“¡No te vayas de mi lado mamita!, ¡no te vayas!, “¡perdóname madre!, yo no sabía lo que iba a pasar”, enajenada y entre el desmayo, gritaba en llanto y sostenida de su hijo mayor y su madre, Ana Fabiola, madre de Adriana Alexa, mientras el féretro blanco era acomodado en el cajón de la gaveta del Panteón Municipal.
Ayer a las 2 de la tarde, de la humilde casa de una hermana de Ana Fabiola, en la comunidad El Copal, cargaban dos hombres el pequeño ataúd con los restos de la pequeña de 8 meses.
En medio del silencio de familiares, amigos y vecinos, gritaba desencajada Ana Fabiola, quien apenas podía dar un paso.
“¿Por qué me hizo ésto?, ¿qué le hice yo?, ¡te amo mi vida!, ¿no sabes cuánto te amo!?, ¡perdóname!, ¡perdóname!”, se hincaba frente al féretro, la joven madre.
La carroza de la empresa Tezcucano, avanzó dos cuadras y atrás, decenas de personas, hasta el lugar en donde los esperaban dos camiones para trasladar el cortejo al Panteón Municipal.
La comunidad enmudeció ante la tragedia, en tanto el cortejo partía de la comunidad, tomaba la carretera federal 45 y se incorporaba al primer retorno para entrar a la ciudad por todo bulevar Solidaridad hasta llegar a la colonia Los Olivos e ingresar por un camino de terracería hasta el recinto de descanso eterno.
La madre por delante, sin despegarse del féretro, vivió junta a su hija Adriana Alexa, sus últimos momentos a su lado.
Se despidió, entregándole un arreglo de flores blancas, mientras la gente callaba y solo se escuchaba el último adiós por un trío de músicos.
A las 3:22 de la tarde, los restos de la bebé de 8 meses eran sepultados en una gaveta del Panteón Municipal, ante el llanto de familiares, amigos y ajenos, pero triste por la noticia.

Por Redacción

Escrito en León el 22/10/2015 · 00:00