Primera Encuesta Nacional Urbana de Victimización 2011 – Perú

Ciudad Nuestra pone a disposición de la opinión pública los resultados de su Primera Encuesta Nacional Urbana de Victimización 2011, llevada a cabo en 23 ciudades del Perú, que mide la percepción de inseguridad, la victimización y la evaluación de la Policía y de los serenazgos.

La encuesta tiene dos propósitos fundamentales. Primero, contribuir al diagnóstico de los problemas de seguridad en cada localidad, fundamental para el diseño de políticas públicas eficaces. Segundo, servir de línea de base para evaluar las políticas de seguridad ciudadana a nivel local, de modo de conocer el impacto que ellas tienen en los principales indicadores de seguridad. Para que esto último sea posible, será necesario repetir el ejercicio de manera periódica, idealmente una vez al año.

Los principales resultados de la encuesta son los siguientes:

Alta percepción de inseguridad

Casi tres de cada cuatro encuestados (72%) manifestaron sentirse inseguros en sus respectivas ciudades.

Hablando de la ciudad donde usted vive, y pensando en la posibilidad de ser víctima de un delito, ¿se siente muy inseguro, algo inseguro, algo seguro o muy seguro?

Alta percepción de inseguridad

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Nacional Urbana de Victimización 2011. Perú

Las variaciones entre ciudades son importantes. Así, por ejemplo, Piura (91%), Ayacucho (83%), Tacna (80%), Pucallpa (80%) y Callao (77%) tienen las tasas más altas, mientras que Cajamarca (50%), Tarapoto (60%), Huaraz (60%), Huancavelica (64%) y Cusco (64%) las más bajas. Lima Metropolitana comparte el promedio nacional, mientras que Arequipa (67%) y Chiclayo (71%) tienen un temor ligeramente inferior a dicho promedio. Trujillo, por su parte, cuenta con una percepción de inseguridad algo superior (74%).

Alta victimización

Dos de cada cinco hogares (41%) tuvieron, por lo menos, un miembro que fue víctima de un delito el 2010.

¿Usted o algún miembro de su hogar ha sido víctima de algún delito en los últimos 12 meses?

Alta victimización

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Nacional Urbana de Victimización 2011. Perú

Este resultado coincide, groso modo, con el del Barómetro de las Américas 2010, que ubicó al Perú con la victimización personal más alta entre 18 países de las Américas.

Las cinco ciudades con más alta victimización por hogares fueron Tacna (52%), Huaraz (51%), Huancayo (48%), Chiclayo (47%) y Pucallpa (46%). La ciudad con menos victimización fue Oyón (16%), seguida de otras ciudades pequeñas como Tarapoto (17%), Huancavelica (21%), Moquegua (24%) y Ayacucho (27%).

Lima Metropolitana, Callao y Arequipa se ubicaron ligeramente por encima del promedio nacional (41%), mientras que Trujillo ligeramente por debajo.

Es interesante notar que las ciudades con más alta victimización por hogares son las que también tienen las más altas tasas de victimización personal. Lo mismo ocurre con aquellas que tienen las tasas más bajas.

En América Latina, ésta es una tasa alta si se la compara con el promedio regional del Latinobarómetro 2010 (31%). Países como Argentina y Chile tienen tasas de 33% y 28%, respectivamente. La diferencia es aún mayor con relación al 16% promedio que arrojó la última Encuesta Internacional sobre Criminalidad y Victimización (2004/2005), llevada a cabo en 30 países desarrollados.

Predominio de los delitos patrimoniales

Nueve de cada diez delitos cometidos el 2010 (91%) fueron de carácter patrimonial. Casi la mitad de todos los delitos (48%) fueron robos al paso, mientras que uno de cada cuatro (24%) fueron robos en vivienda o local. El tercer delito más común fue el atraco (9%), que implica violencia física contra la persona. Estos tres delitos constituyeron el 81% del total.

En caso de que usted haya sido víctima de un delito, ¿cuál fue?

Predominio de los delitos patrimoniales

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Nacional Urbana de Victimización 2011. Perú

La incidencia de los principales delitos varía según las ciudades. En algunos casos, la alta incidencia de robos al paso va acompañada de baja incidencia de robos en vivienda o local. Es lo que ocurre en Chiclayo, Cajamarca, Lima Metropolitana y Huaraz. Inversamente, en otras ciudades, la baja incidencia de robos al paso coincide con una alta incidencia de robos en vivienda o local. Es lo que sucede en Moquegua, Huancavelica y Tarapoto.

De los tres principales delitos, el más violento es el atraco. Trujillo encabezó las ciudades con mayor incidencia de atracos, seguida de Huancavelica, Piura, Lima Metropolitana y Arequipa. A excepción de Huancavelica, ellas constituyen las más grandes ciudades del Perú.

Uso de armas

Una tercera parte (34%) de los delitos fueron cometidos con armas. El arma blanca fue la más utilizada, presente en el 19% de todos los delitos, seguida del arma de fuego (11%). En 4% de los delitos se utilizaron otras armas.

En caso de que el delincuente usó algún tipo de arma contra usted, ¿cuál fue?

Uso de armas

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Nacional Urbana de Victimización 2011. Perú       

Chiclayo es la ciudad con más alta incidencia de delitos protagonizados con armas. El 44% de sus delitos fueron con arma blanca y el 22% con arma de fuego. En este sentido, el uso de armas en Chiclayo duplica el promedio nacional (34%). Al otro extremo, ciudades como Huancavelica, Moquegua, Iquitos e Ilo tienen las tasas más bajas de uso de arma blanca y de arma de fuego.

En otras ciudades como Pucallpa y Callao el uso de armas de fuego es muy extendido, en contraste con un uso muy limitado de arma blanca. Por el contrario, ciudades como Cajamarca, Huancayo, Ayacucho, Tacna y Abancay tienen una alta incidencia de arma blanca y un bajo uso de arma de fuego.

