Actualmente, se dan casos de triatletas que con mucho nivel se encuentran con una situación difícil a lo que a patrocinio se refiere. Las empresas cada vez ganan menos dinero, y por consiguiente invierten menos en el patrocinio a deportistas.

Podemos decir que hoy en día muchos trabajadores se encuentran en situaciones de riesgo (posibilidad de perder el trabajo), pero si hablamos de triatletas cuya profesión actualmente es esta, realmente sí que podemos decir que ser triatleta es una profesión de alto riesgo, puesto que aparte de que una lesión en un momento inoportuno les puede dejar en el dique seco, el rendimiento en las pruebas será indispensable para que realmente podamos decir que a un triatleta “profesional” le compense económicamente hablando esto del triatlón.

Solo unos pocos elegidos a nivel mundial podríamos considerar como profesionales del triatlón, aunque si bajamos un poco el listón y hablamos de triatletas que han conseguido pódiums en Campeonatos de España Elite de distancia Olímpica (realmente el Campeonato más importante a nivel Nacional) o incluso en Copas del Mundo, nos encontramos con casos que pueden llamar la atención por su gran nivel deportivo y el poco apoyo de patrocinio que reciben.

Y es que actualmente deportistas con estos resultados, con participaciones en pruebas de máximo nivel internacional y con vistas a seguir progresando, se encuentran con poco o nulo apoyo económico en cuanto a marcas o empresas se refiere, sintiéndose a veces unos privilegiados únicamente por contar con alguna ayuda de material, tipo zapatillas o ropa para entrenar.

Aunque no todo va ser negativo para las marcas que apoyan poco a deportistas de nivel, sino que también en ocasiones, es el propio triatleta  “élite” el que cuida poco estos detalles, el que cuida poco a esa marca que le apoya dándole repercusión, puesto que no olvidemos que hoy en día las redes sociales son algo fundamental para hacer publicidad y es algo que las marcas saben y les dan mucha importancia.

Por ello, se dan casos de deportistas de mucho menos nivel, pero que cuidan mucho esas redes sociales, que tienen más marcas que les apoyan que a esos triatletas que compiten en el máximo nivel (ellos se excusan diciendo que el tiempo lo dedican a entrenar y no a escribir en Facebook, twitter o web personal).

Por mi parte, animo a las dos partes implicadas, animo a las marcas a que apoyen a la “élite” que al final son ellos los que hacen que el triatlón llegue a más gente y crezca  ya que sin triatletas como Noya, Raña, Mola, Llanos… el triatlón en España no hubiese crecido tanto.

Por contra, también animo a esos deportistas que tienen muy buenos resultados, pero pocos apoyos, que cuiden esos patrocinios que confían en ellos y que seguro pronto más marcas querrán apoyarles.