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SPARTACUS, EPISODIO FINAL 3X10 "VICTORY". LA CRITICA

El episodio comienza de una forma bastante enigmática: algunos de los rebeldes, como Gannicus, Agron o el propio Spartacus, aparecen en escenas de lucha diciendo la frase "yo soy Spartacus". Sin duda, homenajeando al momento de la película de Kubrick cuando todos se atribuyen serlo ante los romanos. Sin embargo, no es mas que una ensoñación y rápidamente vemos la verdadera situación de los rebeldes y los romanos. Todos ellos son conscientes de que la inminente batalla será la definitiva. Os aviso de spoilers de este épico episodio.
LA GRAN BATALLA OCUPARÁ MEDIO EPISODIO
El episodio, de una hora de duración, se divide en dos partes bien diferenciadas. Por un lado, la preparación en ambos lados de la gran batalla. Crassus es más experimentado que el joven César y sabe que no deben subestimar a Spartacus. En cuanto a éste, sabe que esta vez va a ser muy difícil que pueda escapar vivo del enfrentamiento. La estrategia y la inteligencia sirven hasta cierto punto, pero tienen un límite ante los infinitos medios de Crassus. Sin embargo, la fe de hombres como Agron, que a pesar de sus tremendas heridas en las manos se las apaña para llevar un escudo preparado para sus circunstancias, parece animarle. También aprovecha para sincerarse con Gannicus y pedirle que asuma responsabilidades en la batalla. Por cierto, éste ha cambiado definitivamente a Saxa por Sibyl, un cambio rápido y difícil de entender. Spartacus ordena al resto que no puede luchar que adelanten y se vayan al norte, aunque algunos, entre ellos Sibyl y una rendida Laeta, deciden esperarle en las montañas.
DOS VECES SE VERÁN LAS CARAS: UNA, POR LAS BUENAS. OTRA, POR LAS MALAS
Una vez ambos bandos se encuentran a punto de empezar la batalla, a instancias de Crassus, él y Spartacus se encuentran sólo para hablar. Un intenso momento, y muy interesante, que desde luego era necesario en la serie. Batiatus es mi villano favorito de la serie, pero poco entendió ni supo admirar a Spartacus. Crassus no ha negado su admiración por el mismo desde el principio hasta el final. "Ojalá hubieras nacido romano y hubieras estado de mi lado", le llega a decir. ¿Y qué le hace pensar que habría estado de su lado, aunque fuera romano? Esta conversación en las que ambos se prometen darse muerte mutuamente merece ser recordada como uno de los grandes momentos de la serie. Muchas intentan esos grandes momentos de juntar héroe y antagonista, pero no todas logran el clímax que esta ha logrado (y sí, me refiero a TWD). Inocentemente, Spartacus le cuenta a Crassus que Tiberius murió a manos de una mujer y no por su decisión. Éste no tarda en atar cabos, para desgracia de la pobre Kore que pagará su traición como una rebelde más, y beneficio de César, cuyo silencio entiende como lealtad. El destino de Kore parece más debido a irse con los rebeldes, que a haber asesinado a Tiberius. Hasta tal punto Crassus se debe a Roma.
...Y COMIENZA LA BATALLA FINAL
Y comienza la batalla de verdad. A pesar del ánimo y de la buena estrategia de los rebeldes, que nos dan espectáculo y algunas alegrías, la inmensa diferencia en cuanto a medios y hombres por parte de los romanos sólo puede darnos un final. A pesar de luchar con todas sus fuerzas, nuestros protagonistas empiezan a caer dolorosamente ante nosotros. Primero Castus, luego Saxa, Naevia... Incluso Gannicus, que descubre con Saxa entre sus brazos que ésta lo seguía queriendo. Todos de una forma indigna y difícil para quienes queremos a los personajes, pero sin duda la que procede en el campo de batalla. Spartacus, luchando como un león, detecta a Crassus y va a por él como prometió. Éste es protegido por un grupo de espontáneos soldados guardaespaldas que, de camino que lo sacan de la batalla, se quitan ellos también de en medio. Poco les dura la escapada, pues Spartacus los sigue y los vence a pesar de ser un buen grupo y se encuentra sólo frente a Crassus lejos de la batalla. 
SPARTACUS SABÍA QUE ÉSTE SERÍA SU FINAL
Ambos están agotados, pero Crassus está muy bien entrenado por gladiadores como vimos al principio de la temporada. Es un hombre que no deja nada al azar y que no se confía jamás. Es un difícil rival para un extenuado Spartacus... pero no es Crassus quien le da fin. Un grupo de soldados también les siguió y por la espalda, clavan tres lanzas a nuestro protagonista. Apenas la llegada de Agron con otros rebeldes consiguen evitar el final a manos de Crassus, pero sólo es un alivio pasajero. No nos han querido dar el final feliz de que como no encontraron el cuerpo, vivió. Spartacus apenas tiene tiempo de  yacer y despedirse del pequeño grupo que lo esperó en la montaña. Es enterrado bajo el simbólico escudo de Agron, que representa no rendirse jamás.
AGRON, JUNTO A NASIR, SON LA ÚNICA PAREJA QUE SOBREVIVE
El resto es todavía más deprimente para los que adoramos la serie. Gannicus es colgado en la cruz como escarmiento para los esclavos, junto a Kore. Unas alucinaciones con el Doctore y las glorias pasadas de la arena, no me hacen olvidar su verdadera situación. Como consuelo no ha valido. Pompeyo aparece para llevarse la gloria de la victoria por haber liquidado a los esclavos que fueron hacia el norte (nuevo disgusto) ante un conformado Crassus que nada sacaría de reclamar la gloria del triunfo, volviendo a poner a Roma por delante de sus propios intereses.

Las esperanzas de un final feliz se han desvanecido. Entiendo y respeto que el mensaje de la serie no cuadraba con un Spartacus viviendo apartado con Laeta mientras todos sus hombres han caído. Pero tampoco pasaba nada por un mensaje al final indicando que Spartacus fue el principio del fin de Roma, y que en ese sentido triunfó, aunque después de muerto. Reconozco que he tenido que tirar de pañuelo, y, aunque asumo que es un buen final, aunque me disguste, me hubiera gustado algo más emotivo que unos títulos de créditos donde al final, Andy Whitfield dice I Am Spartacus

De todas formas, ha sido un grandísimo final a la altura de una excelente tercera temporada donde lo han dado todo. Será muy difícil rellenar el vacío que nos dejan. Hasta siempre. 

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