Mientras que la incidencia del uso de arma blanca en Lima Metropolitana es inferior al promedio nacional, el uso de arma de fuego se ubica alrededor de dicho promedio. Arequipa y Trujillo se ubican muy cerca del promedio nacional de uso de arma blanca, en tanto que el recurso al arma de fuego es muy bajo en Arequipa y alto en Trujillo.

Desfavorable evaluación de la Policía y los serenazgos

La evaluación ciudadana de la Policía y los serenazgos es claramente desfavorable en todo el país. Solo una tercera parte de los encuestados (34%) opinaron bien o muy bien de los serenazgos, ahí donde existen. Una cifra aún menor (29%) se pronunció favorablemente de la Policía. Esto significa que las opiniones desfavorables de las instituciones de seguridad alcanzan a, por lo menos, dos de cada tres encuestados. Esto es preocupante, por cuanto son estas instituciones, especialmente la Policía, las principales responsables de velar por el respeto de nuestros derechos ciudadanos frente a las amenazas criminales.

¿Cómo evalúa usted la labor de la Policía?

¿Cómo evalúa usted la labor de la Policía?

Si tiene serenazgo, ¿Cómo evalúa su labor?

Si tiene serenazgo, ¿Cómo evalúa su labor?

Resulta interesante notar que la mayoría de ciudades coinciden en sus evaluaciones de la Policía y sus serenazgos. En efecto, tanto Juliaca, Tarapoto, Iquitos y Pucallpa evalúan favorablemente a ambas, mientras que Piura, Callao y Oyón hacen lo contrario. En ambos casos, Lima Metropolitana se ubica en la media nacional.

También hay ciudades donde la evaluación es diferenciada. El caso más notorio es Cajamarca, con una evaluación bastante mejor de sus serenazgos (46%) que de su Policía (29%). Tacna, Huancayo, Huaraz, Arequipa e Ilo también cuentan con serenazgos mucho más confiables. La situación contraria se presenta de manera evidente solo en Trujillo, con una evaluación más favorable de la Policía (42%) que de los serenazgos (37%).

Algunas consideraciones sobre el temor, la victimización y la confiabilidad de las instituciones de la seguridad

Las altas tasas de temor y de victimización por hogares en el Perú van de la mano con los bajos niveles de aprobación de la Policía y los serenazgos.

La alta percepción de inseguridad está principalmente asociada a la baja confianza que existe en las instituciones de seguridad. Claros ejemplos de ello son las ciudades de Piura, Ayacucho, Callao y Oyón. En el mismo sentido, Cajamarca y Tarapoto, con las más bajas tasas de temor, cuentan con instituciones relativamente confiables, aunque Tarapoto, además, cuenta con la segunda tasa de victimización más baja.

En otros casos, la percepción de inseguridad parece estar más asociada a la victimización que a la evaluación de las autoridades. Eso explicaría los altos niveles de temor en Tacna y Pucallpa, y los bajos niveles en Huancavelica y Moquegua. También explicaría la ubicación promedio de Juliaca en temor, pese a la buena evaluación de su Policía y serenazgos.

Los resultados de Chiclayo, Huancayo y Huaraz son más difíciles de interpretar, pues, pese a su alta victimización y desfavorable evaluación de sus instituciones de seguridad, cuentan con bajas tasas de temor.

Sobre la encuesta

La encuesta de Ciudad Nuestra fue aplicada por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú entre el 21 de enero y el 25 de marzo de 2011, en 23 ciudades del Perú. En total, fueron encuestadas 22,560 personas.

Ciudad Nuestra agradece muy especialmente a las instituciones que contribuyeron al financiamiento de la encuesta, a saber, el Open Society Institute, la Compañía de Minas Buenaventura, Hochschild Minning, Southern Perú, Minera Barrick, Yanacocha y la Corporación Andina de Fomento.

Los resultados nacionales y la comparación de resultados por ciudades se podrán encontrar y descargar a partir del lunes 16 de mayo de 2011 en la página web de Ciudad Nuestra: www.ciudadnuestra.org. Oportunamente, se hará entrega de los resultados desagregados por ciudad a las autoridades municipales y regionales correspondientes.

Por último, se informa la semana del 20 de junio de 2011 Ciudad Nuestra dará a conocer los resultados de la Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011, llevada a cabo en 35 distritos de la capital.

Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011

Ciudad Nuestra pone a disposición de la opinión pública los resultados de su Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011, llevada a cabo en 35 distritos de la capital, que mide, en cada uno de ellos, la victimización, la evaluación ciudadana de la Policía y de los serenazgos, y la percepción de inseguridad.

Las encuestas de victimización que regularmente se aplican en la capital se hacen con una muestra de 500 ó 550 encuestados y arrojan resultados agregados para toda la ciudad. La novedad de esta encuesta es que ofrece resultados desagregados para cada uno de los 35 principales distritos de Lima Metropolitana, en los que la muestra fue de 400 encuestados por jurisdicción.

La encuesta tiene dos propósitos. Primero, contribuir al diagnóstico de los problemas de seguridad en cada distrito, fundamental para el diseño por los comités de seguridad ciudadana de políticas públicas eficaces. Segundo, servir de línea de base para evaluar los planes a nivel distrital, de modo de conocer su impacto en los principales indicadores de seguridad. Para que esto sea posible, será necesario repetir anualmente la encuesta.

Los principales resultados de la encuesta son los siguientes:

Alta victimización por hogares

El 43% de los hogares limeños tuvieron, el 2010, por lo menos un miembro que fue víctima de un delito. Esto ubica a la capital dos puntos porcentuales por encima del promedio nacional de 41%.

¿Usted o algún miembro de su hogar ha sido víctima de algún delito en los últimos 12 meses? (%)

Alta victimización por hogares

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

Ésta es una tasa alta si se la compara con las de otras capitales latinoamericanas. Santiago de Chile, por ejemplo, tiene una tasa de 30%[1] y el Gran Buenos Aires de 39%[2].

