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DEPRESIÓN

La depresión clínica es un problema serio que debe diagnosticarse por un especialista

La depresión es una de las patologías más conocidas cuando una persona decide dejar de  fumar. Se han encontrado numerosos estudios que han encontrado relación entre la depresión y fumar, esta relación está muy ligada y bien establecida cuando la persona se inicia a fumar, durante su hábito como fumador y cuando deja el tabaco o vuelve a recaer en él.

depresion después de dejar de fumar


Diversos estudios han demostrado que los fumadores dependientes puntúan más alto el test de depresión de Fagerström que los fumadores no dependientes.

La conducta de fumar cigarrillos es muy relevante para los estudios clínicos ya que cada vez es una fuente mayor de patologías reveladoras.

Dejar de fumar muchas veces nos conduce hacía un camino de mal humor y un estado anímico negativo por ello el 50% de los fumadores recae  al cabo de tres días de haberlo dejado.

En varios estudios se ha descubierto que los fumadores pueden padecer  la disminución de los niveles cerebrales de serotonina que es la sustancia química reguladora de las emociones y que también se reduce en las personas con patología depresiva.

En la tendencia natural a sufrir depresión, existe una mayor predisposición a fumar ya que los efectos euforizantes de la nicotina incitan a las personas con tendencia depresiva a  consumirlo.

No hemos de confundir la depresión clínica, que requiere de un diagnóstico y un tratamiento, del estado depresivo o “bajo” que suelen experimentar las personas al dejar el hábito del tabaquismo. Esta suele perdurar un mes en la mayoría de los ex fumadores y no es muy severa.

El acto de dejar de fumar también puede provocarnos trastornos en el sueño, puede inferir en nuestro día a día y ser un motivo de tristeza y frustración. Como remarcamos en cada apartado es importante ser consciente de que este trastorno es pasajero, ya que nuestro cuerpo está experimentando un nuevo cambio que también se ve afectado en nuestro inconsciente.

Hay que pensar que esta tristeza es muy natural cuando hemos dejado de realizar un acto que ha formado parte de nuestro día a día y que nos está provocando algún trastorno al que no estamos habituados y no conocemos.

Si tenemos un estado anímico bajo es probable que volvamos a recaer, para ello es importante realizar alguna actividad para sentirnos mejor, como por ejemplo hacernos algún regalo cada vez que no encendemos un cigarrillo o compramos un paquete de tabaco, al igual que aumentar la práctica de alguna actividad física o lúdica que nos ofrezca una sensación placentera y de bienestar, todo ello ayudará a mejorar el estado anímico.

Todos en algún momento nos hemos sentido tristes. Sin embargo, es importante no confundir esta tristazo con una depresión clínica por dejar de fumar. Éste es un problema serio que debe diagnosticarse y tratarse por un especialista.

Después de abandonar el hábito de fumar, aproximadamente un 60% de los casos se sienten deprimidos durante el primer mes.

Afortunadamente suele ser una situación pasajera y de carácter no severa. Algunas personas han comparado el hecho de dejar de fumar con el proceso de terminar una relación.

Testimonios dicen: "Al principio fue como una pérdida, había perdido a mi "mejor amigo"... pero tras unas semanas me di cuenta de que más que perder a mi mejor amigo, había echado a mi peor enemigo "mi amigo traidor".

La depresión puede ser una parte necesaria y natural en el proceso psicológico que se genera al abandonar el vicio de fumar, que ha sido parte de la rutina durante mucho tiempo.

Si quieres dejar de fumar en alguna etapa dura de tu vida (te ha dejado la pareja, no tienes buenas notas, no tienes trabajo, te sientes gordo...) te será más complicado. He dicho complicado, no imposible!

Aunque no se suele pasar bien cuando lo estás experimentando, las personas que dejan de fumar suelen recordarlo como algo temporal; una barrera que debe superarse para alcanzar nuevas metas, nuevos objetivos. Dejar de fumar es un proceso que debes planificar y experimentar para ver el giro radical y la calidad de vida que puedes llegar a ganar.

Permitirte premios (sin excesos) y realizar ejercicio físico puede ayudarte para mantener a raya tu estado de ánimo. Es el momento de ser consciente de lo mal que lo has pasado durante los últimos meses / años y actues en consecuencia.

Un mal estado de ánimo hará que seas más vulnerable a una recaída. El 85% suele recaer durante los primeros días.

Si te sientes deprimido tras unos días o semanas de haber dejado de fumar quizás creas que tu vida sin tabaco no tiene sentido. Ahí está tu mono: desafía la lógica de la depresión! Hay que identificar esos pensamientos negativos o depresivos y desafiarlos. Esta fase de depresión después de dejar de fumar lleva tu tiempo. Debes saber que a medida que la vayas superando irá disminuyendo tu adicción al tabaco.

Cuando esa adicción se haya roto volveremos a un estado de ánimo normal y volveremos a disfrutar de una vida sin vicios ni adicciones como el tabaco.

Si crees que necesitas ayuda puedes consultar a especialistas y encontrar la solución a tu problema para dejar de fumar.