mayo 27, 2007

Uso irracional, indiscriminado e irresponsable de los recursos.

Muchas veces vemos en las noticias que ya es un debate en el mundo entero el uso irresponsable, indiscriminado e irracional de los recursos no renovables (y de los renovables) de nuestro planeta Tierra. Por ahí, hace unos días, Stephen Hawking dijo que la única forma que veía para que la raza humana sobreviviera era colonizar otro planeta. No quiero pensar, no por lo que diga una de las mentes más brillantes del mundo de hoy, sino también por lo que veo a diario a mi alrededor, que nos convertiremos en una raza depredadora de recursos de forma irresponsable, indiscriminada e irracional, de planeta en planeta.

Como decía, escuchamos este debate a diario en el mundo, sobre el agotamiento del petróleo y del gas, sobre la deforestación, sobre la contaminación del aire por la emisión de gases de efecto invernadero, sobre la desaparición de miles de especies vivientes, de ecosistemas completos, y todo producto de un mismo causal: la actividad del Hombre.

Creo personalmente que para lograr un cambio cultural global, (sí, global), se necesita partir por uno mismo, luego con quienes nos rodean y posteriormente con los que rodean a quienes nos rodean. La gran mayoría de los grandes problemas que enfrenta la humanidad en estos tiempos se debe justamente al uso irracional, indiscriminado e irresponsable de los recursos que posee para generar vida.

Pero, ¿cómo podemos comenzar a aportar con nuestro pequeño grano de arena? Primero, debemos entender que toda la vida se construye en base a la energía disponible que existe a su alrededor. Esta energía disponible puede ser nuestra alimentación, la energía que utilizamos para transportarnos, para fabricar productos, para mantenernos temperados, etc. Los países hoy en día existen porque demarcan una zona geográfica con recursos para producir energías que son suficientes (al menos en teoría) para abastecer a una población o sociedad. Como dice Jeremy Rifkin en su libro “La economía del Hidrógeno”: “Toda forma de vida (y por ende sociedad) requiere energía y un flujo constante de ella”. La lucha por la supervivencia, tanto dentro como entre distintas especies (y sociedades), es en realidad una competencia por captar energía útil y asegurar su flujo continuado a través de los sistemas vivos. Sin embargo, la cantidad de energía útil o disponible, que es la que se puede obtener de algún proceso de transformación de energía, siempre está en constante disminución, esto es explicado por las leyes de la termodinámica, que dicen en resumen, que la energía no se crea ni se destruye, pero siempre al ser transformada de una forma a otra, pierde parte de su energía disponible, es decir, ya no está en condiciones de realizar trabajo útil. Esta pérdida de energía aprovechable recibe el nombre de entropía y es uno de los conceptos más importantes y menos comprendidos de la física.

Entonces nuestros primeros aportes deben ser los de cuidar la energía disponible, en nuestra realidad diaria, la electricidad, los combustibles, petróleo, gas, los alimentos, el agua, incluso las energías provenientes de los ciclos climáticos.

Hablemos de los más directos en nuestras vidas, la electricidad, los combustibles y la alimentación.

La electricidad (Recomendaciones):
  1. No dejar equipos electrónicos, de climatización o ampolletas prendidas cuando no se usen.
  2. Elegir los equipos electrónicos o electrodomésticos de menor consumo, como por ejemplo, las ampolletas de ahorro de energía.
  3. Aprender a dimensionar un consumo eléctrico, y enseñar a los demás a hacerlo, entendiendo que el efecto de esto es cuidar nuestro planeta y nuestra economía también.
  4. Exigir productos de mejor eficiencia energética (mejor uso de la energía).
  5. Exigir en nuestros lugares de trabajo o acción, que hayan políticas de ahorro de energía eléctrica.
  6. Intente reducir siempre su consumo eléctrico. Se puede.
  7. No gaste en climatización si no ha revisado su casa antes para determinar por dónde intercambia temperatura con el exterior.
  8. Antes de cambiar energía de combustibles por eléctrica, por ejemplo para calentar agua, infórmese si realmente es más barato, o mejor aún, más conveniente, desde el punto de vista de eficiencia energética, hacerlo.