Existe una diferencia de 30 puntos porcentuales entre los dos distritos con más alta victimización por hogares – Comas y Villa El Salvador, ambos con una tasa de 52% – y el distrito con la tasa más baja, Lurín (22%), lo que da cuenta de una altísima variación distrital.

Los otros distritos con más alta victimización por hogares son La Victoria (50%), San Juan de Miraflores (50%), San Luis (49%), San Martín de Porres (48%) y El Agustino (48%). Además de Lurín, los distritos con tasas más bajas son Chaclacayo y San Isidro, con 27%; Pachacámac, con 28%; Lurigancho – Chosica y San Borja, con 29%; y, Miraflores y Chorrillos, con 30%.

Es interesante notar que los distritos que cuentan con victimización por hogares más baja son los mismos que cuentan con las tasas más bajas de victimización personal. Salvo contadas excepciones, lo mismo ocurre con los distritos con las tasas más altas.

Predominio de los delitos patrimoniales

Al igual que en el ámbito nacional, nueve de cada diez delitos cometidos en la capital el 2010 (90%) fueron de carácter patrimonial. La mitad de todos los delitos (50%) fueron robos al paso, mientras que uno de cada cinco (20%) fueron robos en vivienda o local. El tercer delito más común fue el atraco (11%), que implica violencia física contra la persona. Estos tres delitos constituyeron el 81% del total.

El patrón de delitos en Lima Metropolitana no difiere significativamente del nacional. Mientras que los robos al paso y los atracos tienen ligeramente una mayor incidencia en la capital, los robos en vivienda o local son menores que el promedio nacional.

En caso de que usted haya sido víctima de un delito, ¿cuál fue? (%)

Predominio de los delitos patrimoniales

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

La incidencia de los principales delitos varía según los distritos. En algunos casos, la alta incidencia de robos al paso va acompañada de una baja incidencia de robos en vivienda o local. Es lo que ocurre, por ejemplo, en Comas, La Victoria, San Juan de Lurigancho, Rímac y Surquillo. Inversamente, en otros distritos, la baja incidencia de robos al paso coincide con una alta incidencia de robos en vivienda o local. Es lo que sucede, por ejemplo, en Chaclacayo, Lurín, Pachacámac, Lurigancho – Chosica y Miraflores.

De los tres delitos, el más violento es el atraco. Lince encabezó los distritos con mayor incidencia de atracos, seguido de San Luis, Lurín, San Juan de Miraflores y Chorrillos. Los distritos con menor incidencia de atracos fueron Chaclacayo, San Borja, Miraflores, La Victoria y Lurigacho – Chosica.

Uso de armas

Una tercera parte de los delitos (32%) fueron cometidos con armas, lo que ubica a Lima dos puntos porcentuales por debajo del promedio nacional. La más utilizada fue el arma blanca/ cuchillo, presente en el 16% de los delitos, seguida del arma de fuego (12%). En el 4% de los delitos se utilizaron otras armas.

En caso de que el delincuente usó algún tipo de arma contra usted, ¿cuál fue? (%)

Uso de armas

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

Mientras que la incidencia del uso de arma blanca/ cuchillo en Lima Metropolitana es inferior al promedio nacional (19%), el uso de arma de fuego se ubica ligeramente por encima de dicho promedio (11%).

El uso de arma fluctúa grandemente entre distritos. Lince y Pueblo Libre son los distritos con más alta incidencia de delitos protagonizados con armas (47%), seguidos por Carabayllo (46%), Villa El Salvador (45%) y Comas (38%). Al otro extremo, distritos como Magdalena del Mar (16%), San Borja (17%), La Molina (18%), Barranco (19%) y El Agustino (20%) tienen las tasas más bajas.

Los distritos donde el uso de arma blanca/ cuchillo es más extendido son Villa El Salvador (28%), Carabayllo (24%), Rímac (21%), Pachacámac (20%), Comas (19%), Ate (19%) y San Juan de Lurigancho (19%).

Las tasas más altas de uso de arma de fuego se encuentran en San Miguel (24%), Pueblo Libre (23%), San Isidro (23%), Lince (23%), Comas (16%) y San Luis (16%).

Desfavorable evaluación de la Policía y los serenazgos

La evaluación ciudadana de la Policía y los serenazgos es claramente desfavorable en la capital, al igual que en el resto del país.

Solo el 29% de limeñas y limeños tienen una opinión muy buena o buena de la labor policial. Esta cifra coincide con el promedio nacional. Casi dos de tres encuestados (63%) califican la labor policial de mala o muy mala.

Los serenazgos no son mejor evaluados. El 30% de limeñas y limeños opinaron muy bien o bien de ellos, mientras que el 52% consideran su labor mala o muy mal. Un 11% precisó que no cuenta con serenazgo, lo que debe ser entendido como una desaprobación de este servicio, porque, de los 35 distritos encuestados, salvo Villa El Salvador, todos cuentan con él.

Las opiniones desfavorables de las instituciones de la seguridad son preocupantes, por cuanto corresponde a ellas velar por el respeto de nuestros derechos ciudadanos frente a las amenazas criminales.

¿Cómo evalúa usted la labor de la Policía? (%)

¿Cómo evalúa usted la labor de la Policía?

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

¿Cómo evalúa la labor del serenazgo de su distrito? (%)

¿Cómo evalúa la labor del serenazgo de su distrito?

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

La evaluación institucional varía enormemente entre distritos. Si la diferencia entre los distritos de más alta y más baja victimización es de 30 puntos porcentuales, la diferencia entre la mejor y la peor evaluación del desempeño policial y de los serenazgos es de 45 y 66 puntos porcentuales, respectivamente. Es, pues, en la calidad del servicio de serenazgo donde se percibe la mayor diferencia, que resulta de la disparidad de los recursos de cada distrito.

