentarios.
    Es una realidad que alimentación y hábitos de los menores dependen muchísimo de las personas que les crían. Por eso mismo necesitamos comprender la magnitud del problema y cómo podemos prevenir y curar la obesidad infantil.

    Como Prevenir la Obesidad Infantil desde la Lactancia

    La prevención precoz de la obesidad infantil comienza desde los primeros momentos de vida. Desde el mismo embarazo es muy importante que la madre se alimente de manera equilibrada. El modo en el que se nutre la madre influirá en todas las áreas de desarrollo del feto, especialmente en su peso y dimensiones corporales. Una vez que el bebé ha nacido, es una buena estrategia en la prevención de la obesidad el que la madre opte y sea capaz de mantener una lactancia materna. El niño, la madre y el pecho sientan las primeras bases de una alimentación sana y equilibrada. De hecho, la leche materna contiene todos los nutrientes necesarios para el crecimiento saludable del bebé, ya que la clase de proteínas, azúcares y grasas que contiene son las más beneficiosas para el ser humano en formación.
    Los estudios científicos europeos demuestran que la lactancia materna, mantenida al menos hasta los cuatro o seis meses, favorece el que los niños puedan crecer con un peso normal y evitar los problemas de sobrepeso y obesidad en la infancia. La leche materna ejerce un efecto protector, no solo ante enfermedades infecciosas, vómitos y diarreas, sino también ante el exceso de peso a lo largo de toda la infancia y adolescencia.

    La Obesidad Infanitil y La importancia de Comer en Familia

    Cuando el niño comienza a adquirir hábitos de alimentación, al igual que en el aprendizaje del resto de hábitos, va a imitar muchas de las conductas de su familia. Por eso es de vital importancia que la mayoría de las veces se pueda comer en familia, es un hecho que el sentarse juntos a la mesa favorece directamente la prevención de la obesidad infantil.
    Comer en familia ayuda a combatir la obesidad infantil
    Comer en familia es la mejor herramienta para combatir la obesidad infantil

    Los mejores hábitos nutricionales que puede transmitir la familia son los relativos a la dieta mediterránea. Es decir, el poder comer unas cuatro o cinco o piezas de fruta diarias, además de dos o tres raciones de verduras, una cantidad significativa de cereales a lo largo de la semana y pescado o carne en menor cantidad. Las grasas más saludables son las que la familia hace bien en incluir en su dieta, ya que así los niños pueden beneficiarse de sus importantes ventajas para su desarrollo: Los ácidos grasos esenciales, como los hallados en los frutos secos, el aceite de oliva y los pescados azules, son un buen ejemplo de grasas saludables, seguidos por las grasas de origen animal, que han probado ser menos perjudiciales de lo que se pensaba en los últimos años. Es importante que la familia no abuse de grasas y azúcares refinados e industriales, que más bien incluya este tipo de alimentos como algo anecdótico y esporádico.

    La Comida Rápida y la Obesidad Infantil

    La comida rápida suele contener un índice bastante alto de azúcares refinados, que junto con las grasas no saludables elevan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y diabetes en los menores. Es cada vez más elevada la proporción de niños que sufren estas enfermedades hoy en día, las cuales antes se hallaban más bien en población adulta.

    Los Refrescos Azucarados y la Obesidad Infantil

    Las patatas chips y los snacks, consumidos también a modo de hábito, fomentan la obesidad infantil. Esto es debido a la gran cantidad de grasas saturadas y a veces industriales, las llamadas “grasas malas”, que se acumulan en el organismo y dificultan su correcto funcionamiento. Este tipo de manera de consumir aperitivos industriales no es saludable, pero los niños pueden beneficiarse de los excelentes nutrientes que contiene este alimento si las consumen de forma tradicional cocidas, guisadas o al horno.

    Soluciones a la Obesidad Infantil

    Los tratamientos para la obesidad infantil pasan por la progresiva incorporación de hábitos de comida saludables y equilibrados. Los cambios necesarios no son fáciles, ya que partimos de hábitos perjudiciales que están muchas veces instaurados desde hace años. Además, muchos de los niños con obesidad o niños con sobrepeso padecen este desorden porque tienen dificultades psicológicas, las cuales muchas veces se hallan en la familia. Muchos niños comen compulsivamente debido a la ansiedad que sienten por otros motivos. En muchas ocasiones, una terapia individualizada ayuda a solucionar los problemas psicológicos que han llevado al niño o niña a comer desordenadamente, educando al niño progresivamente en hábitos de alimentación equilibrados, sin renunciar a alimentos sabrosos pero sanos.
    La terapia familiar es una poderosa herramienta para lograr la salud física y emocional de todos sus miembros, ya que averiguando las causas del malestar y ayudando a la familia a encontrar sus propias soluciones, se pueden ir modificando también los hábitos alimentarios que han conducido al peso excesivo. La actitud de los padres es muy importante para ayudar a toda la familia y para beneficiar, sobre todo, a los hijos. Las terapias para prevenir los problemas psicológicos y la obesidad infantil son muy útiles para lograr que tu hija o hijo crezcan como adultos sanos y felices. Siempre se está a tiempo de modificar un problema de salud, que muchas veces es psicológico y físico a la vez, y lograr un futuro sano para tus hijos.

    5 de noviembre de 2014

    Entrevista a Centro Cata - Información sobre Anorexia, Bulimia y Tca

    Información sobre la Detección Precoz de la Anorexia en la Cadena Ser

    Hoy miércoles 5 de noviembre del 2014, Centro Cata ha vuelto a participar en una pequeña entrevista en la la radio, particularmente en Cadena Ser del Garraf y Penedés (Barcelona).

    Entrevista a Centro Cata en Cadena Ser Garraf y Penedés

    Una vez más, ha sido un placer poder compartir con todos los oyentes unos minutos de su tiempo y poder aportar algo de nuestro conocimiento en nuestro Centro Especializado en Trastornos Alimenticios, para intentar ayudar a la detección precoz de los TCA (trastornos de la conducta alimentaria), tales como la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón; ya que es de vital importancia la detección precoz de los primeros síntomas de estas enfermedades y su tratamiento en las fases más incipientes, con el fin de que el paciente esté más predispuesto a la terapia y la enfermedad deje las mínimas secuelas posibles.
    En este artículo del blog podreis ver cuales son las principales terapias a seguir en un hospital de día para los TCA y enfermedades relacionadas con los trastornos alimenticios.

    Si estáis interesados en escuchar la entrevista, la podéis escuchar aquí.

