EL NIÑO QUE TENIA MIEDO A LA OSCURIDAD

Ignacio tenía un extraño problema desde que nació. Su fobia era el miedo a la oscuridad y a los lugares cerrados.

Era tan grande su miedo que sus papás tenían que dejar la luz prendía y abiertas las ventanas durante la noche para que pudiera dormir.

Desafortunadamente, después de cumplir un año Ignacio murió. Su cadáver fue sepultado en el Panteón de Belén.

Al otro día los encargados del Panteón de sorprendieron que la tumba estaba abierta y colocaron la lapida en su lugar. Este hecho sucedió por diez días seguidos.



Los papás comentaron a los vigilantes del cementerio la fobia que tenia su hijo. Al parecer todavía tenía miedo aun después de la muerte. Por lo tanto, decidieron poner en alto la tumba del niño para que no estuviera debajo de la tierra.
Cuando fuimos a visitar el Cementerio vi la tumba con muchos juguetes para que el niño juegue por la noche y no haga travesuras.