No estás solo.

Medito. Estoy caminando muy deprisa. Pero medito sobre la vida, porque ¿no forma parte de la vida todo ese rollo que me atormenta, pensando en la hipoteca? ¿No forma parte de la vida todas las palabras que vuelan y sobrevuelan, hirientes, en esta memoria mía, y que dijiste tú? ¿No forma parte de la vida, ese desempleo que le llegó a mi vecino, con una familia a sus espaldas?
Y sigo caminando y veo la sonrisa de un niño. Me paro. Intento atravesar esos ojos con los míos, pero su madre tira de él, porque piensa le voy a dañar... ¡lo comprendo!. La vida esta llena de daños. Y todos nos asustamos con todos.
Ah!, que desintonía. Que absurdas las meditaciones que te llevan camino abajo. Que luces apagadas en esos regueros oscurecidos que forman las sombras de los pinos.
Cruzo la calle y la vida es alegre y sigo meditando y toda la tristeza de la vida, se me torna alegría y desenfado.
Ya la herida se cura. La vibración aquí es diferente. Pero sigue habiendo desconsuelo, y soledad y prisas y desengaños de vidas y de muertes.
Pero ahora vibro feliz, aún mirando problemas porque mi actitud, mi predisposición es diferente.
Me autoconsuelo, pues... ¿no soy yo tú? Por eso tú y yo juntos enhebraremos dichas y desdichas, para que no duelan tanto las heridas.
La vida es una, los matices variados. Los colores pueden ser oscuros y saber mirar con la claridad de la belleza.
Todo está en ti. La vida no es fácil, pero en la amargura, también existe la belleza. No te desconsueles. No te sientas solo ni vacío.
¿Que tienes hambre? Sé que la vida no es fácil.  Todo es pasajero. No te avergüences de pedir ayuda. No te avergüences de esperar en la calle para entrar en un albergue, para ir a un Centro Social. Sabrás que todos, tenemos o hemos tenido dificultades de una u otra manera.
Siéntete mal, cuando le quites lo que es del otro. Cuando atropelles con tu actitud, cuando hieras y hagas con tu ingratitud, que otros lloren.
Levanta tus alas, y no rebusques en basuras. Haz saber la tortura que te oprime.
Aquí, en Gijón, existen personas dispuestas a ayudarte.
Sé feliz. Vive con fe y esperanza.
Recuerda que el proceso de la vida lleva llanos y subidas empinadas. Pero has de admirar que el valle esconde fuerza, para que puedas escalar, sin que nadie te derrote.
 

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