Los distritos que evalúan mejor a la Policía son San Isidro (58%), Miraflores (57%), Jesús María (57%), San Borja (54%) y Lurín (53%). En el otro extremo, los distritos con tasas más bajas de aprobación son Rímac (12%), San Juan de Miraflores (17%), Villa El Salvador (17%), La Victoria (18%) y Carabayllo (20%).

Los distritos que evalúan mejor a sus serenazgos son San Isidro (78%), Miraflores (75%), Surco (70%), San Borja (68%) y Jesús María (66%), mientras que los que las evalúan peor son Villa María del Triunfo (12%), San  Martín de Porres (12%), Rímac (14%), San Juan de Miraflores (14%), La Victoria (16%) y Comas (16%).

Resulta interesante notar que en la mayoría de los distritos donde los serenazgos son bien evaluados también lo es la Policía. Una situación parecida ocurre con los distritos con las tasas más bajas de aprobación. En efecto, tanto San Isidro, Miraflores, Jesús María, San Borja, Lurín, Magdalena del Mar, Surco, La Molina, Pueblo Libre, Puente Piedra, San Miguel y Los Olivos evalúan favorablemente a ambas instituciones, mientras que Rímac, San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, Carabayllo y El Agustino las evalúan desfavorablemente.

¿Qué factores explicarían esta correspondencia? Primero, que el servicio de serenazgo, ahí donde es bueno, es no solo apreciado por la ciudadanía, sino que contribuye a mejorar el desempeño policial y, por tanto, el reconocimiento ciudadano del mismo. Donde ese servicio es precario o deficiente – o no existe, como en Villa El Salvador – el desempeño policial es mal percibido. Segundo, en la medida en que el serenazgo y la Policía aportan distintos valores al servicio de seguridad, el reconocimiento ciudadano de su calidad redunda en el reconocimiento de ambas instituciones. Ahí donde no hay un buen servicio de seguridad, entre otras cosas por la falta de integración, ambas instituciones son igualmente penalizadas. Tercero, los distritos que evalúan mejor a sus instituciones son no solo los que tienen los serenazgos más modernos, mejor equipados y con el mayor número de serenos, sino también los que cuentan con los mejores ratios de policía por habitante.

Alta percepción de inseguridad

Casi tres de cada cuatro limeños (72%) manifestaron sentirse inseguros en sus respectivos distritos. Esta percepción de inseguridad coincide con la tasa promedio a nivel nacional.

Hablando del distrito donde usted vive, y pensando en la posibilidad de ser víctima de un delito, ¿se siente muy inseguro, algo inseguro, algo seguro o muy seguro?

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

Las variaciones entre distritos son, también, muy importantes, existiendo 61 puntos porcentuales de diferencia entre la más alta – Villa El Salvador (90%) – y la más baja – San Isidro (29%) –. Los otros distritos con alta percepción de inseguridad son La Victoria (87%), San Martín de Porres (83%), San Juan de Miraflores (82%), San Juan de Lurigancho (81%) y Ate (80%), mientras que los otros distritos con menor temor son Miraflores (32%), San Borja (33%), La Molina (41%), Magdalena del Mar (44%) y Jesús María (45%).

Algunas consideraciones sobre la victimización, el temor y la confianza institucional

Los resultados promedios para Lima Metropolitana dan cuenta de una ciudad con una alta tasa de victimización por hogares y una alta percepción de inseguridad, acompañadas de muy bajos niveles de aprobación de las instituciones encargadas de la seguridad, a saber, la Policía y los serenazgos. Se advierte, pues, que la alta percepción de inseguridad no es arbitraria, sino que responde tanto a elevados niveles de victimización como a una marcada debilidad institucional. Esta última, además, explica los altos niveles de victimización. Por ello, para revertir las negativas condiciones de seguridad es preciso fortalecer la Policía y los serenazgos.

Los mejores ejemplos de la correlación que existe entre la debilidad institucional y las altas tasas de victimización y percepción de inseguridad son Villa El Salvador, La Victoria, San Juan de Miraflores, San Martín de Porres y Comas.

En sentido contrario, Lurín, San Isidro, San Borja, Miraflores, Magdalena del Mar, Jesús María y Puente Piedra son algunos ejemplos de la correspondencia entre fortaleza institucional y bajas tasas de victimización y temor. Quizá los casos más notables sean los de Lurín y Puente Piedra, que, a diferencia de los otros distritos que integran la zona moderna y más próspera de la ciudad, cuentan con índices de desarrollo humano característicos de los barrios emergentes de la capital. Ate, con perfil parecido a estos dos últimos distritos, se encuentra cerca de este grupo, en buena medida gracias al desarrollo de su serenazgo.

Existen, sin embargo, otros distritos con bajas tasas de victimización que no cuentan con las instituciones mejor evaluadas, aunque tampoco con las peores, como son Chaclacayo, Pachacámac, Lurigancho – Chosica y Chorrillos. Quizá esto último explique que sus tasas de temor no sean tan malas en términos comparativos.

Sobre la encuesta

La encuesta de Ciudad Nuestra fue aplicada por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú entre los meses de enero y marzo del 2011 en 35 de los 43 distritos de Lima Metropolitana. Solo se excluyeron de la muestra los balnearios – Ancón, Santa Rosa, Pucusana, Santa María del Mar, San Bartolo, Punta Negra, Punta Hermosa y Cieneguilla –, cuya población es significativa únicamente los meses de verano. En total, fueron encuestadas 13,832 personas, a razón de casi 400 encuestados por distrito.

Ciudad Nuestra agradece muy especialmente al Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú y a las instituciones que contribuyeron al financiamiento de la encuesta, a saber, el Open Society Institute, la Corporación Andina de Fomento, la Asociación Atocongo – Cementos Lima y las municipalidades distritales de Jesús María, La Molina, La Victoria, Miraflores y San Miguel.

Los resultados agregados para la capital y la comparación de resultados por distritos se pueden encontrar y descargar, a partir del jueves 23 de junio, en la página web de Ciudad Nuestra: <www.ciudadnuestra.org>. Oportunamente, se hará entrega de los resultados desagregados a las autoridades municipales.