    25 de octubre de 2014

    Los Trastornos Alimenticios y su Tratamiento en Hospital de Día

    Los TCA, la epidemia del siglo XXI

    El trastorno alimentario se ha constituido como una verdadera epidemia en la actualidad. Según los Anales Españoles de Pediatría, constituyen la tercera enfermedad crónica de los adolescentes españoles desde hace más de 15 años, y las cifras de personas de todas las edades que padecen este tipo de enfermedad mental no dejan de aumentar. Los afectados y afectadas por estos trastornos suelen acudir a tratamiento en fases ya avanzadas de la enfermedad, por lo cual suele ser frecuente el ingreso en régimen de hospital de día. Los hospitales de día especializados en trastornos alimentarios combinan un amplio abanico de terapias, con la finalidad de abordar y tratar los trastornos alimentarios desde todas las áreas que han sido afectadas en la vida del individuo: Se trabaja con la persona individual y grupalmente, se reeducan sus hábitos de alimentación, se mejora la aceptación y comprensión del propio cuerpo, se implica a la familia en el proceso de curación y se prepara a la persona para su reintegración en la vida social, académica y laboral . Las enfermedades que más habitualmente se tratan en un hospital de día para trastornos alimentarios son la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón. También son objeto de tratamiento los trastornos alimentarios más recientemente aparecidos, como son la ortorexia o la vigorexia. Los niños que padecen obesidad infantil en un grado severo también se benefician de un tratamiento en régimen de hospital de día, donde se suele trabajar ampliamente la reeducación de hábitos alimentarios.
    Hospital de Día Bulimia

    Hospital de día su Tratamiento hospitalario

    Hay varias ventajas a la hora de realizar un tratamiento en un hospital de día para trastornos alimenticios, en comparación con un tratamiento intrahospitalario en el cual el paciente permanece ingresado en el hospital las 24 horas del día los 7 días de la semana. En un tratamiento en régimen de hospital de día el paciente acude desde la mañana a la clínica y allí llevará a cabo una jornada de actividades terapéuticas diversas, finalizando por la tarde y retornando a su entono habitual. Este programa de terapias se desarrolla de lunes a viernes, todas las semanas, y se va reduciendo gradualmente conforme la paciente va mejorando. Lo habitual es que una persona acuda, por ejemplo, de 9 de la mañana a 6 de la tarde, con el fin de ir implicándose a lo largo del día en diferentes terapias y poder modificar hábitos alimentarios perniciosos y disfuncionales.  Al acabar la jornada terapéutica, la paciente puede continuar manteniendo el contacto con sus amistades, pareja, familia y, en general, con su entorno cotidiano. También puede continuar realizando sus estudios, prácticas laborales, formación y cualquier tipo de actividad que sea beneficiosa para el paciente y compatible con su tratamiento.  Así se van practicando y aplicando en la vida cotidiana las habilidades aprendidas y los cambios hacia la mejoría, los cuales la paciente ha ido trabajando a lo largo del día y de la semana en el hospital de día. Por el contrario, en un ingreso hospitalario en el cual la paciente está ingresada a tiempo completo, es decir, 24 horas al día durante todas las semanas que dura el ingreso, se produce una ruptura brusca con la red de relaciones de la persona, así como con sus actividades habituales. Por desgracia, es necesario en algunos casos en los que la gravedad del trastorno requiere una supervisión continuada por parte de un equipo clínico y una alimentación forzada y obligatoria. Estos casos se dan cuando el peso del paciente constituye un riesgo serio para su vida, no hay apoyo ni supervisión familiar hacia la persona en tratamiento o la gravedad de los trastornos mentales son extremas. En cualquier caso, la opción más recomendable para poder realizar cambios duraderos en la persona y en su entorno es siempre el ingreso en régimen de hospital de día, donde la paciente realiza un tratamiento intensivo adecuado para combatir su trastorno y puede ir aplicándolo y generalizándolo en su entorno habitual.

    Hospital de día para el TCA

    ¿En qué consiste el tratamiento en un hospital de dia para el TCA? El TCA son las siglas del Trastorno de Conducta Alimentaria, y las terapias que mejor resultado dan para combatirlo son las que se llevan a cabo en un hospital de día, que esté especializado en este tipo de problemas. El TCA es siempre un trastorno mental, por lo que el tratamiento de los TCA incluye una combinación de terapias destinadas a modificar los pensamientos, emociones y conductas que son negativas para la paciente y para el resto de personas con las que trata. Es muy importante trabajar a nivel individual con la paciente, para que pueda expresar vivencias y malestares que son difíciles de comunicar a otras personas y que han de ser trabajados exhaustivamente, ya que tienen que ver con la enfermedad alimentaria. También es clave la terapia en grupo, la cual genera unos cambios muy productivos para la persona, ya que la paciente se ve reflejada e identificada con los problemas del resto de compañeros y se pueden trabajar aspectos de la persona con mayor facilidad incluso que en terapia individual. También es importante observar los hábitos alimentarios de la paciente e ir modificándolos hacia la salud, así como realizar un aprendizaje en técnicas corporales para poder controlar la ansiedad, mejorar la relación con el propio organismo, aceptar el propio peso y figura y lograr un equilibrio entre la mente y el cuerpo.
    Hospital de Día Tca

    Hospital de día para el Tcane

    En un hospital de día especializado en trastornos alimentarios también se realiza tratamiento de los  Tcane , los cuales son Trastornos de Conducta Alimentaria No Especificados, es decir, que son una enfermedad de la conducta alimentaria que reúne síntomas de varios trastornos a la vez. Una paciente con este diagnóstico puede tener a la vez síntomas de anorexia, bulimia o trastorno por atracón, o quizá también de otros trastornos menos comunes como pueden ser la vigorexia o la ortorexia. El tratamiento de hospital de día para el Tcane consiste en una combinación de estrategias terapéuticas similar a la que se usa para tratar el resto de problemas alimentarios. Hay que trabajar mucho las emociones negativas de los pacientes, modificar pensamientos negativos, realizar un cambio de actitudes y conductas hacia la salud e incorporar hábitos alimentarios sanos. En estos casos es clave el trabajo de las resistencias que presenta el paciente al tratamiento, ya que son casos especialmente complicados al reunir a la vez rasgos de varios trastornos.
    Hospital de Día Tcane

    Hospital de día para el anorexia

    El tratamiento en hospital de día para la anorexia se aborda desde varios frentes: Primeramente, es importante crear un buen vínculo con la paciente para poder ir trabajando a nivel emocional, que pueda expresar sus miedos, malestares y pensamientos negativos. Estos pensamientos y creencias negativas, que suelen estar relacionadas con el propio cuerpo, peso y dimensiones corporales, generan mucha angustia en la persona y aparecen casi las 24 horas del día, controlando las emociones y las conductas de la persona enferma. Las terapias para tratar la anorexia deben ir modificando la fuerza y la gravedad de estos pensamientos y sentimientos negativos. Un punto muy importante a trabajar es la distorsión corporal, ya que la paciente se ve mucho más gruesa de lo que está, viéndose incluso más grande mientras más va adelgazando. Esta distorsión se produce por el miedo a engordar, que afecta a la persona en gran medida. El tratamiento de la anorexia incluye siempre el trabajo de las conductas destinadas a perder peso, como es la restricción de alimentos, el ejercicio compulsivo o el uso de laxantes, diuréticos y quemagrasas.
    Hospital de Día Anorexia

    Si quieres tener más información de como detectar la anorexia tambien puedes leer este artículo relacionado.

