viernes, 2 de julio de 2010

Ganadores Mexicanos del premio NOBEL egresados de la UNAM

El premio Nobel es otorgado a aquellas personas que han hecho investigaciones que hayan resultado sobresalientes, ya sea inventando técnicas o equipos revolucionarios o bien que hayan hecho contribuciones a la sociedad. En razón de la última voluntad de Alfred Nobel, un inventor sueco creador de la dinamita, firmó su testamento en París el 27 de Noviembre de 1895.

Tres mexicanos han sido distinguidos con este premio, el primero de ellos es:

ALFONSO GARCIA ROBLES  Fue un diplomático mexicano, galardonado en 1982 con el premio Nobel de la Paz junto a la sueca Alva Myrdal. Estudió Derecho, licenciándose por la Universidad Nacional Autónoma de México, y realizando estudios de posgrado en el Instituto de Altos Estudios Internacionales de la Universidad de París en 1936 y en la Academia de Derecho Internacional de La Haya (1938).
Fue director general de Asuntos Políticos y del Servicio Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE), director del Departamento de Europa, Asia, y África de la SRE, embajador en Brasil, y subsecretario (1946-1967), cuya labor culminó con la firma del Tratado de Tlatelolco (1967) referente a la no proliferación nuclear. Fue admitido en El Colegio Nacional en 1972.


MARIO JOSE MOLINA HENRIQUEZ  Es un ingeniero químico mexicano egresado de la Universidad Nacional Autònoma de Mèxico y uno de los más importantes precursores para el descubrimiento del agujero de ozono antártico. Fue un co-receptor (junto con Paul J. Crutzen y F. Sherwood Rowland) del Premio Nobel de Química en 1995 por su papel en la dilucidación de la amenaza a la capa de ozono de la Tierra y de los gases clorofluorocarbonos (CFC), convirtiéndose en el primer ciudadano mexicano en recibir un Premio Nobel de Química[1] .

OCTAVIO PAZ LOZANO Nació en la Ciudad de México el 31 de marzo de 1914.En 1937 terminó sus estudios universitarios en la Universidad Nacional Autónoma de México. Poeta, ensayista y diplomático de comparada influencia con César Vallejo o Pablo Neruda. Recibe el Premio Nobel de literatura en 1990 como colofón a una magistral vida llena de reconocimientos, el primero en este rubro para un mexicano, hasta el día de su muerte en 1998. Cuando se entera de tal designio no podía faltar un comentario digno de su persona decía que el premio Nobel no era un pasaporte a la inmortalidad, sino que la relativa inmortalidad de las obras literarias y artísticas le da la calidad.

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