Segunda Encuesta Metropolitana de Victimización 2012

Durante el último año, en la capital de la República se incrementó ligeramente el número de delitos,
mejoró la opinión ciudadana sobre la labor de los serenazgos y de la Policía, y cayó la percepción de
inseguridad. Así lo demuestra la Segunda Encuesta Metropolitana de Victimización 2012 realizada por
Ciudad Nuestra.

Alta victimización por hogares

La primera encuesta de Ciudad Nuestra, realizada en el 2011, arrojó una victimización por hogares
promedio para Lima Metropolitana del 42.5%, que se incrementó al 42.9% -menos de un punto
porcentual- en la segunda encuesta. Este ligero incremento afectó por igual a los hombres y a las mujeres, a los jóvenes y a los adultos mayores, y al nivel socioeconómico DE, en tanto que el indicador cayó entre los adultos jóvenes y en los niveles socioeconómicos AB y C.

La victimización por hogares en Lima es más alta que en el Gran Buenos Aires (38%), Santiago de Chile
(35%) y Ciudad de México (27%).

El delito más común siguió siendo el robo al paso, aunque se redujo en importancia del 49.6% al
47.9% del total, mientras que los robos en vivienda o en local comercial se redujeron del 20.2% al
19.4%. Sin embargo, subieron los atracos, las agresiones de pandillas y los robos de vehículos, que,
aunque menos numerosos, no dejan de ser importantes por la violencia que los acompaña. Esto
parece guardar relación con el incremento del uso de armas de fuego en la comisión de los delitos,
que pasó del 11.5% al 13.4% del total, así como del uso del arma blanca-cuchillo, que pasó del
15.7% al 17.5%.

Mejora de la confianza en los serenazgos y la Policía, y caída del temor

El logro más importante del último año fue el incremento de la confianza ciudadana en los serenazgos, que pasó del 30.2% al 34.4%, un incremento de cuatro puntos porcentuales. También mejoró la confianza en la Policía, que pasó del 28.5% al 30.1%. Estas mejoras fueron parejas entre los hombres y las mujeres,
todos los grupos etarios y los niveles socioeconómicos, con excepción del nivel C, en el que disminuyó
ligeramente la confianza en la Policía.

Si bien la victimización se incrementó ligeramente, la mayor confianza ciudadana en las instituciones de
seguridad explica la caída en la percepción de inseguridad, que pasó del 71.6% al 70.2%.
A pesar de estas mejoras, no se debe olvidar que la opinión desfavorable sobre los serenazgos y la Policía
es aún mayoritaria, y que la percepción de inseguridad todavía es alta.

Grandes diferencias en la victimización por distritos

Estas cifras agregadas para la capital esconden las diferencias entre distritos. En efecto, existen casi 31
puntos porcentuales de diferencia entre Lurín, el distrito menos victimizado (25.8%), y el Rímac, el más
victimizado (56.5%). Además de Lurín, entre los menos victimizados se encuentran Lurigancho-Chosica
(28.0%), San Borja (28.3%), Magdalena (29.0%), Surquillo (29.3%), Miraflores (29.8%) y Chaclacayo
(30.0%). Las reducciones más notables en victimización las experimentaron Surquillo con 13.2 puntos
porcentuales menos, Comas con 10.6, Barranco y San Luis con 8.9, Surco con 6.2, San Juan de Miraflores
con 4.0 y La Victoria con 3.8.

Los mejores serenazgos distritales

Existen diferencias aún más grandes en la confianza en los serenazgos. En efecto, 77 puntos porcentuales
separan a San Isidro, cuyo serenazgo es el mejor evaluado (88.3%), de Villa María del Triunfo, que tiene
el serenazgo peor evaluado (11.0%). Además de San Isidro, los distritos con mejores serenazgos son
Miraflores (81.6%), San Borja (77.0%), Surco (75.0%), Jesús María (68.1%), La Molina (64.3%) y Lurín
(61.6%). Los serenazgos que más mejoraron fueron los de Carabayllo, con 23.0 puntos porcentuales;
Lurigancho-Chosica con 21.2, Barranco y Surquillo con 18.3, San Luis con 16.3, El Agustino con 15.7 y Villa
El Salvador con 11.0.

En la mayoría de distritos mejoró simultáneamente la evaluación de los serenazgos y de la Policía, aunque la aprobación de los primeros es, en general, más alta. Es interesante constatar que seis de los siete distritos con mejores serenazgos cuentan con las Policías mejor evaluada. También ocurre que los distritos con peor evaluación de sus serenazgos cuentan con las Policías peor evaluadas. Este dato indicaría que los serenazgos constituyen el elemento explicativo determinante de la calidad de los servicios de seguridad en cada distrito.

Los distritos más seguros

Según el Ranking Ciudad Nuestra 2012, construido sobre la base de los cuatro indicadores aquí
presentados -victimización por hogares, evaluación favorable de los serenazgos y de la Policía, y
percepción de inseguridad-, el distrito más seguro es San Borja, seguido de San Isidro, Miraflores, Surco,
Jesús María, Lurín, La Molina y Magdalena. Al final de la tabla, se ubica el Rímac como el distrito menos
seguro, seguido de San Juan de Miraflores, La Victoria, Villa El Salvador, Villa María del Triunfo e
Independencia. Así, pues, la zona más insegura es Lima Sur.

La encuesta

La encuesta de Ciudad Nuestra fue aplicada por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú, entre el 11 de febrero y el 3 de mayo del 2012, en 35 de los 43 distritos de Lima Metropolitana. En total, fueron encuestadas 13 968 personas, a razón de 400 encuestados por distrito. No fueron incorporados a la muestra los distritos de Ancón, Cieneguilla, Pucusana, Punta Hermosa, Punta Negra, San Bartolo, Santa María del Mar y Santa Rosa.