    Hospital de día para el bulimia

    Otra enfermedad alimentaria muy frecuente es la bulimia. El tratamiento en un hospital de día para la bulimia consiste también, como en el caso de la anorexia, en realizar primeramente un vínculo de confianza con la paciente que facilite el que la persona pueda explicar sus problemas al equipo clínico. En las etapas iniciales del tratamiento de la bulimia es importante que se vaya reduciendo la cantidad de atracones y vómitos que la paciente realiza diaria o semanalmente. Esto se consigue con un buen trabajo terapéutico a nivel emocional, cognitivo o de pensamiento, y trabajando mano a mano con el entorno familiar y de pareja, los cuales son una excelente fuente de información y apoyo para los pacientes.  Otro factor que ayuda mucho a combatir el impulso de comer compulsivamente para luego vomitar es realizar una alimentación equilibrada y bien distribuida a lo largo de la jornada. Por eso, la reeducación de hábitos alimentarios que se realiza en hospital de día para tratar la bulimia es una herramienta fundamental para que la paciente pueda controlar estos impulsos autodestructivos. El trabajo con la distorsión corporal y  las conductas destinadas a perder peso es similar al comentado en los casos de anorexia nerviosa.

    Hospital de día para el trastorno por atracón

    Un trastorno que suele pasar mucho más desapercibido que la anorexia o la bulimia es el trastorno por atracón. Y esto es porque suele confundirse con una obesidad por otros motivos, ya que la persona realiza los atracones a escondidas muchas veces o realiza picoteos disimulados con una frecuencia muy elevada a lo largo del día. El abordaje que se realiza en hospital de día con el trastorno por atracón es muy intensivo, ya que los pacientes que lo padecen suelen presentar mucha resistencia al cambio. La terapia pasa, como siempre, por un buen vínculo con la paciente, un trabajo de las causas emocionales que la llevan a realizar los atracones. El trabajo por lo tanto de los sentimientos y pensamientos negativos es importantísimo para prevenir las conductas de comida compulsiva en estas pacientes. En el tratamiento del trastorno por atracón es importante la modificación de hábitos alimentarios y el irlas conduciendo hacia una dieta sana, equilibrada y sin restricciones ni excesos, así como mejorar las relaciones con la familia.

    Hospital de día para el ortorexia

    Recientemente han ido apareciendo nuevos trastornos alimentarios, y por lo tanto trastornos mentales que han de tratarse como tales. Cada vez se va solicitando más tratamiento de la ortorexia,  que es un trastorno alimentario que consiste en una extremada obsesión por comer lo más sano posible, tanto que se convierte en algo patológico y que ocupa casi todo el pensamiento y actividades de la persona. El tratamiento de hospital de día de la ortorexia tiene por objeto sobre todo analizar las causas emocionales y problemáticas diversas que han llevado a la persona a desarrollar este trastorno mental. También es muy importante que la persona vaya incorporando conocimientos adecuados y funcionales sobre la alimentación que ha de llevar diariamente, e ir modificando las conductas desadaptadas que presenta, como por ejemplo estar pendiente varias horas al día del valor nutritivo de los alimentos, no permitirse alimentos por placer sino sólo por su supuesto valor, llevar a cabo rituales rígidos y obsesivos con la alimentación y desplazar una buena parte de su tiempo y energías a la alimentación, como sucede en la totalidad de los trastornos alimentarios.

    Hospital de día para el vigorexia

    Otro trastorno cada vez más generalizado en las sociedades industrializadas y avanzadas económicamente es la vigorexia, la vigorexia consiste en una obsesión por tener un cuerpo cada vez más musculado, más perfecto y con el mínimo nivel de grasa posible para que la musculatura sea más fácil de visualizar. Se realizan cada vez más tratamientos en hospital de dia para la vigorexia, ya que es un trastorno que también genera muchas emociones negativas,  distorsión corporal, viéndose la persona insuficientemente musculada a pesar de estar muy voluminosa,  pensamientos negativos, conductas obsesivas y ejercicio físico compulsivo para modificar el cuerpo. El tratamiento para la vigorexia consiste incialmente en la retirada de los productos químicos, de gran riesgo para la salud (tales como prepadados a base de proteinas más o menos puras, hidratos de carbono, etc), que toman muchas de las personas que padecen este trastorno. El trabajo intensivo que se realiza en el hospital de día permite la gradual modificación de la obsesión relacionada con el cuerpo, enseñar al paciente a estimarse por otros factores que no sean solamente su cuerpo, e ir trabajando las causas emocionales, tanto individuales como del entorno, que han llevado a la persona a padecer este trastorno alimentario.

    Hospital de día para el obesidad infantil

    La obesidad infantil es un motivo de consulta cada vez más extendido en nuestro país, adquiriendo también proporciones de epidemia. Estos problemas suelen estar causados por unos deficientes hábitos de alimentación, que incluyen comidas rápidas con una carencia de nutrientes esenciales y un exceso de grasas perjudiciales y de azúcares de absorción rápida, añadidos muchas veces a una ausencia de ejercicio físico, y en muchas ocasiones por un problema psicológico, que lleva al niño o niña a comer compulsivamente y con ansiedad. El tratamiento que se realiza en hospital de día para la obesidad infantil tiene que ver con averiguar las causas emocionales, familiares, académicas y del entorno en general del niño. El tratamiento para la obesidad infantil también incluye un amplio trabajo con la familia, reeducación de hábitos alimentarios, modificación de las actitudes y conductas de sedentarismo, y terapia individual y terapia de grupo de los factores psíquicos que han llevado al paciente a presentar este trastorno.

    Hospital de día para el reeducación alimentaria

    Una de las terapias más útiles de un hospital de día especializado en trastornos alimentarios es el tratamiento de reeducación alimentaria. En el hospital de día la reeducación alimentaria consiste en guiar al paciente hacia la modificación de hábitos alimentarios que pueden ser negativos para su organismo y para sus estados emocionales. Estos hábitos disfuncionales se van sustituyendo por una alimentación equilibrada, bien distribuida a lo largo del día, y que contenga todos los nutrientes esenciales para las características del paciente en concreto. Es muy importante enseñar a la persona el valor nutricional de los alimentos, las necesidades básicas diarias y semanales de cada grupo de alimentos y cómo han de combinarse para tener una dieta sana y equilibrada. Todo esto ha de llevarse a cabo sin que el paciente lo convierta en una obsesión y sin que conlleve rigidez o rituales en torno a la comida. Precisamente, uno de los objetivos principales del hospital de día en cuanto a la reeducación alimentaria es el ir eliminando, progresivamente, manías y formas estereotipadas y patológicas de comer.

    22 de septiembre de 2014

    Información sobre la Anorexia en Cadena Ser

    El martes 23 de septiembre, tuvimos la inmensa suerte de ser entrevistados por la Cadena Ser del Garraf y Penedés (Barcelona).
    Estamos encantados de poder compartir con vosotros esta experiencia, y a la vez, aportar nuestro granito de arena para mejorar la vida de las personas afectadas por enfermedades relacionadas con los trastornos de la conducta alimentaria, informando a Padres, Madres y personas que padecen un TCA, Tcane , Anorexia, Bulimia, Vigorexia, Trastorno por Atracón, etc. sin diagnosticar, de todo aquello que pueda resultarles útil para volver al camino de la salud.
    Aquí os dejamos la entrevista para que podáis escucharla.

    Entrevista en Cadena Ser a Patricia Rodriguez sobre Tca y Tcane

    Si quieres eschuchar la entrevista, solo tienes que hacer clic aquí. ¡Hasta pronto!

