historia de las telecomunicaciones en venezuela

miércoles, 27 de enero de 2010

De los orígenes a 1992


Preámbulo

PROXIMOS a la entrada del siglo XXI, cuando los conceptos de tiempo y espacio parecen desaparecer ante la imponente emergencia de las nuevas tecnologías en el campo de las telecomunicaciones, abriendo la posibilidad del alcanzar el sueño más anhelado del ser humano: Comunicarse sin fronteras, queremos hacer un alto para la reflexión.

Reflexión acerca de la significación real de las telecomunicaciones para Venezuela, de lo que han sido, de lo que son, y de lo que es posible lograr a través de su desarrollo a partir de este momento en que se inicia una nueva etapa en su historia y en el marco de un país, que como el nuestro, se enfrenta a esta nueva era con intensas necesidades de cambio y fortalecimiento.

Este capítulo sobre el Pasado, Presente y Futuro de las Telecomunicaciones en Venezuela, hace un recorrido real e imaginario por la evolución de este sector, no como secuencia aislado de hechos pasados, ni mucho menos como una visión apologética de los acontecimientos futuros. Esta historia intenta reconstruir un proceso real, con identidad propia de nuestro modo de ser como país y sector, lleno de aciertos y errores como toda dinámica humana, aunque impregnado de una magia hermosa que esperamos transmitir al lector de estas páginas.

Primer período. 1835/1936

El telégrafo y el teléfono: los grandes precursores

La historia de las telecomunicaciones en Venezuela se remonta a 1835. Con la llegada de la electricidad surge el telégrafo, luego de otras tentativas que pasaron inadvertidas. A Venezuela lo trae el ingeniero español Manuel de Montúfor, quien se traslado al país al saber que el Ejecutivo Nacional otorgaría el permiso para la explotación del servicio telegráfico. Así en 1856 se inaugura la primera línea Caracas La Guaira y enseguida se extiende la telegrafía por todo el territorio nacional.

D. James A. Derrom, Gerente de la Intercontinental Telephone Co. desde 1883

Posteriormente, con la colaboración del Primer Congreso Mundial de Electricidad y Telegrafía, en Francia, en 1881, llega el teléfono al país. El telegrafista Gerardo Borges, participante de este Congreso trae a Venezuela los primeros tres teléfonos, con los cuales se efectúan los ensayos iniciales entre Caracas y la Guairo, utilizando las líneas telegráficas. Ante el éxito de la operación, el Gobierno Nacional autoriza a otro telegrafista, Guillermo Golding, el establecimiento de las primeras líneas en las poblaciones del litoral central. Simultáneamente se le otorga a Gerardo Borges la concesión para instalar en Caracas, este servicio, sin embargo, la misma no pudo realizarse por razones de tipo económico.

Otro evento marcaría los inicios de la Telefonía. En 1883, Venezuela celebra el Centenario del Nacimiento del Libertador Simón Bolívar. Se remoza con marcado afrancesamiento toda la ciudad, se inaugura el ferrocarril desde Caracas al Puerto de la Guaira, se celebra la Gran Exposición industrial y siete años después de patentado en Boston el invento del teléfono, la Intercontinental Telephone Company de New Jersey, Estados Unidos, se compromete a instalar las primeras líneas telefónicas en Caracas y las principales ciudades del país.

Sin embargo, debido a las dificultades económicas existentes en la época, en 1886, se autoriza utilizar las líneas telegráficas para el teléfono, “siempre y cuando no afecte el sistema telegráfico, porque de lo contrario deberá construir e instalar sus propias líneas y postes".

Grabado que refleja la destrucción de las líneas del telégrafo, antecesor del teléfono desde 1856, durante la Guerra Federal. El teléfono contribuyó en la lucha del periodismo clandestino contra D. Antonio Guzmán Blanco en 1887.

Así comienza la evolución de los servicios de telecomunicaciones en Venezuela simultáneamente con la realización de diversos proyectos públicos tendentes a una modernización del país. Para la época se aprecia un incipiente pero importante proceso de cambio en las estructuras políticas y administrativas, así como en las actividades económicas y comerciales, a raíz de la construcción de una importante infraestructura vial, ferroviaria y portuaria, del desarrollo de los servicios. Sin embargo, no existía en nuestras elites dirigentes una idea clara del horizonte a seguir, por lo que podría decirse que tales procesos no conformaban un proyecto nacional y, aún en sus áreas respectivas, no respondían a planes técnicamente estructurados.

Calle de Caracas, a finales del siglo XIX.

El rasgo característico más resaltante para este período en el desarrollo de las telecomunicaciones, lo constituye el hecho de ser conducido como un negocio privado, donde el Estado, carente de criterios e instrumentos idóneos para orientar su desarrollo, limita su actuación al otorgamiento de concesiones a entes privados, individuales o naturales, nacionales o extranjeros, que estuviesen dispuestos a iniciar la explotación de estos servicios.

En esta época, no existe en el país ninguna instancia político administrativa que centralice la atribución del otorgamiento de concesiones; de allí que éstas fueran asignadas bien directamente por el Ejecutivo Federal, el Ministerio de Fomento o las Municipalidades, según las iniciativas del momento.

En tales circunstancias, el crecimiento de los servicios de telefonía ocurrió de manera incoherente e irregular, cuyas secuelas desde el punto de vista de la eficiencia operativa y administrativa se sentirán a lo largo del proceso evolutivo posterior.

