No es la heroína del último culebrón mexicano, si no un personaje de carne y hueso que actualmente ostenta el cargo de ser la jefa del peligroso cártel de Tijuana. Una mujer conocida por su eficiencia y discreción, que no sólo ha demostrado la capacidad de mantener en Jaque a las autoridades del gobierno de Felipe Calderón y a la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), sino que también sabe llevar muy bien los pantalones en un mundo dominado por hombres.
Muy poco se sabe de quien es realmente
Enedina Arellano Félix, la cabecilla y la responsable de las finanzas de una de las organizaciones criminales más peligrosas y letales de
México, el cártel de Tijuana. Las escasas pistas que se tienen de ella es que estudió Contaduría en una prestigiosa universidad privada, y que no es muy dada a la exposición pública, por lo que su innato sentido de la discreción le ha valido el respeto de sus colegas dentro de la competitiva industria de la droga, donde las deudas se pagan con sangre.
Arellano Félix, sin proponérselo, está cambiando la imagen y el papel de las mujeres que por circunstancias de la vida o por voluntad propia, se suman a las filas del narcotráfico, ya que por lo general “las narcos” prestan favores sexuales y sentimentales a los capos de la droga. No obstante, en el caso de la jefa del cártel de Tijuana la situación es opuesta: la que manda es ella; convirtiéndose en una de las figuras más influyentes del c
rimen organizado tanto en su natal México como fuera de sus fronteras.
El director del Centro Binacional de Derechos Humanos en Tijuana, Víctor Clark, aseguró en declaraciones publicadas por la BBC, que Enedina Arellano, “está allí por razones de herencia”, a causa de la necesidad familiar de “mantener el control” de la organización, quien tras la muerte de su hermano Ramón, y el sucesivo encarcelamiento de otros dos, Benjamín y Francisco Javier, alias “El Tigrillo”, no le quedó de otra que asumir el liderazgo del cartel, a fin de controlar los embarques de droga, que según el Ministerio de Seguridad mexicano, lleva a cabo a través de su sobrino, Fernando Sánchez Arellano, conocido como el “El Ingeniero”, a la vez que se encarga de las
operaciones financieras del grupo.
Asimismo, las autoridades de Felipe Calderón, aseguran que también supervisa las alianzas con otras organizaciones criminales, de las que se encarga junto con Manuel Aguirre Galindo, alías “El Caballo” y uno de los hombres más buscados de
México y de EEUU, según apunta la cadena de noticias británica.
Los índices de violencia y de criminalidad del cártel de Tijuana no han disminuido bajo el liderazgo de Enedina Arellano Félix, quien ha demostrado que no le tiembla el pulso a la hora de hacer frente a sus rivales, haciendo de su nombre una leyenda que seguramente inspirará más de un culebrón y una ranchera, porque la matriarca de los narcos ha sabido marcar el paso de una millonaria y sangrienta
industria el ritmo de sus tacones.