    5 de septiembre de 2014

    Tratamientos para la Anorexia

    La psicoterapia es el tratamiento más común para la anorexia y cuenta con el mayor apoyo de la mayor parte de los investigadores. Un tratamiento psicoterapéutico necesita de un tiempo considerable, especialmente si viene combinado con otro tipo de problemáticas como abuso sexual, depresión, obsesiones, trastornos de personalidad, consumo de drogas o problemas de de pareja. La psicoterapia puede ser muy útil en el tratamiento no sólo de los desórdenes alimenticios, sino también para fomentar la salud emocional, por lo que ayuda a conseguir una vida más plena. De hecho, el enfoque de los tratamientos psicoterapéuticos es el abordaje de los problemas emocionales y cognitivos subyacentes, que son la causa de los trastornos alimentarios.

    Técnicas Psicoterapéuticas para tratar la Anorexia

    Las técnicas psicoterapéuticas en la anorexia son múltiples y diversas, ya que esta enfermedad afecta a prácticamente todas las áreas de la persona. Por lo tanto, la curación requiere un abordaje multidisciplinar con técnicas y procedimientos validados, contrastados y especializados.

    Terapia Psicocorporal

    La Terapia Psicocorporal comprende, por una parte, técnicas de psicomotricidad, dirigidas a conseguir que el/la paciente esté satisfecho con su figura, y mejore su experiencia y su actitud positiva hacia el propio cuerpo. Aconsejamos realizar este  tipo de terapia en  grupo (2-3 sesiones semanales) y está compuesta por ejercicios de expresión corporal, masaje, respiración y baile. Todas las sesiones se trabajan posteriormente en grupo, haciendo hincapié en cómo se observa el propio paciente, atendiendo a reacciones emocionales y motoras principalmente. También comprende entrenamiento en relajación. En pacientes en los cuales han sido descritas experiencias negativas y/o abusos sexuales es frecuente que experimenten dificultades para relajarse y, en general, para percibir adecuadamente sensaciones corporales, como tensión y/o relajación. Tienden a evitar cualquier situación que suponga un mínimo de confrontación o en esa situación reaccionan con tensión corporal en general. Por ello son especialmente beneficiosas este tipo de técnicas, especialmente las relajaciones progresivas de Jacobson o Schultz.

    Psicoterapia Individual

    Una pieza clave del tratamiento psicoterapéutico para la anorexia es la Psicoterapia Individual, siendo algunas orientaciones terapéuticas indicadas como tratamientos de elección en este trastorno. Por propia experiencia en nuestro servicios ambulatorios y hospital de día para el tratamiento de la anorexia, consideramos tremendamente útiles las técnicas humanísticas basadas en el “counselling”, que centran su atención en el cuidado y optimización del vínculo terapéutico con la/el paciente, trabajando terapéuticamente las emociones de modo profundo, las creencias disfuncionales y las prioridades vitales de la persona, con el objetivo de llegar a una autoaceptación y a un equilibrio psíquico.

    Terápia Cognitivo-Conductual

    También son de gran ayuda, para promover el cambio hacia la salud necesario en anorexia, las técnicas cognitivo-conductuales como reestructuración cognitiva, debate y corrección de pensamientos distorsionados, extinción de conductas adictivas, modelado y entrenamiento de habilidades sociales, desensibilización sistemática y exposición gradual a situaciones temidas, entrenamiento en relajación y autoinstrucciones, regulación emocional, autorregistros, planificación de ingestas, control estimular, solución de problemas, reestructuración de la imagen corporal distorsionada, entre otras. Las técnicas de terapia dialéctico-conductual están encaminadas a la regulación emocional profunda, control de impulsos, aceptación de aspectos contradictorios de la personalidad y modificación de conductas disfuncionales. También ha probado ser muy útil en anorexia la terapia interpersonal. Este estilo de terapia aborda, desde el ámbito emocional, problemas como el estrés interpersonal, la baja autoestima y las emociones negativas, como la tristeza, apatía, ira y miedos diversos.

    Terapia de Grupo para el Tratamiento de la Anorexia

    Una pieza clave e imprescindible para el tratamiento de la anorexia es la Psicoterapia grupal, que combina técnicas psicoeducativas cognitivo-conductuales, interpersonales y humanísticas, es una de las herramientas más efectivas y más rápidamente elicitadoras de cambio en pacientes con trastorno alimentario. Proporciona un espacio de aprendizaje terapéutico privilegiado, desarrollándose la aceptación mutua y la autoestima,  la identificación y reconocimiento de patrones disfuncionales y el aprendizaje y puesta en práctica de recursos individuales y grupales de curación. Hay un trabajo intenso de la esfera emocional, cognitiva e interpersonal.

    Terapia Familiar para el Tratamiento de la Anorexia

    La terapia familiar es muy útil y desde CENTRO CATA la consideramos la piedra angular del tratamiento. Ya desde la primera sesión terapéutica en la cual los pacientes acuden acompañados por sus familias. Se basa en los recursos  capacidades que tiene la familia para ayudar y solucionar el problema del o de la paciente.  Se trabaja periódicamente con los principales miembros de la familia que forman parte del problema y de la solución del  cuadro psiquiátrico del individuo el tratamiento, haciéndoles partícipes activos del cambio. Es habitual informar a la familia con detalle y precisión de los principales síntomas y conductas manipulativas propias del trastorno alimentario, así como formarles para que su ayuda sea más dirigida y eficaz para la mejora de la persona en tratamiento.
    En algunos casos suele necesitarse también la terapia de pareja, la cual aplicada a un trastorno alimentario busca solucionar desavenencias y conflictos de pareja que pueden estar manteniendo los síntomas de la persona en tratamiento, así como hacer partícipe a la pareja del o de la paciente del proceso de cambio terapéutico, informándoles también sobre el cuadro psiquiátrico de la enfermedad y proporcionando herramientas que contribuyan a la recuperación.

    Terapia Ocupacional para el Tratamiento de la Anorexia

    Otra técnica psicoterapéutica muy común para el abordaje de la anorexia nerviosa es la terapia ocupacional. Esta disciplina, aplicada al tratamiento de la anorexia, tiene como objetivo organizar de modo más productivo el tiempo, generar o desarrollar habilidades, fortalecer  la autoestima mediante el logro, favorecer la autocognición, trabajar mediante técnicas artísticas emociones dolorosas y transformarlas en recursos y potencialidades que ayudan a la curación, desarrollar una proyección personal del sujeto en su obra, ejercitar la creatividad y afirmar el vínculo terapéutico.

    Desde Centro Cata, estaremos encantados de resolver cualquier duda que se te presente, solo tienes que enviar un formulario de contacto y te responderemos en seguida, tratando tus datos con la máxima discreción

    25 de junio de 2014

    Anorexia - Como Detectarla

    ¿Te preocupa que tu hija o hijo esté perdiendo peso?
    ¿Su carácter y costumbres han cambiado y crees que tiene que ver con una obsesión por adelgazar y por su figura?
    ¿Tienes alumnas o alumnos que sabes que están obsesionados por las dietas, tirando el almuerzo a la basura o vomitando a escondidas en los lavabos?

