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domingo, 15 de marzo de 2009

Ballenas, amenazadas de muerte



Liliana Alcántara y Guillermo Cárdenas
El Universal


Distrito Federal— La cacería comercial, el uso indiscriminado de redes de pesca, el tráfico marítimo, el desarrollo de infraestructura turística en las playas, la contaminación de los mares y fenómenos climáticos como “El Niño” o “La Niña” amenazan la vida de las ballenas en el mundo.

En México —donde existen los lugares de avistamiento de ballenas más importantes del planeta—, organizaciones civiles e investigadores han advertido un aumento en el número de muertes de esos cetáceos que quedan atrapados en redes de pesca.

Por su parte, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat, ha alertado que los narcotraficantes están colocando trazadores de cianuro, conocidos como NK19, que utilizan como señalización en altamar y que se pueden ver en la noche desde aeronaves.

Según reportes obtenidos por EL UNIVERSAL, este problema afecta la vida marina desde hace 18 años. El informe “Casos relevantes de contingencias atendidas en los recursos naturales”, elaborado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Profepa, en enero de 1995, registró “una elevada mortandad” de animales marinos entre San Felipe, en Baja California y la bahía de San Luis Gonzaga, y en el golfo de Santa Clara. Ese mes murieron 267 delfines, 215 aves marinas, 51 lobos marinos y 8 ballenas.

Los análisis practicados a muestras de agua y tejidos de animales muertos, indicaron que “la causa más probable de la mortandad de delfines y otras especies fue el uso de un trazador químico altamente tóxico, con elevadas concentraciones de cianuro, utilizado con fines de señalización en el tráfico de drogas”. La Profepa solicitó desde entonces que la Procuraduría General de la República, PGR, investigara este asunto.

El jueves pasado, en una gira de trabajo por la Laguna Ojo de Liebre, en Guerrero Negro, Baja California Sur —uno de los santuarios de la ballena gris—, el titular de la Semarnat, Juan Elvira Quesada, alertó sobre este problema y dijo que se requiere la intervención de la PGR y la Secretaría de Marina “para valorarlo” y que se discuta el tema en la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte para que, junto con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, se atiendan las amenazas a la vida de las ballenas.

Su cacería


En el mundo existen 83 especies de cetáceos y de ellas, seis tipos de ballenas están en peligro de extinción: la jorobada, azul, franca, fin, cachalote y sei.

Beatriz Bugeda, directora del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat, IFAW, explicó que la amenaza más importante es la cacería comercial que se realiza en Japón, Noruega e Islandia.

A pesar de que desde 1986 existe una moratoria de la cacería comercial de ballenas, esos países dicen realizar la matanza para investigación científica “pero sabemos que ese es un disfraz porque después vemos carne de ballena en los mercados de Japón”, señaló la especialista, quien dijo que desde 1986 a la fecha, 30 mil ballenas ha muerto en esas circunstancias.

La muerte accidental


El IFAW, Greenpeace y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) coinciden en que son varios los peligros para la vida de las ballenas durante sus trayectos migratorios en el mundo, además de la cacería y los extraños envaramientos, pero el principal es el que ocasiona la pesca artesanal, ya que cada año 300 mil ejemplares mueren en las redes.

En México, esa práctica ha generado un aumento en el número de muertes de ballenas, principalmente de las jorobadas en el golfo de California y entre las costas de Puerto Vallarta y Oaxaca.

Jorge Urbán, responsable del Laboratorio de Mamíferos Marinos de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, informó que en el último año se reportó la muerte de 9 ballenas por esa causa, cuando en años anteriores morían 2 o 3.

Explicó que aún se estudia ese fenómeno porque pueden intervenir varios factores: el incremento de ballenas jorobadas, que haya crecido la pesca artesanal o que haya más interés en el tema y por eso se hace público.

Alejandro Olivera, biólogo y activista de Greenpeace, señaló que el uso de las redes de pesca son la principal causa de muerte de las ballenas en México “sin que haya acciones contundentes del gobierno para evitarlo”.

Luis Fueyo, experto de la Semarnat, aseguró que ese problema se atiende a través del ordenamiento y vigilancia de las prácticas pesqueras. Dijo que en los santuarios de Ojo de Liebre, San Ignacio y Bahía Magdalena —donde las ballenas arriban cada año para reproducirse— está restringido el uso de redes entre diciembre y marzo.

Ante la alerta emitida por los especialistas, el 12 de febrero pasado, la senadora del PAN, Eva Contreras, presentó un punto de acuerdo en el que exhorta a la Semarnat y a la Profepa para que, con el apoyo de la Secretaría de Marina, refuercen la supervisión de las artes de pesca que se realizan en el océano Pacífico y en el golfo de California para evitar la muerte de ballenas y sus crías a causa del enmallamiento.

