El costal de basura

Otro ejemplo que utilizo para motivar el cambio de actitud en la gente, es el de un hombre que duerme bajo el puente y en la mañana se levanta y coge un viejo costal para ir a recorrer las calles pidiendo limosna. Y todo cuanto objeto le causa daño o dolor, lo echa al costal y lo carga en su espalda. Y como esto lo hace cada día, ha ido juntando piedras, palos, espinas, cáscaras de plátano en las que resbaló, agua sucia que le lanzaron de un balcón, los restos de una comida que le causó indigestión, etc. Por la noche al acostarse, coloca el costal a modo de almohada, y como es lógico, le da dificultad dormir. Y hay noches en que esparce por el piso el contenido del costal y hace un inventario para ver que no le falte nada.

Y si ese hombre está loco, también lo estáis muchos de vosotros, pues cada día lo pasáis recogiendo tristezas, rencores, culpas, insultos, burlas, complejos, noviazgos rotos y relaciones que no fueron. Y para algunos, su costal se va tornando tan pesado, que empiezan a quejarse de dolor y cansancio en la espalda y las piernas. Incluso, hay quienes tienen dificultad para dormir, pues cada noche hacen inventario de lo que recogieron durante el día, y de los agravios, castigos y otras penas desde la niñez hasta ahora.