    Cómo Detectar la Anorexia

    Si has respondido que sí a alguna de estas cuestiones, es muy probable que estés ante un caso de anorexia nerviosa, siendo esta una enfermedad que se está instalando como una verdadera epidemia en los adolescentes y población juvenil, sobre todo en el sexo femenino. En este artículo te enseñaremos a detectar la anorexia nerviosa, explorando las conductas más típicas de esta peligrosa y letal enfermedad, que suelen pasar inadvertidas debido a los esfuerzos que las enfermas realizan par ocultarlas su entorno cercano. Sólo de este modo puede comenzarse a prevenir el avance de la anorexia.
    Desde Centro Cata estamos interesados en divulgar todo lo relacionado con las TCA o Trastornos de la Conducta Alimenticia como la Anorexia Nerviosa, es por ello que en este artículo vamos a intentar aportar algunos consejos para que padres y profesores, puedan detectar de forma precoz, posibles casos de anorexia en sus hijos/as o alumnos/as.

    Tipos de Anorexia

    La anorexia nerviosa, llamada así porque es una enfermedad mental cuyo origen depende siempre de factores psicológicos, consiste sobre todo en un pánico intenso ante la idea de engordar, un fuerte rechazo a tener un peso siquiera dentro de los límites mínimos para su edad y una distorsión de su apariencia y dimensiones. Las personas afectadas por este trastorno se ven cada vez más voluminosas cuanto más adelgazan, entrando en una espiral de obsesión cada vez mayor por seguir perdiendo peso a toda costa.
    Estas maneras de perder peso son distintas y variadas, dando incluso lugar a diferentes tipos de anorexia. Aquí vamos a intentar explicar las formas más comunes y repetitivas que aparecen en este trastorno: La anorexia restrictiva y la anorexia purgativa.
    Desde Centro Cata estamos interesados en divulgar todo lo relacionado con las TCA o Trastornos de la Conducta Alimenticia como la Anorexia Nerviosa, es por ello que en este artículo vamos a intentar aportar algunos consejos para que padres y profesores, puedan detectar de forma precoz, posibles casos de anorexia en sus hijos/as o alumnos/as.

    Anorexia Restrictiva

    Las personas afectadas por una anorexia restrictiva tienden a comer cada vez menor cantidad de nutrientes cada día, restringiendo sobre todo los alimentos que contienen más calorías, principalmente todos aquellos compuestos por grasas e hidratos de carbono.
    Si la obsesión anoréxica por seguir perdiendo peso y volumen se dispara cada vez más, la persona llega a realizar ejercicio de manera compulsiva. A pesar de la debilidad por la falta de nutrientes, hay un deseo por seguir eliminando calorías. Esto se debe a que la distorsión de la imagen corporal es cada vez más fuerte, llegándose a ver obesas aún estando con un peso muy inferior a lo normal para su edad. También sigue aumentando el miedo a engordar, a medida que el trastorno sigue instaurándose en la vida de la persona.
    En realidad, las enfermas y enfermos siguen sintiendo hambre, pero el deseo anoréxico de seguir perdiendo masa corporal es tan intenso que estos pacientes llegan a tolerar muy bien la sensación de hambre y a aguantar períodos largos de ayuno.

    Anorexia purgativa

    Cuando un individuo restringe tanto la ingesta de calorías, hay muchos períodos de hambre intensa en los cuales todo su organismo se rebela contra el rechazo anoréxico a comer.
    En aproximadamente la mitad de los pacientes con anorexia nerviosa, existen momentos en los que el control férreo sucumbe ante el hambre largamente mantenida por la enferma. Tiene lugar entonces un atracón o ingesta de comida descontrolada, el cual puede ser una cantidad considerada normal, pero que para la persona con anorexia es vivido como un atracón en toda regla.
    Esta percepción de haberse dado un atracón desencadena una fuerte culpabilidad, sentimientos de rechazo y de denigración de uno mismo. A consecuencia de estas emociones negativas, la conducta anoréxica típica es la de purgar esta ingesta extra, mediante el vómito, laxantes, diuréticos y quemagrasas.
    Cuando los pacientes entran en un bucle de restringir alimentos de manera importante, sucumbiendo al atracón y purgándose después con los métodos mencionados, decimos que la persona sufre una anorexia purgativa.

