El martes 29 de octubre recibimos en nuestras instalaciones al Ing. José Hernández, astronauta mexicano en la misión STS-128 en el transbordador Discovery. El propósito de su visita fue impartir la conferencia “Alcanzando las estrellas. Compartiendo un viaje espacial” en el Auditorio Raúl Baillères. El Ing. Hernández accedió a responder unas preguntas a El Supuesto.
El Supuesto (ES): Buenas tardes. Le agradezco por estar con nosotros y brindarnos este tiempo. Me gustaría comenzar preguntándole: ¿cómo influyeron sus estudios en ingeniería al ser elegido parte del Grupo 19 de la NASA?
Ing. José Hernández (JH): Una carrera técnica es necesaria para integrarse a la NASA como astronauta. No nada más a nivel licenciatura, sino a nivel posgrado, preferiblemente a nivel doctorado. La NASA va escogiendo según vaya necesitando: ingenieros electrónicos, de materiales, mecánicos, físicos… Todo depende de lo que necesiten.
ES: ¿En su caso, qué experiencia se necesitaba para poder entrar a la NASA?
JH: Ellos quieren saber que uno tiene la aptitud para poder ser un buen astronauta. Aparte de documentos, de referencias, ellos quieren saber cómo es el candidato. Si ven a alguien que es piloto saben que no le tiene miedo a las alturas. Si sabe bucear, no es alguien que tenga claustrofobia. Tienes que hacer cosas que sobresalgan del grupo en general.
ES: ¿Nos podría platicar un poco de cómo fue el entrenamiento? ¿Cómo se prepara uno física y emocionalmente para estar en el espacio dos semanas?
JH: Físicamente no es tanto. Te dejan a ti que hagas tu propio programa físico y te están monitoreando cada semana. Si algo está mal lo van a encontrar así que es mejor hacer los ejercicios para tener buena condición. Lo más difícil fue la preparación para la misión. Es tanta información que sientes que te estás ahogando. Es un poco estresante pero es muy satisfactorio cuando uno lo logra.
ES: ¿Cuál fue su trabajo como ingeniero durante la misión?
JH: Yo era el ingeniero de vuelo, el tercero en línea para pilotear la nave. Era el responsable de todos los sistemas del transbordador. Si algo se descomponía yo era el primero que trabajaba en él para solucionarlo.
ES: ¿Cómo ha sido su vida después de retirarse como astronauta?
JH: Es una nueva etapa de la vida, un nuevo capítulo. Tengo mi propia empresa donde asesoro a empresas aeroespaciales. Incluso aquí tengo un contrato con la SCT para asesorarlos en cuestiones de comunicación satelital. Acabo de escribir un libro, Cosechador de estrellas, y también doy conferencias. Así que siempre estoy bastante ocupado, a veces más de lo que quiero.
ES: Con tanto trabajo, ¿cuál consideraría que ha sido su más grande logro en la vida profesional?
JH: Creo que no es ser astronauta, ni ir al espacio. En mi carrera de ingeniero tuve la suerte de trabajar con un mentor con quien cambié una tecnología que se utilizaba para defensa nacional a una aplicación completamente diferente: inventamos el primer sistema digital para crear imágenes de detección de cáncer en los senos. Sé que ese aparato mejoró las imágenes y ahora se puede encontrar cáncer en una etapa más temprana. Estoy seguro que hemos salvado vidas.
ES: ¿Cuál ha sido su papel en el desarrollo de la Agencia Espacial Mexicana? ¿Qué papel podrían jugar el ITAM y otras universidades en el desarrollo de esta agencia?
JH: Yo estaba ahí cuando se creó la Agencia Espacial, hablando con los diputados y los senadores. Me retiré un poco para dejar que se organizaran, y una vez que tuvieran presupuesto podría entrar otra vez como científico para ayudarles. Se necesita trabajar en que obtengan un presupuesto grande, no simbólico, para poder involucrar instituciones como el ITAM, la UNAM, el Tec de Monterrey, para poder utilizar el talento joven que existe y que empiecen a crear trabajos. Me gustaría que la Agencia tomara proyectos para desarrollar sus propios satélites, bases de lanzamiento… cosas concretas, tangibles.
ES: ¿Qué interés tendría México en involucrarse en política espacial?
JH: Creo que nuestro más valioso recurso es el intelectual, y tenemos que invertir en eso. Lo que va a empujar a países hacia delante en el futuro es la tecnología, la innovación. Si no invertimos ahora en nuestros recursos intelectuales no vamos a poder competir en el futuro. Ahora tenemos la oportunidad de empujarnos hacia delante y hay que hacerlo.
ES: Para finalizar, ¿qué consejo le daría a la comunidad del ITAM?
JH: Que sigan haciendo lo que están haciendo. El ITAM es un instituto de mucho prestigio, de mucha reputación. Los egresados han salido a hacer grandes cosas en el país y a nivel internacional. Sólo les digo que se alleguen más a la Agencia Espacial para que se integren un poquito más en temas espaciales para que este talente joven caiga en la Agencia, algún día sea director y estemos lanzando un satélite mexicano de las costas de Cancún, diseñado por mexicanos en un cohete mexicano, con una base mexicana.