Ciudad Nuestra agradece al Open Society Institute por el financiamiento institucional de este proyecto, así como a la Tinker Foundation y a la Asociación Atocongo-Cementos Lima. También agradece a las 20 municipalidades distritales que financiaron la realización de la encuesta en sus respectivas jurisdicciones. Estas fueron las municipalidades de Ate, Barranco, Comas, El Agustino, Independencia, Jesús María, La Molina, La Victoria, Lima Metropolitana, Lurín, Magdalena, Miraflores, Rímac, San Borja, San Isidro, San Miguel, Santa Anita, Surco, Surquillo y Villa El Salvador. Los resultados se pueden encontrar y descargar, a partir del jueves 21 de junio, en la página web de Ciudad Nuestra.

Oportunamente, se hará entrega de los resultados desagregados a las autoridades municipales.

Lima, 20 de junio del 2012

Segunda Encuesta Nacional Urbana de Victimización 2012 – Perú

Avances y retrocesos a nivel nacional

1. Durante el último año los hechos delictivos (victimización) no se redujeron en las diez principales ciudades del Perú, manteniéndose en un nivel muy alto. Paradójicamente sí se redujo el temor a ser víctima de un delito (percepción de inseguridad), probablemente gracias al incremento de la confianza ciudadana en los serenazgos y en la Policía Nacional. No obstante estas últimas mejorías, el temor sigue siendo alto y la confianza en las instituciones baja.

La victimización se mantiene alta.

2. La victimización por hogares se ubicó este año en 43.2%, un punto porcentual más que el año pasado. La diferencia está dentro del margen de error, por lo que estadísticamente no hubo variación. El nivel de victimización, sin embargo, es bastante alto, por cuanto dos de cada cinco hogares tuvieron por lo menos una víctima. También lo es si lo comparamos con el de otros países de la región. Según la última encuesta del Latinobarómetro, publicada en octubre del 2011, el Perú tiene la victimización por hogares más alta de América Latina (40%), solo después de México (42%). La más reciente encuesta del Barómetro de las Américas (2012) también ubica al Perú con la segunda victimización directa más alta, solo superado por Ecuador. Finalmente, la tasa de denuncias de delitos ante la Policía por 100 mil habitantes durante el 2011 fue la más alta de la última década.

3. Los delitos más importantes siguieron siendo el robo al paso, el robo en vivienda o local comercial y el atraco, sumando los tres alrededor del 80% del total de delitos ocurridos a nivel nacional. Mientras que el robo al paso se mantuvo estable en alrededor del 50% del total, el robo en vivienda o local comercial sufrió una caída del 22.4% al 18.9% y el atraco se incrementó del 9.6% al 12.4%. Junto con el atraco, que es un robo particularmente violento, también se incrementaron de manera importante otros delitos violentos, como la agresión de pandillas y el robo de vehículos, y en menor medida la extorsión.

4. En el mismo período se incrementaron los delitos perpetrados con arma de fuego y arma blanca-cuchillo. Resulta preocupante que los primeros experimentaran el mayor crecimiento, pasando del 10.4% al 14.6% del total de delitos, mientras que los segundos crecieron del 18.6% al 20.7%. Los delitos donde no se usaron armas se mantuvieron en valores similares a los del año anterior, llegándose casi al 55%.

5. El incremento de la violencia en el marco de la comisión de los delitos patrimoniales es corroborado por el Latinobarómetro, el Barómetro de las Américas y la propia estadística de la Policía Nacional. En efecto, según el Latinobarómetro el Perú cuenta con el tercer más alto porcentaje de delitos con violencia en la región, mientras que el Barómetro de las Américas ya había identificado un significativo crecimiento de los robos con violencia en los últimos años. Las estadísticas policiales, por su parte, dan cuenta que en los últimos años los hurtos (sin violencia) dejaron de ser el principal delito patrimonial al ser superados por los robos (con violencia).

6. Las altas tasas de violencia en delitos patrimoniales que ostenta el Perú no guardan relación con sus relativamente bajas tasas de violencia homicida. Según el informe mundial sobre homicidios de Naciones Unidas, publicado el 2011, el Perú se ubica entre los países de América Latina con más bajas tasas por 100 mil habitantes. Así lo muestran tanto las estadísticas policiales peruanas como las de su sistema de salud, que cita el informe. Empero, el Observatorio de la Criminalidad del Ministerio Público ha dado a conocer una tasa para el 2011 que casi triplica la policial. Es imperativo que el Observatorio esta discrepancia.

Mejora la confianza en los serenazgos y la Policía

7. El resultado más alentador de la encuesta fue la importante mejora de la confianza ciudadana en los serenazgos municipales y, en menor medida, en la Policía Nacional. Mientras que la opinión favorable pasó del 29.5% al 34.4% el último año, la opinión favorable del trabajo policial pasó del 28.1% al 30.8%. Estas mejoras fueron más o menos uniformes en las diez principales ciudades del país. Se trata de una tendencia positiva que será necesaria mantener para revertir los todavía elevados niveles de confianza ciudadana hacia el trabajo de las instituciones de seguridad. En efecto, aproximadamente dos de cada tres encuestados las evalúan aún negativamente.

8. Aunque los niveles de confianza en las policías latinoamericanas son, en general, bajos, el porcentaje en el Perú se ubica por debajo del promedio regional. Así lo demuestra el Latinobarómetro 2011, que otorga al Perú 30%, tres puntos porcentuales por debajo del promedio en América Latina. Esto significa que nos encontramos lejos de las mejores policías, como Uruguay (53%), Chile (46%), Nicaragua (44%) y Colombia (42%), y más cerca de las peores, como Guatemala (15%), México (19%) y Honduras (20%). Algo similar ocurre con la encuesta del Barómetro de las Américas del 2012, según la cual el Perú tiene los mismos niveles de confianza que México y solo supera a Bolivia, Venezuela, Guatemala y Honduras. Son, precisamente, éstas últimas las que aparecen como las más corruptas.