Los combustibles (Recomendaciones):

  1. Usar el automóvil lo justo y necesario.
  2. Preferir el transporte público o masivo (mayor cantidad de personas por vehículo).
  3. Preocuparse de que el automóvil tenga las mantenciones al día, con un buen mecánico, esto porque un auto con problemas consume más combustible.
  4. Si tenemos la posibilidad, preferir los automóviles de mayor rendimiento de combustible.
  5. Conducir responsablemente, esto es, no conducir acelerando y frenando bruscamente, no conducir más rápido que las velocidades máximas permitidas, mantener el vehículo en zonas de mayor velocidad a la velocidad de máximo rendimiento de uso de combustible, no disminuir la velocidad del vehículo en neutro (solo utilizar neutro cuando se detenga el vehículo), preocuparse de pasar las distintas marchas del vehículo cuando corresponda (entre 2000 y 2500 RPM dependiendo del vehículo y las condiciones de conducción), no dejar el motor en marcha si se va a detener por mucho tiempo, en invierno reutilice el calor del motor del vehículo para mantenerlo temperado.
  6. Revisar periódicamente el aire de los neumáticos, usando la cantidad de aire especificado por el fabricante del vehículo. Un automóvil con menos aire que el especificado consume más combustible.
  7. No conducir a más de 90 Km./h con las ventanas del vehículo abajo.
  8. En el hogar, si se usan combustibles para calefaccionar la casa, revisar e identificar las zonas por donde se pierde el calor y repararlas.
  9. Si tiene frío en la noche use más frazadas o frazadas de materiales de mejor conservación de calor en vez de mantener estufas prendidas al máximo toda la noche. Lo mismo con la ropa que usa a diario. Recuerde que el cuerpo para mantener una temperatura estable necesita de energía.
  10. Aproveche todas las fuentes de calor del hogar e inténtelas reutilizar, como por ejemplo, para calentar agua o secar ropa.
  11. No se dé duchas muy largas.
  12. Antes de calentar agua, pregunte cuántas personas van a necesitarla para no calentarla más de una vez.

Alimentación (Recomendaciones):

  1. Prefiera siempre una dieta de alimentación balanceada.
  2. No compre más alimentos de los que necesita si estos son perecibles.
  3. Si tiene una casa con un sitio (patio) considerable, plante vegetales para su consumo propio.
  4. Prefiera alimentos que cumplan con estándares de fabricación y que estén elaborados por empresas que tengan buenas políticas de desarrollo sustentable.
  5. Prefiera alimentos cuyo proceso de fabricación contamine menos y requiera de menos energía.
  6. Prefiera alimentos que para su preparación se requiera de menos energía.

Otras Recomendaciones:

  1. Infórmese, aprenda y enseñe cómo utilizar la energía de forma responsable, discriminada y racionalmente.
  2. Infórmese y utilice productos y tecnologías que permitan lo anterior.
  3. Trate de utilizar energía proveniente de recursos renovables, como lo son la energía solar, eólica, térmica y otras. Pregunte a su proveedor de energía cómo la obtiene.
  4. Haga de estas prácticas una parte de su filosofía de vida, y así, transmítalo a otras personas, en su vecindario, en su lugar de trabajo, o donde pueda hacerlo.
  5. Cuide el medio ambiente. Infórmese del cambio climático, vea documentales, analice qué ocurriría si el 10% de la población mundial tuviera una cultura de cuidado de energía y del medio ambiente.
  6. Ponga en práctica estos consejos, comparando su estado antes y después de hacerlo, obtenga conclusiones y compártala con más personas.

El cuidado de la vida en nuestro planeta (Sí, el planeta de todos y de cada uno de nosotros) depende también de cada uno de nosotros, no solo de las grandes empresas que contaminan, esto porque al final recordemos que las grandes empresas están constituidas por personas. La vida, hermosa como la conocemos es un regalo, y debe ser también un regalo para nuestros hijos y para los hijos de nuestros hijos. De las acciones concretas que hagamos hoy depende la conservación de la vida en el futuro. De la lucha que emprendamos hoy por salvar nuestro planeta, depende también el futuro de la humanidad.

Si no aprendemos a cuidar nuestro planeta, sus recursos, a repartirlos equitativamente, y no entendemos que el planeta tierra es una gran nación, la única que tenemos, que debe tener objetivos de nación comunes a todos los seres vivos, nunca podremos colonizar otros planetas de forma responsable. No terminemos convirtiéndonos en una plaga. Todavía hay tiempo, muy poco, pero lo hay. De nosotros depende, ¡la historia futura está en nuestras manos hoy!

¡Manos a la obra!

Saludos a todos.

(Revisión: Francia Albornoz)

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