Durante este período se otorgó una variedad de concesiones en la zona central del país: Caracas, la Guaira, la Victoria, Valencia, Villa de Cura, etc.; así como en los principales puertos venezolanos: Puerto Cabello, Puerto La Cruz, Maracaibo, entre otros. De estas concesiones destacan: la recibida por la Intercontinental Telephone Company de New Jersey (USA) en 1883, con la cual se inicia la telefonía en Venezuela; la otorgada en 1884 al Sr. Condelario Padrón; en 1890 se produce el traspaso de la concesión asignada a I.T.C. de New Jersey a la compañía inglesa Telephone and Electrical Appliance Company; en 1893 el General Otazo se beneficia de este régimen, al igual que la American Electric and Manufacturing (USA) en 1894 y la Sra. Francisco de Rincón en 1924.

Oficina de la Intercontinental Telephone Company, en Caracas. Hacia 1900.
Sala de operadores. Caracas, 1910.
Patio de la sede de la Empresa de Teléfonos de Caracas (The Venezuela Telephone and Electrical Appliances Co.). 1912.

Surge la CANTV

En 1930, surge la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela, luego de una concesión otorgada al venezolano Félix A. Guerrero, quien con otros dos socios registra una Sociedad Anónima con capital de quinientos mil bolívares y adquiere la Venezuelan Telephone and Appliance Company, por la suma de 17 millones 500 mil bolívares, debiendo emitir acciones por ese valor.

D. Edgar Wallis, Gerente y Agente general de la "The Venezuela and Electric Appliances Company". 1912.
D. Santiago Vegas, primer gerente venezolano de la Empresa de Teléfonos. 1933.

La concesión otorgada a esta empresa le permitía la operación de los servicios en todo el país. Muy pronto la CANTV absorbe la mayoría de las pequeñas compañías dispersas en todo el territorio, constituyéndose en la principal empresa nacional dedicada a la explotación del servicio telefónico.

Sin embargo, las pautas que caracterizan la actuación de la empresa, falta de coherencia e integración con la operación de los servicios a nivel nacional y las relaciones con el Estado, no distan de los precedentes. Su crecimiento y evolución no se apoya en una política estatal para el desarrollo de estos servicios; de hecho, en 1931 se otorga una nueva concesión al Sr. A. Salcedo para la explotación en el Estado Falcón.

Usuarios de Internet por ciudad para 2000
Ciudad Nº empresas Nº usuarios
Caracas 17 182.271
Maracaibo 7 17.782
Valencia 7 16.300
Barquisimeto 7 10.993
Maracay 7 8.95 8
Los Teques 7 8.152
Puerto La Cruz 6 6.136
Puerto Ordaz 4 5.690
Guarenas-Guatire 3 4.901
San Cristóbal 5 4,811
Resto del país
34.899
Total 65 300.893

Segundo período. 1936/1953

Se centraliza la acción de Estado en la conducción del Desarrollo de los Servicios.

Una segunda etapa, se puede fijar entre los años 1936 y 1953, cuando surge un mayor intervencionismo estatal en la vida económica nacional, originado por el fortalecimiento de las rentas petroleras y de las finanzas públicas.

Durante este período se producen en el país importantes cambios que afectan a las telecomunicaciones. Se promulga en 1940 una ley de Telecomunicaciones, que con marcado carácter nacionalista y una reorientación del ámbito de acción del Estado, asigna al Poder Ejecutivo la administración de estos servicios; se establecen condiciones para su explotación y requisitos para la importación, exportación, comercio y fabricación de partes para la industria de las telecomunicaciones, así como gravámenes a los servicios que hasta ese momento habían estado exentos de imposición fiscal.

De esta manera se fue creando la base institucional organizativa, administrativa y legislativa, para orientar el desarrollo de los servicios hasta conformar la compañía estatal de teléfonos.

Hasta los primeros años de la década del 50, el crecimiento de los servicios telefónicos había sido un proceso lento, segregado y disperso en un conjunto de empresas particulares, que actuaban libremente en función de objetivos particulares, sin correspondencia con los intereses nacionales.

Sin embargo, tomados a partir de 1946, el Estado inicia la explotación directa de los servicios de telefonía en el Estado Táchira, lo que permitió desplazar paulatinamente a la CANTV como principal prestatario privado de los servicios y fortalecer la capacidad del Estado para su administración directa.

En el año 1951, la CANTV presentó una infraestructura con grandes deficiencias técnicas, fuertes restricciones financieras, por lo que tras el nombramiento de una Comisión Gubernamental para evaluar la situación de la empresa y aprobar un financiamiento solicitada por ésta, el Ejecutivo Nacional, decide la constitución de una nueva compañía en base a la concesionaria existente, mediante un aumento del capital accionario que sería aportado por el Ejecutivo en proporciones aceptables, con objeto de factibilizar el plan de financiamiento. Es sobre estas bases que paro el año 1953, la nación adquiere la totalidad de las acciones ordinarias de la CANTV por el precio de Bs 29.900.911,33, y absorbe un crédito contraído con la Telephone Properties Ltd., por concepto del suministro de equipos y materiales.

De esta forma la nación asumió el control mayoritario de la CANTV, aún cuando una cantidad de 6.925 acciones preferentes continuaron en poder de la Telephone Properties Ltd., hasta el año 1968.

Personal de CANTV, año 1933. La Empresa ofrecía atractivos premios a los empleados que mayor número de clientes contrataban.

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