9. Si en la región no estamos bien, en el mundo estamos peor. El Foro Económico Mundial nos ubica en el puesto 128 de 144 países en confianza policial, solo por encima de Argentina, México, Guatemala, Paraguay y Venezuela, esta última en el penúltimo lugar.

10. La justicia es la otra institución que tiene una responsabilidad fundamental en las políticas de seguridad, por cuanto le compete investigar y condenar a quienes han cometido un delito. Si la justicia no cumple, reina la impunidad, que a su vez alienta la actividad delictiva. De acuerdo al Latinobarómetro la satisfacción con el sistema judicial peruano fue, el 2011, la más baja en toda América Latina.

11. A nivel global, ocurre algo parecido con el sistema de justicia peruano, que aparece en el puesto 125 de 144 países en cuanto a independencia se refiere, superando en la región a Ecuador, Panamá, Argentina, Nicaragua, Paraguay y Venezuela, que se ubica en el último lugar.

14. Como el temor está asociado tanto a la victimización como a la confianza en las instituciones, la caída futura en el temor solo podrá ser el resultado de la reducción de la victimización y de una creciente confianza ciudadana en las instituciones de la seguridad. A su vez, la única manera de bajar la victimización será con un mejor desempeño de los serenazgos y la Policía, y un cada vez más integrado trabajo entre ellos.

Arequipa y Cajamarca las ciudades más seguras; Chiclayo la más insegura

15. Según el Ranking Ciudad Nuestra 2012, construido sobre la base de los cuatro indicadores aquí presentados –victimización por hogares, evaluación favorable de los serenazgos y de la Policía, y percepción de inseguridad–, las ciudades más seguras son Arequipa y Cajamarca, que empatan el primer lugar, seguidas de Iquitos. En el otro extremo se encuentra Chiclayo, claramente la más insegura, pues tiene los peores indicadores de victimización y confianza policial, y los segundos peores en serenazgos y en temor. Entre los dos extremos del ranking se ubican Trujillo, Callao, Cusco, Lima, Huancayo y Piura, con resultados bastante parecidos.

16. Los promedios nacionales esconden grandes diferencias entre ciudades. Por ejemplo, mientras que la victimización nacional es del 43.2%, cuarenta puntos porcentuales separan a Iquitos, que tiene la victimización más baja (32.8%), de Chiclayo, que tiene la más alta (72.8%). Con porcentajes inferiores al 40% se ubican Piura, Arequipa, Callao y Cusco, en tanto que Trujillo, Lima, Huancayo y Cajamarca oscilan entre el 42% y el 50%. Cabe resaltar la importante reducción experimentada por Arequipa, de casi siete puntos porcentuales, que le permitió pasar del octavo puesto el año pasado al tercero este año. El deterioro más notable fue el de Chiclayo, que pasó del 46.9% al 72.8%, un incremento de casi 26 puntos porcentuales. El deterioro más sorprendente, sin embargo, fue el de Cajamarca, que pasó del 31.5%, la más baja del año pasado, al 49.5%. La sorpresa deriva del hecho que en los otros tres indicadores Cajamarca obtuvo el primer lugar. Se ignora qué circunstancias particulares explican esta discordancia. De no haber sido por ella, Cajamarca hubiera aventajado por varios cuerpos a Arequipa en el ranking.

17. Chiclayo encabeza el ranking de uso de arma de fuego, con el 27.3%, seguido de Trujillo (24.7%) y Callao (24.0%). Estas ciudades ya encabezaban este ranking el año pasado, pero experimentaron un incremento importante en su valores. Las ciudades de la sierra e Iquitos tuvieron todas valores por debajo del 3.5%. Son, pues, las ciudades de la costa donde las armas de fuego son más utilizadas.

18. Los mejores serenazgos son los de Cajamarca, con el 61.8% de evaluación favorable. Los peores son los del Cusco (25.8%) y los de Chiclayo (26.8%). Es interesante notar que, salvo el Cusco que no experimentó variación alguna, en todas las otras ciudades se incrementó la evaluación favorable de los serenazgos, especialmente en Cajamarca, donde el incremento fue de 21 puntos porcentuales y en Piura, de 18 puntos. Lima, la ciudad donde surgieron los serenazgos, se volvió a ubicar en el quinto lugar del ranking, demostrando, así, que los serenazgos dejaron ya de ser un patrimonio de la capital y especialmente de sus distritos acomodados, extendiéndose y consolidándose en todo el territorio nacional.

19. Los cajamarquinos son quienes mejor evalúan el trabajo de su Policía (53.1%), seguidos por los arequipeños (38.1%), mientras que los chiclayanos son quienes peor la evalúan (23.0%).

20. Como en el caso de los serenazgos, la evaluación favorable de la Policía a nivel nacional también se incrementó el último año, aunque no en la misma magnitud. Además, no todas las policías mejoraron su evaluación. Las que más lo hicieron fueron las de Cajamarca, con casi 24.8 puntos porcentuales, y Piura, con 13.7 puntos. Cuatro retrocedieron, especialmente las de Iquitos y Trujillo, con casi diez puntos cada una. Esto explicaría que, a diferencia de los serenazgos, las variaciones de puestos en el ranking fueran mayores. Esto probablemente a consecuencia de los constantes cambios de los mandos policiales, distinto a los serenazgos, que cuentan con una estructura de autoridad más estable.

21. La ciudad con mayor temor siguió siendo Piura (81.7%), a pesar de que lo redujo en casi diez puntos porcentuales, probablemente gracias al impresionante incremento de la confianza ciudadana en sus serenazgos, que pasó del 14.3% al 32.5%, y en menor medida a la ligera mejoría de la confianza en su Policía, del 28.5% al 30.1%. La segunda ciudad con más temor fue Chiclayo (76.5%), que lo incrementó en seis puntos porcentuales, debido a un grave incremento de su victimización y a un deterioro en la confianza en su Policía, que fue mayor al incremento experimentado en la confianza en sus serenazgos. La ciudad con menos temor fue Cajamarca, que a pesar de un incremento de su victimización, logró contrarrestarlo con significativos avances en la confianza en sus instituciones de seguridad.

