CÉLULA MUSCULAR

Las células musculares pueden ser excitadas química, eléctrica y mecánicamente produciendo su contracción.

Los músculos se dividen en 3 tipos, esqueléticos, cardíacos y lisos. Tanto el músculo cardíaco como los músculos lisos se contraen en forma involuntaria. El músculo esquelético se contrae generalmente, por estímulos nerviosos, y se halla bajo el control de la voluntad.

La unidad estructural del musculo esquelético es la fibra muscular, formada por fibrillas y cada una de las cuales consta de múltiples filamentos que contienen las proteínas responsables de la contracción muscular: actina y miosina.

Los cambios fisiológicos que se producen como consecuencia del ejercicio practicado con regularidad son fundamentalmente el crecimiento del tejido muscular y la capacidad de regulación del tejido nervioso para variar el número de fibras musculares que se contraen simultáneamente. La actividad de los músculos esqueléticos es fundamental en la práctica de ejercicios físicos.

No todas las fibras del músculo esquelético son exactamente iguales. Las hay de contracción rápida y de contracción lenta.

Fibras de Contracción Rápida: Son más importantes en la actividades que requieren contracciones musculares breves y poderosas. Ej.: saltos, levantamiento de pesas, carreras de velocidad, movimientos rápidos en fútbol u otros deportes, etc.

Estas fibras requieren niveles altos de ATP, que es la sustancia responsable de liberar energía durante el deslizamiento de los filamentos de actina sobre la miosina. Tienen mayor facilidad para contraerse en condiciones anaeróbicas.

Fibras de Contracción Lenta: Estas se encuentran mas adaptadas para las pruebas de resistencia, que requieren contracciones repetidas en un período prolongado de tiempo. Ej.: carreras de fondo, remo, ciclismo, etc. Estas fibras deben trabajar en condiciones aeróbicas (poseen una red de capilares que facilitan la provisión de oxígeno, glucosa y ácidos grasos a las fibras), tienen mayor depósito de grasa, la cual pueden utilizar durante el ejercicio.

La fuerza muscular depende de factores que tienen que ver con el músculo en si y a la regulación nerviosa de la contracción muscular.

La fuerza de la contracción la proporciona el ATP (adenosin-trifosfato). Pero a su vez el músculo fabrica ATP a partir de 2 sustancias: la creatina y la glucosa.

La creatina está almacenada en el músculo en forma de fosfato de creatina y no requiere oxígeno para su utilización, la cual combinada con ADP (adenosinfosfato) forma ATP.

La glucosa sanguinea es aprovechada por el músculo en presencia de oxigeno. Este sistema lo utilizan las fibras de contracción lenta. En condiciones anaeróbicas la glucosa para ser utilizada se transforma en ácido láctico. Este mecanismo lo usan las fibras de contracción rápida.

Factores que Influyen Sobre la Fuerza Muscular

La fuerza muscular está regulada por mecanismos nerviosos pero además depende de diversos factores como el grosor y la longitud del músculo y el ángulo de la articulación.

Grosor del Músculo: La fuerza aumenta con el aumento de masa muscular, es decir el área de su sección transversal. Hay métodos que permiten precisar un área muscular determinada, descontando la parte correspondiente a la grasa y los huesos. Naturalmente la predicción de fuerza muscular a partir de la masa ha de ponderarse con otros factores como la edad, entrenamiento y el sexo.

Longitud del Músculo: Los músculos se contraen con más fuerza cuando antes de la contracción se hallan a la máxima tensión, que es la que adquieren cuando están ligeramente mas extendidos que en su posición de reposo.

Ángulo de la Articulación: Cuando se realiza un movimiento muscular es muy importante el ángulo de partida para el mismo.Cada articulación tiene un ángulo idóneo, en el que la tracción del músculo sobre el hueso donde se insertta es mas efectiva.

Velocidad de la Contracción: La fuerza de la contracción y la velocidad a que se produce son inversamente proporcionales entre si, es decir cuanto mas rápida sea la contracción menos fuerza ejercerá el músculo.

Precalentamiento: El calor aumenta no solo la velocidad sino tambien la fuerza de la contracción. El calentamiento puede ser pasivo (masajes, ultrasonido, etc) o activo mediante ejercicios precompetitivos.