Hoje muita gente adapta, em circunstâncias apropriadas, tipo – No dia que o mataram, Betinho estava com sorte, dos três tiros que lhe deram, apenas um era de morte. Comentário irônico quando nos acontece uma desgraça, e nos dizem que poderia ter sido muito pior.
Rosita Alvírez
Año de mil novecientos,
muy presente tengo yo,
en un barrio de Saltillo
Rosita Alvírez murió.
Su mamá se lo decía:
—Rosa, esta noche no sales.
—Mamá, no tengo la culpa
que a mí me gusten los bailes.
Llegó Hipólito a ese baile
y a Rosa se dirigió,
como era la más bonita
Rosita lo desairó.
—Rosita, no me desaires,
la gente lo va a notar.
—Pues que digan lo que quieran,
contigo no he de bailar.
Echó mano a la cintura
y una pistola sacó;
a la pobre de Rosita
nomás tres tiros le dio.
La noche que la mataron
Rosita estaba de suerte:
de tres tiros que le dieron
no más uno era de muerte.
Su mamá se lo decía:
—Ya ves, hijita querida,
por andar de pizpireta
te había de llegar el día.
La casa era colorada
y estaba recién pintada.
Tradición oral, México, D.F., ca. 1960.