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Coaching personal

Coaching Personal

El coaching está basado en procesos de relaciones humanas. Permite trabajar con las personas independientemente de sus credos, religiones y filosofías personales. Se apoya en dos factores motivadores del ser humano: la autosuperación y la autorealización.

El coaching personal es el arte de facilitar el desarrollo potencial de las personas para alcanzar objetivos coherentes y cambios en profundidad. En este proceso, el coach ayuda a las personas a esclarecer sus metas, ya sean personales, laborales, de relaciones afectivas, etc., y a ponerse en camino para alcanzarlas.

"Un coach personal es tu socio en el logro de objetivos personales. Tu entrenador en herramientas comunicacionales y de vida, que te acompaña en la generación de cambios. Sostén incondicional de éxitos y errores. Guía en desarrollo personal. Co-diseñador en la creación de nuevos proyectos. Aliento en tiempos tormentosos. Es quien te despierta cuando estás dispuesto a escuchar tu propia alarma." T. Leonard

¿Es el coaching una psicoterapia?

El coaching no es psicoterapia. El ámbito del coaching es el desarrollo personal y la comunicación.

¿Cómo se hace?

La relación coach-coachee se establece en un marco íntegro de confianza en el otro. El coach pone su atención en el desarrollo de habilidades que mejoren las distintas áreas de la persona, sea en su vida sentimental, relacional, su estado físico o la obtención de metas personales. En ciertos momentos, ayuda a que el coachee sea consciente de sus insuficiencias para luego estar en mejor posición frente a la consecución de sus objetivos. El coach ayuda la persona a sacar lo mejor de sí misma y a buscar el camino que la lleva desde donde está ahora hasta donde quiere estar.

¿Un coach motiva a la persona?

Es la propia persona la que ya tiene que estar motivada para desarrollarse y la que tiene que creer que puede llegar a ser más feliz. El coach la motiva y anima en sus momentos difíciles. Lo que hace es canalizar esa motivación para que se convierta en un trabajo productivo. Primero se establecen las metas que se quieren conseguir, se analiza la realidad actual y se empieza a trabajar en el plan de acción para alcanzarlas.

¿Y qué pasa si la persona no consigue alcanzar sus metas?

El coaching es un proceso que requiere tiempo. Conviene analizar todas las opciones que surgen en cada sesión y la conveniencia o no de llevarlas a cabo, las opciones alternativas y el grado de satisfacción de la propia persona al tomar la decisión de cambiar una actitud o poner en marcha un nuevo proyecto. Ese es el modo en el que conjuntamente se siente que la persona se está desarrollando como desea o no. Si en el proceso la persona cree que su meta inicial ya no le satisface, es ella quien la cambiará o adaptará a la nueva situación.

¿A quién se dirige?

A todas las personas que quieren mejorar su calidad de vida, su liderazgo personal y sus relaciones interpersonales.
A las personas que quieren realizar un cambio personal o profesional.
A las personas, jóvenes y adultas, que quieren iniciar una carrera y/o priorizar una elección vocacional.
A las personas aquejadas de dificultades en la salud por padecimientos crónicos.
A las personas que han sufrido pérdidas: divorcios, muertes.
A las personas que atraviesan una crisis de identidad ligada a procesos de cambio: envejecimiento, menopausia, conflictos de pareja, conflictos familiares, relación conflictiva con hijos o padres, etc.
A las personas que quieren  mejorar su propia motivación.
A las personas que quieren desarrollar su potencial creativo e intuitivo.
A las personas que quieren desarrollar la alegría sin objeto, como estado de conciencia del propio sujeto.

¿Cuánto tiempo dura?

El proceso suele durar de ocho a treinta y dos sesiones de 55 minutos, aunque no hay nada establecido al respecto. El período entre sesiones es fijado de mutuo acuerdo, siendo seis meses un período medio para completar el proceso. El tiempo entre sesiones puede ser entre 7 y 15 días.


Algunos ejemplos de los beneficios concretos del coaching personal


Conocerse mejor, aprender a identificar el “saboteador interno” (esa voz que nos dice que no servimos para nada, que somos inútiles, o que nunca lo conseguiremos…), disfrutar del presente, aumentar la confianza, fortalecer la autoestima, gestionar mejor el tiempo, establecer prioridades para alcanzar las metas, escucharse, conseguir un mayor equilibrio entre las distintas áreas de la vida (trayectoria profesional, entorno físico, salud, familia, ocio, relaciones amorosas, dinero, desarrollo personal, amistades), mejorar la comunicación y los vínculos con los demás, reorganizar el día a día, aprovechar la vida… la lista es tan infinita como nuestras propias posibilidades.

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