OMS
Rociado para el control de mosquitos en la República Dominicana
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Chikungunya

15 de septiembre de 2020

Datos y cifras

  • La fiebre chikungunya es una enfermedad transmitida al ser humano por mosquitos que se da en África, Asia y las Américas, aunque esporádicamente también se han notificado brotes en otras regiones.
  • El dengue y la enfermedad por el virus de Zika inducen síntomas similares a los de la fiebre chikungunya, por lo que puede haber fácilmente diagnósticos erróneos.
  • Además de fiebre y fuertes dolores articulares, de duración variable y a menudo debilitantes, esta afección induce otros síntomas, como inflamación de las articulaciones, dolores musculares, cefalea, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas.
  • Actualmente no hay ninguna vacuna aprobada ni ningún tratamiento específico contra la infección por el virus chikungunya.
  • Debido a la dificultad de diagnosticar y notificar esta dolencia, el número de personas afectadas por ella está subestimado.
  • En raras ocasiones, generalmente en presencia de otros problemas de salud concomitantes, la fiebre chikungunya provoca síntomas de gravedad y puede llevar a la muerte.

Descripción general

La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos cuyo agente etiológico es el virus chikungunya, un virus de ARN del género de los alfavirus, familia Togaviridae. “Chikungunya” es una voz de la lengua makonde que significa «en postura retorcida».

Distribución y brotes

El virus chikungunya fue descrito por primera vez en 1952 en la República Unida de Tanzanía y después también en otros países de África y Asia (1). Los primeros brotes en zona urbana fueron registrados en Tailandia en 1967 y en la India en el decenio de 1970 (2). Desde 2004, los brotes de fiebre chikungunya han ido ganando en frecuencia y extensión, lo que obedece en parte a adaptaciones del virus que facilitan su propagación por el mosquito Aedes albopictus. Hasta ahora se ha detectado la presencia del virus chikungunya en más de 110 países de Asia, África, Europa y las Américas. La transmisión se ha interrumpido en islas en que un alto porcentaje de la población, tras sufrir la infección, es ahora inmune, aunque suele persistir en países donde gran parte de la población aún no ha sido infectada.

Todas las regiones donde hay poblaciones establecidas de mosquitos Aedes aegypti o Aedes albopictus han conocido ya casos de transmisión local vehiculada por mosquitos.

Transmisión

El virus chikungunya se transmite por medio de mosquitos, casi siempre Aedes (Stegomyia) aegypti o Aedes (Stegomyia) albopictus, que también pueden transmitir los virus del dengue y de Zika. Estos mosquitos, que pican principalmente de día, ponen huevos en todo recipiente o cavidad donde haya agua estancada. Ambas especies se alimentan al aire libre y Ae. Aegypti puede hacerlo también en interiores.

Un mosquito no infectado puede ingerir virus al alimentarse de la sangre de una persona en cuya sangre circule el patógeno. A continuación, los virus pasan varios días replicándose en el interior del mosquito y acaban llegando a las glándulas salivales, desde donde podrán transmitirse a un nuevo hospedador humano cuando el mosquito lo pique. El virus comienza a replicarse de nuevo en esta persona recién infectada hasta alcanzar elevadas concentraciones en sangre, momento en el cual puede infectar a nuevos mosquitos y perpetuar así el ciclo de transmisión.

Sintomatología

En pacientes sintomáticos, la fiebre chikungunya suele comenzar entre cuatro y ocho días después de la picadura de un mosquito infectado (intervalo que puede oscilar entre dos y 12 días). La enfermedad se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, generalmente acompañada de fuertes dolores articulares, que suelen ser debilitantes y desaparecer en pocos días, aunque también pueden prolongarse durante semanas, meses o incluso años. Otros signos y síntomas frecuentes son: inflamación de las articulaciones, dolores musculares, cefalea, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. El hecho de que estos síntomas coincidan con los de otras infecciones, sobre todo las causadas por los virus del dengue y de Zika, puede inducir un diagnóstico erróneo de los casos. En ausencia de dolores articulares de consideración, las personas infectadas presentan en general síntomas leves y la infección puede pasar inadvertida.

La mayoría de los pacientes se recuperan completamente de la infección, pero ocasionalmente se han descrito casos de complicaciones oculares, cardíacas o neurológicas a consecuencia de la infección por el virus chikungunya. Los pacientes de muy corta o de muy avanzada edad presentan mayor riesgo de sufrir un cuadro clínico grave. Los recién nacidos que resultan infectados durante el parto y las personas mayores con dolencias preexistentes pueden enfermar de gravedad, con lo que la fiebre chikungunya puede elevar el riesgo de muerte.

A tenor de los datos disponibles, es probable que las personas que se recuperan de la enfermedad queden inmunizadas frente a futuras infecciones.

Medios de diagnóstico

Es posible detectar el virus chikungunya directamente en muestras de sangre extraídas durante la primera semana de enfermedad empleando técnicas como la de reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RT-PCR).

Hay otras pruebas que permiten reconocer la respuesta inmunitaria de una persona ante la infección por el virus chikungunya. Estas técnicas se utilizan por lo general tras la primera semana de infección para detectar la presencia de anticuerpos contra el virus. Lo más frecuente es que haya niveles detectables de anticuerpos a partir de la primera semana después del inicio de la enfermedad y que estos niveles perduren durante unos 2 meses. 

