MIS INTERESES ACADEMICOS

HOLA!


subir imagenes


Mi nombre es Paola Cháves, y soy estudiante de Educación Infantil de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá.

Mis intereses académicos son en primer lugar, formarme como una excelente pedagoga y así tener las herramientas necesarias en poder brindar a los niños una educación óptima, sabiendo que esta etapa es primordial en el desarrollo del ser humano.

Como proyección al futuro, quisiera fundar una Institución educativa que se caracterice por educar niños en edades entre los 2 y los 6 años que vivan en estrato 1,2 ó 3.

Me interesaría realizar mi trabajo de grado sobre el despertar de las habilidades comunicativas a traves del contacto con la lectura y la escritura



lunes, 25 de abril de 2011

ANÁLISIS CULTURAL DE LA DEVOCION AL NIÑO JESUS EN EL 20 DE JULIO

La práctica cultural de devoción al Divino Niño en el barrio 20 de Julio, se caracteriza por generar un enorme comercio formal e informal para la satisfacción de diferentes necesidades e intereses que convergen en el lugar, desde el espiritual, el recreativo, el cultural, la comercialización de productos, el aprovechamiento económico del espacio público, la explotación de los niños, la venta de la miseria y la mendicidad, el soborno, la limosna, etc.

Comercio formal:
En el sector se encuentra desde el hipermercado hasta la tienda de barrio, es punto de referencia para habitantes de la localidad de San Cristóbal y barrios aledaños, comporta un movimiento mercantil y de servicios importante. Su día más activo es el domingo; cuya dinámica más fuerte es el comercio.


Comercio informal:
El comercio ambulante es una modalidad que básicamente distribuye productos de consumo popular a bajos precios, adecuados para la población que en mayoría acude al sector entre semana y los días domingo, es así que devotos y visitantes son atraídos por la música, los colores, los olores y el ruido.
Dentro del grupo de comerciantes ambulantes, se encuentra una gran diversidad con ventas de comida, objetos religiosos, mercado de plaza y líchigo, que se establecen el día domingo, atraídos por el amplio y potencial grupo de compradores, con una amplia gama de productos de consumo popular.
Son pequeños comerciantes sin seguridad social y estabilidad económica, que viven al día y que con el producto de sus ventas, mantiene tanto su plante como el escaso nivel de vida de sus familias, sin el pago de impuestos por el aprovechamiento económico del espacio público. Se pueden distinguir varios tipos de ventas:
·         Casetas móviles, utilizadas para la venta de artículos religiosos y que comparten el mismo tamaño, estructura y color que se encuentran ubicadas en la pared del colegio sobre la calle 27s entre las carreras 6 y 7. Son los vendedores que se sienten más seguros y legitimados tanto por su antigüedad, como por ser parte integral del comercio general de la religiosidad.







·         Puestos con carpas uniformes y estructura metálica, se pueden encontrar por toda la calle 27s
·         Puestos dedicados a la preparación y venta de comida en cantidad, con la logística necesaria para el funcionamiento y atención al público: grandes carpas, mesas, butacas y burros de madera, estufa a gas, grandes pailas y ollas, etc.
·         Puestos de tabla y techo de plástico o sin techo, que son vendedores de música, vestuario, zapatos, y artículos para el hogar.






·         Puestos de piso, con una mesa o el mismo guacal para la venta básicamente de líchigo, empanadas y aguas aromáticas, artesanías, brujos, rezanderos y culebreros, juegos, etc.


·         Los servicios espirituales, de adivinación, servicios recreativos, juegos de azar, culebreros, fotógrafos, trucos y fantasías. Este tipo de servicios y la afluencia de los visitantes a ellos, dejan entrever la conexión entre lo mágico religioso y el culto o devoción al Divino Niño, así como la necesidad de diversión y espectáculo de la romería.






·         Los bandejeros son puestos ambulantes en sí mismos, cargando el producto ofertado sobre la cabeza y caminando durante todo el día a la caza de compradores; son los mejores pregoneros por lo que la mayoría son independientes y en algunos casos, son la extensión de otra clase de puesto informal. Se ven en los alrededores de la plazoleta, que el fin de semana se convierte en lugar de congregación y "trabajo" de mendigos y de aproximadamente 30 bandejeros, siendo los más perseguidos por la policía.
·         Los carreteros, vendedores de fruta que se caracterizan por su movilidad ocasionan la mayor incomodidad para el flujo de transporte público, ya que tienden a ubicarse en todas las esquinas sobre la calle produciendo cuellos de botella, razón por la cual, son igualmente perseguidos por la policía.

