Un niño debe desparasitarse desde el año y medio o dos años de edad en adelante, para que pueda llevar una vida sana. Es recomendable antes de iniciar cualquier tratamiento que los padres lleven al niño a una consulta con el pediatra, para que sea el especialista quien decida qué tipo de desparasitante se le debe administrar, teniendo en cuenta su edad y tipos de parásitos que tenga. Por ningún motivo se les debe dar de beber laxantes como paico, tamarindo o sen, estos productos sólo provocan diarreas y no eliminan los parásitos que se adhieren a las paredes intestinales. Además, al suministralos el niño puede sufrir una descompensación y deshidratación por la diarrea que puede causar otras alteraciones y complicaciones en su organismo.