Tratamiento y vacunas

La atención clínica dispensada consiste en combatir la fiebre y los dolores articulares con antipiréticos y analgésicos óptimos, administrar líquidos al enfermo y hacerle descansar. No existe ningún antivírico específico para tratar las infecciones por el virus chikungunya.

Para aliviar el dolor y hacer bajar la fiebre se recomienda utilizar fármacos como el paracetamol o antieméticos hasta que se descarte un eventual diagnóstico de dengue, pues en este último caso los antiinflamatorios no esteroideos pueden aumentar el riesgo de hemorragia.

Aunque actualmente (a diciembre de 2022) hay varias vacunas que se encuentran en distintas fases de desarrollo, ninguna ha sido todavía autorizada ni hay tampoco ninguna vacuna comercializada que proteja de la infección por el virus chikungunya.

Prevención y control

La mejor protección consiste en evitar la picadura de mosquitos para no contraer la infección. Todo paciente presuntamente infectado por el virus chikungunya debe evitar que lo piquen los mosquitos durante la primera semana de enfermedad, para que el virus no se transmita a un nuevo mosquito que a su vez pueda infectar a otras personas.

El principal método para reducir la transmisión del virus chikungunya pasa por combatir a los mosquitos que ejercen de vector. Ello exige movilizar a las comunidades, que son pieza fundamental para reducir los criaderos de mosquito vaciando y limpiando una vez a la semana todo recipiente que contenga agua, eliminando los desechos y secundando a los programas locales de lucha contra los mosquitos.

Durante los brotes cabe la posibilidad de aplicar insecticidas, ya sea por vaporización, para matar a los mosquitos adultos en vuelo, o rociando la superficie y zonas contiguas de los recipientes y depósitos donde se posan los mosquitos. Es posible igualmente tratar con insecticida el agua de los depósitos para matar a las larvas inmaduras. Además, las autoridades sanitarias también pueden llevar a cabo estas operaciones como medida de emergencia para luchar contra las poblaciones de mosquitos.

Como medida de protección durante los brotes de fiebre chikungunya, se recomienda llevar ropa que reduzca al mínimo la exposición de la piel a los vectores durante el día. Para impedir la entrada de mosquitos en las viviendas hay que colocar mosquiteros en puertas y ventanas. También cabe aplicar repelentes en la piel o la ropa, respetando estrictamente las instrucciones de uso del producto. Los repelentes deben contener DEET, IR3535 o icaridina.

Las personas que duerman durante el día, como niños pequeños, enfermos y ancianos, deben utilizar mosquiteros tratados con insecticida para protegerse de los mosquitos que pican de día.

Las personas que viajen a áreas de transmisión activa del virus chikungunya deben observar precauciones básicas, como utilizar repelente de insectos, vestir con manga y pantalón largos y asegurarse de que las ventanas de la habitación tengan mosquitero para evitar la entrada de mosquitos.

Respuesta de la OMS

La OMS, a través de la Iniciativa Mundial sobre Arbovirus, respalda a los países en las labores de vigilancia y control de arbovirus.

Para ayudar a combatir la fiebre chikungunya, la OMS:

  • ayuda a los países a confirmar los brotes por medio de su red de laboratorios colaboradores;
  • guía y presta apoyo técnico a los países para ayudarlos a combatir eficazmente los brotes de enfermedades transmitidas por mosquitos;
  • se mantiene al tanto de la obtención de nuevas herramientas, como productos insecticidas o medios tecnológicos para aplicarlos;
  • formula planes, políticas y estrategias con sólida base científica para combatir los brotes;
  • proporciona orientación y apoyo técnico a los países para que puedan responder eficazmente a los casos y brotes;
  • ayuda a los países a mejorar sus sistemas de notificación;
  • junto con algunos de sus centros colaboradores, imparte formación a nivel regional sobre atención clínica, diagnóstico y lucha contra los vectores;
  • publica guías y manuales para los Estados Miembros sobre vigilancia epidemiológica, diagnóstico en laboratorio, atención clínica de los enfermos y lucha antivectorial; y
  • por medio de la Iniciativa Mundial sobre Arbovirus, promueve soluciones multidisciplinares integradas que se apliquen a las distintas enfermedades arbovíricas.

La OMS alienta a los países a desarrollar y mantener la capacidad necesaria para detectar y confirmar casos, atender a los pacientes e instituir estrategias de comunicación social para reducir la presencia de los mosquitos vectores.

 


Referencias

  1. Staples JE, Breiman RF, Powers AM. “Chikungunya fever: an epidemiological review of a re-emerging infectious disease”. Clin Infect Dis. 2009;49(6):942-948. doi:10.1086/605496
  2. Wimalasiri-Yapa BMCR, Stassen L, Huang X, et al. « Chikungunya virus in Asia - Pacific: a systematic review”. Emerg Microbes Infect. 2019;8( 1):70-79. doi:10.1080/22221751.2018.1559708
  3. Russo G., et al. “Chikungunya fever in Africa: a systematic review”. Lancet Glob Health. 2020;114(3):136-144. doi:10.1080/20477724.2020.1748965
  4. Auerswald H, Boussioux C, In S, et al. “Broad and long-lasting immune protection against various Chikungunya genotypes demonstrated by participants in a cross-sectional study in a Cambodian rural community”. Emerg Microbes Infect. 2018;7(1):13.
  5. Organización Panamericana de la Salud. Preparación y respuesta ante la eventual introducción del virus de chikungunya en las Américas, Washington D. C.