    Cómo Detectar la Anorexia

    Para los familiares, docentes y entorno en general, es muy complicado saber cómo detectar un caso de anorexia. Estos pacientes esconden hábilmente las conductas de restricción de alimentos y sobre todo las purgas, además de inventar ingeniosas excusas para justificar la pérdida de peso y la escasez de alimentos que ingieren.
    Pero hay signos y síntomas que es imposible ocultar, algunos de ellos físicos y otros, más sutiles, psicológicos.
    Para el lector interesado, ofrecemos a continuación una serie de consejos para detectar la anorexia, además de algunas de las excusas más frecuentes que puede plantear su familiar o alumno cuando vea que usted observa o cuestiona su comportamiento.
    Estas excusas, estratagemas, mentiras y manipulaciones no suelen ser propios de la persona en sí, sino que son consecuencia de esta letal enfermedad, la cual hace que la persona realice todo tipo de conductas por poco éticas que sean para lograr evitar el máximo posible de calorías diarias.
    1 - Hay una evitación de los alimentos con más contenido en calorías. Suelen reducirse o eliminarse de su dieta los hidratos de carbono, sobre todo azúcar, dulces, bollería, confituras, helados, llegando hasta el arroz, pasta, pan, patatas y legumbres. También hay una fobia importante a las grasas, sean aceite, mantequilla o margarina, frutos secos, chocolate o cacao. Suele presentarse un rechazo a las carnes consideradas grasas y especialmente a los embutidos, y puede llegarse a evitar también los pescados grasos.
    - La típica excusa que interpone una persona con anorexia cuando se le cuestiona esta conducta, es decir que prefiere evitar estos alimentos debido a que “no son sanos”, “me sientan mal”, “me producen dolor, estreñimiento, flatulencias, etc.”, “soy vegetariano, vegano, intolerante a la lactosa, alérgico al gluten, etc.”. También pueden apoyarse ocasionalmente en la moda actual de dietas depurativas, ayunos para reducir tóxicos en el organismo y diversidad de remedios naturales, que estos pacientes utilizan siempre con la única finalidad de restringir las calorías de su dieta.
    2- La persona reduce el tamaño de las raciones, porciones, e incluso evita ingestas enteras. Es algo que suele ser paulatino, cada día o cada semana un poco más, por lo que suele pasar inadvertido de entrada para profesores o familiares.
    Suelen trocear mucho los alimentos, y comer lentamente, para aumentar la sensación de saciedad, dando de paso la impresión de una ingesta normal al estar más tiempo en la mesa. También es frecuente que hinchen el estómago con líquido para aplacar la sensación de hambre, preferentemente con agua por su ausencia de calorías.
    Si se ven observados, pueden llegar a simular que comen una ración normal de comida, mientras sin ser vistos esconden o tiran los alimentos de diversas maneras que ahora especificaremos:
    Suelen ocultar comida en bolsillos, mangas… Cualquier parte de la ropa o bolsos y mochilas son útiles para este propósito. Después tirarán la comida cuando no sean observados, habitualmente en algún lugar fuera del domicilio o escuela.
    En los centros académicos es frecuente ver como tiran la comida a la papelera en el patio, muchas veces en grupos de enfermas que se “tapan” unas a las otras y contribuyen a dar una imagen de normalidad a docentes que no están bien informados sobre estos trastornos. También es usual que intercambien almuerzos, por ejemplo una paciente con anorexia le da su bocadillo a otra persona, la cual frecuentemente tiene otro trastorno alimentario relacionado con la ingesta compulsiva y agradece esta comida extra.
    Las excusas más habituales para saltarse comidas, lo que supone evitar ingestas enteras, son sobre todo malestar corporal, “me duele el estómago o la barriga”, “me duele la cabeza”, “estoy enferma y tengo que acostarme”, etc. También pueden retrasar la ingesta para no estar presente mientras la familia come, justificándose con los estudios, quehaceres varios, charlas con amistades o parejas, etc. La excusa estrella es “ya he comido antes de que llegáseis”, “comí cuando no estábais”, “ya comí en casa de fulanita”, etc. Cuando llegan a casa de amigos u otros familiares, el argumento se invierte, diciendo “ya he comido en casa”.
    El provocar discusiones o conflictos o recurrir a un estado de tristeza o de ansiedad es otra estrategia, que puede llegar a ser bastante automática o inconsciente, para justificar una retirada del lugar donde se está comiendo y evitar así la ingesta.
    3 - Las conductas purgativas, en especial el vómito, son las más difíciles de detectar, ya que la persona siente vergüenza cuando realiza un atracón o una purga, y las realiza a escondidas. Suelen vomitar cuando no hay nadie en casa, en los lavabos de la escuela, en papeleras y lugares alejados del hogar. Si se ven forzadas a vomitar cuando está la familia en casa, lo hacen con el grifo abierto o duchándose, para que no se oiga el ruido del vómito. Después, suelen echar perfume, ambientador, jabones olorosos, etc. para que no se perciba el olor ácido del vómito recién efectuado.
    Cuando la persona usa laxantes lo justifica alegando estreñimiento pertinaz o directamente lo oculta. Lo mismo pasa con los diuréticos, que son presentados como un remedio para la retención de líquidos o tamnbién utilizados de modo encubierto. Los quemagrasas son guardados en secreto por lo general.
    4 – Es frecuente que aumenten su actividad física, a veces practicando deporte o yendo a algún gimnasio, lo cual se justifica nuevamente con el objetivo de fomentar la salud. Pero estos enfermos suelen ser más sutiles, y aumentar considerablemente su actividad física sin que su entorno lo aprecie: Con cualquier excusa, caminan muchos kilómetros al día, ofreciéndose para hacer recados, “olvidándose” con frecuencia objetos que han de volver a buscar a pie, acudiendo a visitar a diversas personas o a realizar diversas actividades en puntos diferentes del pueblo o ciudad, etc.
    Aún más sutiles son las formas de quemar calorías ofreciéndose a hacer tareas domésticas o cuidar los animales, algo bien considerado en general por los familiares y que no suele despertar sospechas.
    Y decididamente encubiertas son las formas de hacer ejercicio de noche o en momentos en los que no son vistos. Muchos pacientes realizan ejercicios aeróbicos y de tonificación muscular en su habitación, en horas en las que no tienen ninguna supervisión.
    También pueden llegar a realizar movimientos repetitivos y de tonificación sin que los demás lo aprecien, por ejemplo moviendo las piernas bajo una mesa, realizando múltiples series de abdominales bajo una manta mientras simulan estar recostados, o simplemente estando de pie más tiempo de lo habitual con la idea de quemar algunas calorías de más.
    Es importante que familiares y docentes puedan estar pendientes de estas formas encubiertas de quemar calorías, además de estar prevenidos de que el paciente intentará justificarlo como algo que no tiene ese fin e incluso negarlo la mayoría de las veces.
    5 – Los signos y síntomas físicos de las conductas restrictivas son los que el paciente tiene más dificultad para ocultar: La pérdida de peso, aunque se intente disfrazar bajo capas de ropa, es evidente.
    También hay un deterioro del cabello, que se vuelve lacio, sin brillo y se cae más, llegando a producir calvas en algunos casos. La piel se torna pálida, más seca y el aspecto es enfermizo, apareciendo también ojeras. El aspecto y funcionamiento del cuerpo es de debilidad, alternando con períodos de hiperactividad.
    Es frecuente una sensación de frío permanente o hipotermia, debido a que han ido eliminando mucha de la grasa corporal necesaria para el adecuado funcionamiento del organismo.
    También están aumentando la frecuencia de las autolesiones en trastornos alimentarios. Las personas que padecen anorexia realizan cortes superficiales o profundos en su piel, principalmente en antebrazos, abdomen y muslos, ante la ansiedad que les provoca su cuerpo, que ven obeso debido a la distorsión corporal, o para mitigar el hambre y la ansiedad. Suelen ocultar los cortes bajo la ropa, hasta que se curan.
    En el caso de conductas purgativas, es evidente que la persona va mucho más al lavabo, ya sea para orinar, defecar, o ambas cosas. Es útil registrar en cajones, ropa o mochilas del familiar, si es necesario pidiendo permiso para hacerlo aunque sin avisar previamente, ya que podemos encontrar botes de quemagrasas, diuréticos, laxantes, etc. Hay pacientes que guardan verdaderos arsenales de medicamentos para perder peso. También veremos si hay una reacción defensiva u hostil para protegerse de dicha inspección, lo cual indica una alta probabilidad de que la persona esté utilizando estos métodos purgativos.
    El vómito se puede prevenir impidiendo que la persona vaya al lavabo hasta dos horas pasada cualquier ingesta, y estando atentos a los signos de ocultamiento antes mencionados: Uso de perfumes tras ir al lavabo, restos de comida que atascan tuberías, ruidos de arcadas, etc.
    Los signos físicos del vómito son mucho más difíciles de ocultar. Es frecuente que haya un deterioro de las uñas, que aparecen incluso amarillentas; los nudillos se ven enrojecidos cuando la persona mete los dedos o el puño en la boca para ayudarse a vomitar (aunque con la práctica llegan a no necesitarlo). También aparece con el tiempo una característica inflamación glandular en el cuello, justo bajo la mandíbula, piezas dentales más desgastadas y amarillentas, olor ácido de vómito cuando la persona echa el aliento o uso excesivo de esprays bucales y dentífricos para ocultarlo.
    6 – Podemos observar otros indicadores de que nuestro alumno o familiar está sufriendo anorexia, cuando hay un cambio gradual pero muy acusado de carácter. La persona parece un individuo distinto al que conocemos, está irritable, más metida en sí y más aislada de su entorno habitual. Presenta por lo general más conductas y rituales obsesivos y tiene menos ganas de hacer cosas que antes hacía. Podemos decir que la persona con anorexia parece guiada por una obsesión interna que dicta su conducta, y que ha perdido la motivación y la esperanza hacia el futuro.
    Es habitual que sigan manteniendo buenos resultados académicos si ya los obtenían, a pesar incluso de que no hay una alimentación adecuada, ya que los rasgos de obsesión, rigidez y perfeccionismo se acentúan mucho más.

    Anorexia Nerviosa y su Tratamiento

    Cuando una persona padece un trastorno alimentario ha de realizar un tratamiento especializado. El tratamiento de la anorexia es principalmente psicológico y psiquiátrico.
    Este trastorno afecta a las principales áreas de la persona, como es el área emocional, cognitiva, el funcionamiento cerebral, las relaciones con los demás y la dinámica familiar, además de afectar también de manera crucial a su cuerpo. Por lo tanto, incluye una variedad de técnicas destinadas a la rehabilitación integral del individuo.
    ¿Cómo tratar a una persona con anorexia nerviosa? Es esencial la terapia grupal, la individual y la familiar. También son necesarias las terapias psicocorporales y la reeducación en hábitos alimentarios. En muchos de los casos se necesita también instaurar una medicación psiquiátrica o modificar una ya existente, además de cuidados de enfermería que incluyen el control del peso, constantes vitales y administración de medicación.
    Las terapias ocupacionales, terapias basadas en el arte y talleres psicoeducativos sobre aspectos relacionados con la enfermedad y la curación, son de gran ayuda para la modificación cognitiva y emocional necesarias para sanar estas enfermedades.