La legisladora argumentó que “a pesar de todas las medidas de protección, hemos visto en las últimas semanas que diversas especies, sobre todo la ballena gris y la jorobada, caen en redes de pesca. Hemos visto los rescates que se han hecho, pero desafortunadamente sabemos que no todos los enmallamientos logran ser descubiertos y atendidos por expertos y muchas ballenas mueren atrapadas y se hunden sin que nos demos cuenta”.

Los santuarios en estudio


Cada año, en el invierno, miles de ballenas grises recorren 20 mil kilómetros, desde el mar de Bering, junto a las costas de Alaska, hasta la península de Baja California para reproducirse.

El avistamiento de estas ballenas ocurre en tres sitios que fueron catalogados desde 1972 por el gobierno mexicano como refugios de la ballena gris para su protección: las lagunas Ojo de Liebre, San Ignacio y la Bahía Magdalena.

Los lugareños que viven del traslado de turistas a las zonas de avistamiento dicen que el número de ballenas se redujo y que son cada vez más delgadas.

Luis Fueyo, de la Semarnat, aseguró que el flujo migratorio de las ballenas se mantiene en 25 mil ejemplares y que se ven robustas.

“Se ha dicho que quizá les esté afectando el cambio climático global, pero no se sabe con certeza. Lo que sí hemos visto que las daña son los fenómenos de mediano plazo como ‘El Niño’ o ‘La Niña’ porque cambia la temperatura del mar y reduce la disposición de alimento”.

El experto Jorge Urbán señaló que cada año fluctúa el número de ballenas que migran hacia México y en lugares como Ojo de Liebre se mantiene la población. Sin embargo, destacó que en la Laguna de San Ignacio hay una disminución de 40% en el número de ballenas que arriban a este lugar, tendencia que se ha registrado desde hace 30 años “y aún estamos investigando a qué se debe”.

El secretario de Medio Ambiente, Juan Elvira Quesada, aseguró que la protección de las ballenas en estos santuarios podría extenderse hacia otros estados, pues algunas han ampliado su migración hacia las costas de Nayarit, Sinaloa y Guerrero.


Alertan sobre macro extinción de especies


“Si la vida en los mares muere, también vamos a desaparecer nosotros”.

Con esta frase, el capitán Paul Watson, líder de la sociedad conservacionista Sea Shepherd, lanza una voz de alerta mundial sobre la situación actual de los hábitats marinos debido, en gran medida, a la acción humana.

“Si hablamos de los océanos, me temo que casi toda la vida en ellos está en peligro debido a la acidificación de las aguas, el calentamiento global y la sobrepesca”, expresó el activista, quien fundó en 1977 Sea Shepherd con la meta de erradicar la caza furtiva y la matanza de ballenas y otros organismos marinos.

“Vivimos una era que el paleoantropólogo Richard Leakey describe como la sexta gran extinción masiva en la historia de nuestro planeta. La última fue hace 65 millones de años (cuando desaparecieron los dinosaurios). Pero en ésta el ser humano es el responsable”, señaló Watson en teleconferencia desde Friday Harbor, en el estado de Washington.

El líder de la agrupación —cuyos miembros han sido catalogados como héroes o eco-piratas por detener embarcaciones que buscan a los cetáceos, aun a costa de arriesgar sus vidas— presentó la serie “Defensores de ballenas”, que proyectará el canal de televisión Animal Planet.

“En todo el mundo vamos a perder más especies de plantas y animales entre 1980 y 2045 en comparación con las que se extinguieron durante los últimos 65 millones de años. Eso es una situación extremadamente peligrosa”, advirtió Watson.

“Entre las especies más amenazadas hoy —dijo— están las ballenas wright (francas en español) de Patagonia y Nueva Inglaterra, las ballenas azules de la Antártida así como los tiburones, pues 90 por ciento de las especies mundiales de ellos ya ha desaparecido.

Watson destacó que anualmente los japoneses se proponen cazar unas mil ballenas y Sea Shepherd ha podido reducir esa cifra a la mitad en los últimos tres años.

“La caza de ballenas es ilegal en el todo mundo, así que cualquier salvamento que logremos es un éxito, pero la idea es terminar por completo con esta industria, que no tiene lugar en el siglo XXI”, aseveró.


Obtenido el 15 de marzo de 2009 de: http://www.diario.com.mx/nota.php?notaid=57468b59cdc1332353169c898acca0c6

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