Curso de Psicología Comercial - pág.83

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Sin embargo, si no hay otras señales que confirmen esa interpretación, habría que dudar que esto es cierto y podría ser que no hubiera tal intento de "ligue". Podría haber una causa fisiológica, como puede ser un tic nervioso, que obligue a esa persona a guiñar periódicamente el ojo. Así, una interpretación demasiado rápida de esta señal y una actuación igualmente precipitada ante el supuesto mensaje, podría crear situaciones algo embarazosas. La forma de mirar y la duración de la mirada también nos ayudará a identificar el grado de relación existente o al que quiere llegarse. La mirada fija y sostenida es una forma de amenaza para muchos animales y también puede serlo para el hombre. Abundando en la idea inicial de la amenaza que puede representar una mirada fija, Flora Davis en su libro "La comunicación no verbal" afirma la siguiente: "Nadie sabe lo que ocurre con las ondas cerebrales de un hombre cuando le miran, pero un estudio reciente indica que una persona que es mirada insistentemente, tiende a mostrar un ritmo cardíaco más alto que otra que no lo es. Una de las incomodidades de hablar en público es la de enfrentarse a todas esas miradas fijas". A fin de no sacar conclusiones demasiado rápidas de lo anterior expuesto, volvemos a insistir en las diferencias culturales. Y así, aunque en casi todas las sociedades no está bien visto mantener fija la mirada durante mucho tiempo, excepto en determinadas circunstancias, sin embargo existen diversas pautas a tener en cuenta en los contactos personales.