    CUÁNTOS PACIENTES LOGRAN SUPERAR LA ANOREXIA

    Una de las dudas más frecuentes de familiares y profesores, y de los propios pacientes, es si lograrán superar la anorexia.
    Para responder a estas cuestiones, podemos recurrir a las estadísticas más recientes sobre este trastorno, siempre teniendo en cuenta que los números sobre la enfermedad van cambiando a lo largo del tiempo.
    Nos basamos en los datos del Centro para la Formación Continuada de Cleveland, que acumula una base de datos sanitarios de Estados Unidos y del mundo durante más de 75 años:
    A principios de la presente década, para curar la anorexia sin que haya recaídas, los pacientes necesitan del orden de cinco años seguidos de tratamiento como media.
    Encontramos entonces porcentajes de curación del 60 % aproximadamente. Es decir, seis de cada diez pacientes pueden llegar a curarse totalmente y sin posibilidad de recaída, siempre y cuando sigan un tratamiento especializado que suele ser largo.
    La contrapartida son las cifras de mortalidad de la anorexia, que son de un 20% y siguen aumentando. Dos de cada diez personas con anorexia nerviosa mueren actualmente en el mundo, habitualmente debido a paradas cardíacas y a suicidios.

    29 de mayo de 2014

    La ONU advierte de que una mala alimentación perjudica a la salud más que el tabaco

    El relator de la ONU alerta de mala atención a la "epidemia" de la obesidad.
    Pide impuestos sobre la comida poco saludable y restringir la publicida.

    RTVE.es / SERVIMEDIA
    19.05.2014

    El relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Olivier de Schutter, ha asegurado este lunes que "las dietas poco saludables son ahora una mayor amenaza para la salud mundial que el tabaco", por lo que ha reclamado una regulación mundial en este sentido.

    "Así como el mundo se unió para regular los riesgos del tabaco, debe ser aprobado ahora un convenio marco sobre las dietas adecuadas", ha señalado De Schutter en un comunicado, en vísperas de que Consumers International, una federación internacional de consumidores que trabaja en 120 países, lance este martes su propuesta de convención global de lucha contra la obesidad en el marco de la Asamblea Mundial de la Salud, en Ginebra (Suiza).

    De Schutter ha indicado que, pese a las señales cada vez más preocupantes y que las acciones prioritarias están bien identificadas, la comunidad internacional sigue prestando "una insuficiente atención al empeoramiento de la epidemia de la obesidad y las dietas poco saludables".

    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el índice de obesidad en 2014 se aproximará al 50% de la población en países como Estados Unidos y, con datos de 2012, el 65% de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia de peso.

    "Las señales no están siendo escuchadas"
    "Han pasado dos años desde mi informe sobre la nutrición y el derecho a la alimentación, y diez años desde que la OMS lanzara su Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud. Sin embargo, la obesidad sigue avanzando, y la diabetes, las enfermedades cardíacas y otras complicaciones de salud. Las señales de advertencia no están siendo escuchadas", explicó.

    En su informe remitido en 2012 al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, De Schutter identificó cinco acciones prioritarias para afrontar los problemas de la obesidad y las dietas poco saludables, como gravar productos no saludables; regular los alimentos ricos en grasas saturadas, sal y azúcar; tomar medidas fuertes contra la publicidad de 'comida basura'; revisar los equivocados subsidios agrícolas que hacen ciertos ingredientes más baratos que los demás, y apoyar la producción local para que los consumidores tengan acceso a alimentos sanos, frescos y nutritivos.

    De Schutter ha asegurado que "los intentos de promover una alimentación sana sólo funcionarán si se arreglan los sistemas alimentarios que los sustentan", al tiempo que ha señalado que "los gobiernos se han centrado en el aumento de la disponibilidad de calorías, pero a menudo han sido indiferentes a qué tipo de calorías, a qué precio, cuáles se ponen a disposición y la forma en que se comercializan".

    Por otro lado, este experto de la ONU ha valorado la leche materna en la nutrición infantil y ha aplaudido los recientes intentos de limitar la publicidad de la leche de fórmula en Hong Kong, Filipinas y otros países.

    26 de noviembre de 2013

    CONSEJOS PARA HABLAR DE ALIMENTACIÓN Y SALUD A LOS NIÑOS

    Entender las necesidades y preferencias de los hijos es una aventura diaria, especialmente a la hora de comer.

    Niños que no comen, niños que comen demasiado, niños que se esconden como si no hubiera mañana cuando ven cualquier “cosa verde” en el plato… ¿Qué padre no se ha sentido desesperado?

    “Cómo hablar de alimentación y salud a los niños” (Editorial Nerea) está destinado a los adultos, con un formato de pregunta/respuesta, para que enseñen a los más pequeños la importancia de tener hábitos saludables y de involucrarse en los asuntos de la dieta.

    “El libro parte del supuesto de dos personas que tienen la intención de tener un hijo, empieza antes de ese kilómetro cero, y luego plantea las preguntas que cualquier padre, madre o cuidador se encuentra en el camino”, explica a EFEsalud Javier Aranceta, doctor en medicina y nutrición y especialista en medicina preventiva y salud pública.

    La alimentación en cada etapa

    Una de las máximas en la tarea de educar en alimentación a los niños es “predicar con el ejemplo”.

    “Los padres son muy importantes en las primeras etapas, son los que marcan los estilos de vida. Hasta los diez años hay que poner el máximo acento en que los niños vean prácticas saludables y entiendan por qué son necesarias, deben asimilar una educación nutricional en la familia”, señala Aranceta.

    Esta educación debe ser una base sólida para la preadolescencia, cuando se hacen jóvenes y luchan por su autonomía. La idea es que cuando se enfrenten al entorno social y comercial, sean capaces de mantener el control y “autogestionar sus temas alimentarios”.

    El autor de “Cómo hablar de alimentación y salud a los niños” da en la publicación algunas pautas para cada etapa de la infancia:

    Antes de la concepción: “Empezaremos por eliminar tabaco, alcohol y todas las sustancias estimulantes o tóxicas. Nos propondremos incrementar la actividad física y consumir alimentos de calidad”.

    En el embarazo: “Continuar con una alimentación equilibrada, rica en hierro, ácido fólico, calcio y otros minerales y vitaminas (…) Quizás durante este periodo comience la configuración de las preferencias y aversiones alimentarias que van a condicionar los hábitos”.

    En la lactancia: “La leche materna es el alimento ideal para el bebé (…) Es un flujo de comunicación entre la madre y su hijo desde el punto de vista nutritivo, inmunológico, termogénico y afectivo”.

    En el primer año: “Este primer año es importante para incorporar nuevos sabores, texturas y alimentos”.

    Hasta los tres años: “Nos interesa adaptar la textura y la consistencia a su capacidad masticatoria y preocuparnos en crear siempre un buen clima en los horarios de comida”.

