LA AVENA EN COSMÉTICA NATURAL


La avena es un cereal que tiene múltiples usos en cosmética, siendo especialmente útil en casos de pieles sensibles, irritables, con tendencia a la descamación y a las alergias, así como para aquellas personas que presentan una intolerancia a los cosméticos y para la piel de los niños.

Propiedades dermatológicas

Posee propiedades antiinflamatorias.
Regula el ph cutáneo.
Evita la deshidratación de la piel.
Tiene una acción suavizante, calmante y relajante.
Absorbe la suciedad y los residuos celulares.

Composición

Los componentes de la avena son los que le confieren las propiedades cosméticas señaladas más arriba.
Entre otros, contiene abundantes sales minerales y oligoelementos como el fósforo, cinc, manganeso, magnesio, hierro, cobre, sílice y selenio. Este último es el responsable del éxito de la avena en tratamientos como el acné o la dermatitis.

Otros componentes importantes son las vitaminas E, A y del grupo B, así como glúcidos, proteínas y grasas como el ácido linoleico, oleico, palmítico y esteárico.

Tipos de avena

Existen muchas variedades de avena, aunque son sólo dos las que se utilizan principalmente en cosmética:

La avena coloidal, eficaz en el tratamiento de las pieles muy secas y atópicas.
La avena rhealba, apreciada por ser altamente antiirritante y emoliente.

Estas variedades se usan para crear productos específicos para la limpieza de la piel, es decir, los jabones de avena que llevan a cabo una limpieza natural y no agresiva de la dermis, ya que respeta la capa hidrolipídica que protege la piel; o bien, para crear cremas que hidratan profundamente, además de calmar las irritaciones o picores que aparecen frecuentemente en los casos de pieles muy sensibles y secas.

A tener en cuenta

Al adquirir un producto que contenga avena entre sus ingredientes, hay que asegurarse de que al menos tenga un mínimo del 2 al 5% de avena, si queremos recibir los beneficios cosméticos asociados a este cereal.