Consumo de alimentos
Esta práctica es quizá, la más cotidiana de las actividades en el contexto general de la práctica de devoción al Divino Niño, y hace parte integral de los dos tipos de comercio anteriormente expuestos. Muy temprano en horas de la mañana, los restaurantes de la plaza, el comercio formal e informal, la iglesia, reciben a devotos y visitantes que una vez terminada la misa y antes de salir del sector, tienen como costumbre consumir su desayuno, servicio que se extiende al almuerzo y durante prácticamente todo el día con gran variedad de alimentos.

Mendicidad
Domingo a domingo, llegan reiteradamente los mismos mendigos por lo que es fácil reconocerlos, ya que siempre se hacen en el mismo sitio, algunos incluso, destinan un traje especial para asistir a es romería de limosnas, lo que hace pensar que es una actividad preparada comercialmente para la compraventa. En la plazoleta se ubican cerca de 120 personas, en su mayoría niños.
Con esta observación me permito llegar a la siguiente clasificación:
·         Los mendigos profesionales de la ciudad, que tienen por oficio el arte de pedir y a los cuales se les ve entre semana en cualquier otro sector de la ciudad
·         Las ancianas y ancianos, que acuden al sitio por la necesidad de contribuir con los gastos del hogar y frente a la carencia de recursos de otros miembros de la familia, y los ancianos/as abandonados que viven solos en sus casas.
·         Los minusválidos con malformaciones genéticas, que son llevados por alguna persona como el padre, la madre o un hermano. Este oficio es la única posibilidad real que tienen ellos de trabajar y no ser completamente inútiles.
·         Los mutilados, es un grupo pequeño conformado básicamente por hombres que han perdido algunas de sus extremidades en accidentes o en la guerra interna de este país.
·         Las mujeres con hijos, son las más numerosas y las que generan más controversia con el desempeño del menor en el oficio.

Religiosidad popular
En Colombia, una de las prácticas culturales más arraigadas y que caracteriza a la sociedad es el culto religioso, como país compuesto de diferentes etnias y credos.
La devoción como imaginario colectivo de la sociedad, ha sido transmitida fundamentalmente a través de la familia e históricamente tuvo su propagación por el testimonio y la palabra, convirtiéndose en parte del habitar cotidiano, lo que supone, está interiorizada como centro religioso del país.
Se puede hablar de religiosidad popular cuando prevalecen comportamientos y prácticas de los procesos de aculturación, al tomar contenidos y símbolos de diferentes espacios, credos sagrados y mágicos, también se caracteriza por el contenido litúrgico y sacramental de sus prácticas, y por el predominio de actitudes devocionales y de búsqueda espiritual.
Esta devoción comenzó desde 1930, ligada a la Parroquia y a las prácticas de la comunidad religiosa salesiana que se encontraba al frente de ella, y con el paso del tiempo el culto tomó su propia dinámica, de una devoción completamente local pasó a nivel nacional e internacional, y las condiciones actuales de la problemática social, política y económica que se vivencia en el país, hace que sea mayor la posibilidad de recurrir a la búsqueda de milagros para obtener los servicios que el Estado no puede proporcionar.
En este contexto de la realidad, se puede decir que los devotos hacen parte de la práctica cultural de devoción al Divino Niño, debido a la religiosidad basada en la fe y que sin importar la clase social, género, edad o raza, les permite buscar una respuesta, a las problemáticas propias de la ciudad y del contexto global, en la manifestación divina-religiosa representada en una imagen, que se le reconoce poderes especiales o milagros testimonial y materialmente documentados.
La configuración de la devoción está relacionada con los comportamientos básicos y/o habituales de culto: el dialogo o exposición de las necesidades ante la imagen del Divino Niño como representación exaltadora de la fe, la frecuencia de las visitas relacionada directamente con la novena, la presentación de los niños, la bendición de imágenes y objetos religiosos, la limosna, el sermón y la homilía y en general, las oraciones tradicionales y establecidas en la novena; y estas acciones se sostienen y fundamentan en el mundo simbólico, en los condicionamientos sociales y en la acción que se genera de esta práctica y vivencia religiosa.
De tal forma, el valor que los devotos dan a la imagen iconográfica del Divino Niño se relaciona con tres aspectos de la estructura misma de esta devoción, a saber: de milagrosa, de transmisora de seguridad y confianza y de representación de la infancia de Jesús. Sin una imagen iconográfica no se puede pensar en religión popular, esta es parte de la clave para entender ese mundo simbólico, ya que explica muchas de las características de la expresión religiosa.