    De cuatro a once años: “Durante este período se refuerza la educación nutricional en el entorno familiar y escolar, y en ningún caso la comida debe ser vehículo de discusión, de premio o de castigo, sino un elemento de convivencia”.

    En la pubertad y adolescencia: “Los jóvenes necesitan cantidades importantes de energía y nutrientes, pero hay que evitar los alimentos de alta densidad energética y escaso valor nutricional (bebidas azucaradas, comidas rápidas, etc.)”.

    Los hábitos en el colegio

    Además de la formación alimentaria que se gesta en el hogar, la escuela influye en la relación que los pequeños establecen con la comida.

    El doctor Javier Aranceta precisa que aunque la normativa que rige los menús escolares ha mejorado en los últimos 20 años, hay elementos por corregir como “el aspecto o sabor de muchos platos o la oferta de fruta”.

    Otro tema que necesita revisión, como efecto de la crisis, es que muchas familias no pueden pagar lo que ofrecen los colegios y recurren al táper, “lo que hace que se pierda la universalidad y que no todos los niños coman igual”.

    La comunicación entre educadores y padres de familia es esencial para que los menores crezcan sanos y con habilidades para alimentarse correctamente: “el colegio debe informar con antelación la oferta de la cantina así como los inconvenientes a la hora de comer”. Los trastornos alimentarios que más prevalecen en la infancia a veces se detectan con más facilidad en la escuela.

    Sobrepeso, obesidad, trastornos…

    En una España en la que casi de la mitad de sus niños tienen sobrepeso es necesario subir al máximo los niveles de prevención, que se centran en la alimentación y la actividad física.

    “Tenemos muchos desajustes en la dieta, pero he llegado a la conclusión de que el fenómeno que más contribuye al exceso de peso es el sedentarismo”, señala Aranceta.

    Para este experto es crucial que los padres se involucren en el gasto energético de sus hijos para cumplir la recomendación de la Organización Mundial de la Salud: “una hora diaria de actividad física voluntaria, precisa en etapas de crecimiento y desarrollo”.

    Para mejorar la alimentación, es necesario agregar toques de creatividad en las cacerolas porque, como manifiesta Aranceta, “muchas veces decimos que a nuestros hijos no les gustan las verduras o frutas y es que no tenemos habilidades para prepararlas de manera atractiva o con fórmulas que tengan mejor sabor”.

    Además de la obesidad, “hay que estar vigilantes en el riesgo de trastornos de comportamiento alimentario, especialmente en niñas” que persiguen cierto ideal estético, así como en el aumento progresivo de las intolerancias o alergias, lo que muchas veces afecta el plano psicológico.

    “El niño debe comer en la escuela sin sentirse distinto, los educadores deben explicarles a los compañeros por qué necesita una comida especial”, recomienda el especialista.

    Consejos para situaciones frecuentes

    Javier Aranceta comparte algunas recomendaciones para algunos de los casos más frecuentes a los que se enfrentan los padres:


    Cuando no come: Analizar si es por alguna enfermedad o problema psicológico. A veces el rechazo del alimento es un llamado de atención porque tiene algún conflicto emocional, lo que se detecta a través del diálogo. “Además de buscar ayuda profesional, hay que negociar con el niño sin obligarlo a comer o amenazarlo”.

    Cuando come mucho: Lo primero es buscar el origen de la ansiedad y de esa conducta compensatoria con asesoría profesional y evitar decirle que “no coma más”. Se recomienda “darle platos entre horas con poco valor energético y gran capacidad de saciedad”, que beban mucha agua y coman frutas troceadas como la manzana.

    Cuando rechaza verduras y frutas: Es necesario explicarle “por qué es interesante consumir más estos alimentos y dar el ejemplo”. Creatividad y perseverancia deben ir de la mano: buscar formas más atractivas y sabrosas de preparar las verduras y probar una y otra vez hasta dar con recetas que les gusten.

    Cuando tiene sobrepeso o bajo peso: El primer paso es analizar la causa porque “hay sobrepesos que no tienen relación con la alimentación, sino que se deben a problemas genéticos u otros trastornos”. Cuando los kilos de más son producto del estilo de vida, conviene que los padres planteen una dieta más saludable pero “confortable y permisiva” que sea compensada con mucha actividad física. “En el caso del bajo peso es fundamental evaluar la causa orgánica o psicológica y recurrir al pediatra”.

    Por Lucía Roles/EFE

    11 de noviembre de 2013

    EL TRASTORNO ALIMENTARIO TAMBIÉN ES COSA DE HOMBRES


    Mientras las mujeres centran su preocupación en el peso, los hombres llegan a obsesionarse con la musculación



    Los padres y los médicos suponen que los trastornos alimentarios muy raramente afectan a los varones, pero un estudio de 5.527 varones adolescentes de Estados Unidos, publicado en 'JAMA Pediatrics', desafía esta creencia. Investigadores del Hospital de Niños de Boston, en Estados Unidos, encontraron que el 17,9 por ciento de los adolescentes varones estaba extremadamente preocupado por su peso y condición física y que era más propenso a iniciar conductas de riesgo, como consumir drogas o abusar del alcohol.

    "Hombres y mujeres tienen diferentes preocupaciones acerca de su peso y apariencia", señala la autora principal Alison Field, de la División de Medicina Adolescente del Hospital de Niños de Boston. Las evaluaciones para los trastornos alimentarios se han desarrollado para reflejar las preocupaciones con la delgadez que se ve en las chicas, pero no aquello que preocupa a los chicos, que puede estar más centrado en la musculatura que en la delgadez.

    Para entender mejor cómo los síntomas de trastornos de la alimentación pueden estar vinculados a la obesidad, el consumo de drogas y la depresión en los hombres, Field y sus colegas analizaron las respuestas de adolescentes cada 12 y 36 meses a los cuestionarios del 'Growing Up Today Study' entre 1999 y 2010. Así, los niños tienden a estar más interesados en la musculatura que la delgadez, con el 9,2 por ciento frente al 2,5 por ciento, mientras el 6,3 por ciento está preocupado por los dos aspectos.

    SUPLEMENTOS POTENCIALMENTE INSALUBRES

    Los hombres preocupados por la musculatura y que usan suplementos potencialmente insalubres, como hormonas de crecimiento y esteroides para mejorar su físico, fueron aproximadamente dos veces más propensos a comenzar a beber en exceso con frecuencia y registraron más posibilidades que sus pares a comenzar a consumir drogas. Los niños afectados por la delgadez tendían más a desarrollar síntomas depresivos.

    A un total de 2,9 por ciento de los encuestados se le detectó comportamientos completos o parciales de trastorno por atracones, y casi un tercio informó de atracones de comida poco frecuentes, purgas de comida o comidas en exceso. La anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa se caracterizan por una influencia excesiva del peso y la condición física en la autoevaluación, con los pacientes obsesionados con estar delgados o perder peso.

    La mayoría de las evaluaciones sobre los trastornos de comida reflejan este deseo de delgadez y pueden pasar por alto a los chicos preocupados por su peso y forma pero que principalmente quieren estar más musculosos. Éste puede ser el equivalente masculino de las niñas que están obsesionadas con su peso y que utilizan el vómito o laxantes para controlar el peso