Conclusiones

22. El último año trajo luces y sombras. Por un lado, mejoró la confianza ciudadana en las instituciones de seguridad y se redujo el temor, aunque la primera sigue siendo muy baja y el segundo muy alto. Por el otro, se mantuvo la alta victimización y se hizo más violento el delito. En términos comparativos, el Perú sigue ocupando los peores lugares en lo referente a seguridad ciudadana.

23. Los avances logrados no han sido la consecuencia de una política nacional de seguridad ciudadana, que lamentablemente el Perú aún no tiene, sino el resultado de esfuerzos aislados a nivel distrital, conducidos principalmente por los municipios, que constituyen hoy el actor más importante en la provisión de servicios de prevención de la violencia y el delito. Estos esfuerzos no han contado con el apoyo del gobierno nacional, que, como responsable de la política, debería garantizar la cooperación incondicional de la Policía Nacional con los municipios –tal como lo establece la Constitución– y asumir plenamente sus responsabilidades en la investigación y persecución del delito –hoy muy venida a menos–, en la atención a las víctimas de la violencia y en la rehabilitación y reinserción social de los infractores.

24. Quizá la medida más importante adoptada por el gobierno en esta materia fue la decisión del entonces ministro del Interior Oscar Valdés de comenzar a recuperar progresivamente la exclusividad del servicio policial al prohibir los servicios individualizados a terceros por el personal policial en las regiones de La Libertad, Lambayeque y Piura, en la Provincia Constitucional del Callao y en el distrito limeño de Comas. Lamentablemente, después de diciembre de este año el gobierno no renovará los recursos presupuestarios que la continuación de esta decisión demandan y abandonará su compromiso de apostar a una Policía a tiempo completo. Esta decisión inexplicable parecería haberse adoptado porque la misma no habría producido resultados tangibles. El argumento es endeble porque un año no parece el tiempo necesario para hacer una evaluación definitiva y porque, además, se trata de la primera y no de la única medida para recuperar la Policía. Esta encuesta, además, demuestra que en algunas ciudades sí tuvo efectos positivos, pues la victimización cayó en Piura, Callao y Comas, donde también mejoró la percepción ciudadana del trabajo policial. En Piura y Callao, asimismo, se redujo el temor. Urge, por tanto, garantizar la continuidad de la medida.

¿Qué hacer?

Con el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana

25. Para enfrentar los desafíos descritos es imperioso fortalecer la gobernabilidad de la seguridad ciudadana. El mejor instrumento para ello es el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, diseñado para articular a los múltiples actores nacionales, regionales y locales que participan tanto en la prevención como en la persecución del delito. La presencia del presidente de la República al frente del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC) tiene el valor de comprometer a las otras institucionales del Estado en el funcionamiento del Sistema, pero no es imprescindible, por cuanto la ley establece que es el ministro del Interior el responsable de conducirlo. La iniciativa legislativa para otorgar la conducción del CONASEC al presidente del Consejo de Ministros no es la más feliz, por cuanto lo condenará a la inoperancia y la parálisis definitiva, considerando sus múltiples tareas.

26. Las siguientes son algunas de las medidas necesarias para fortalecer el Sistema.

Primero, diseñar un plan de acción para los próximos cuatro años (2013-2016), que defina objetivos, metas y responsabilidades, así como cronograma de cumplimiento e indicadores para medir su impacto. Su implementación debería ser evaluada anualmente por el CONASEC, que podría producir un informe para ser presentado por el ministro del Interior ante el Congreso de la República a más tardar el 31 de marzo de cada año.

Segundo, crear el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana, adscrito a la Secretaría Técnica del CONASEC, para generar información veraz, oportuna, confiable y útil para la formulación, implementación, supervisión y evaluación de las políticas públicas en esta materia. El Observatorio deberá llevar a cabo su labor de sistematización, análisis, publicación y difusión sobre la base de distintos tipos de información: la que desarrollan las instituciones públicas que integran el Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana; la que se genere a través de encuestas de opinión pública, especialmente la Encuesta Nacional de Programas Estratégicos (ENAPRES)-Seguridad Ciudadana que el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) realiza anualmente desde el 2011; la que resulte de los estudios que encargue a la comunidad académica y universitaria; y, las buenas prácticas nacionales e internacionales que identifique.

Tercero, crear un fondo para financiar programas municipales de prevención de la violencia y el delito en los distritos con más alta incidencia delictiva y que carezcan de los recursos necesarios. Los programas incluirán la prevención social –con especial énfasis en la atención a grupos en riesgo de involucrarse en pandillas–, la comunitaria y la situacional, así como el fortalecimiento del servicio de serenazgo e iniciativas locales de asistencia y protección a la víctimas de la violencia familiar, sexual y de género.

Cuarto, definir los alcances de la cooperación de la Policía con los municipios en seguridad ciudadana, tal como lo dispone el artículo 197 de la Constitución. Al respecto, es necesario que se adecúen las jurisdicciones policiales a las políticas; se asegure que en cada distrito o provincia exista un único jefe policial responsable de todos los servicios, de modo que sea la contraparte del alcalde; se limite la rotación de los jefes policiales a un mínimo de dos años, siendo lo ideal cuatro años, a efectos que coincida con el mandato de los alcaldes; se haga obligatorio el patrullaje integrado, garantizándose que los efectivos policiales se integren a los centros de información y comunicaciones de los serenazgos, y a sus vehículos de manera gratuita; se faculte a los alcaldes a impartir directivas de cumplimiento obligatorio a través del respectivo jefe policial, en el marco del plan local de seguridad ciudadana; y, se asegure la participación del alcalde en los procesos de selección y evaluación de los jefes policiales, así como se le otorgue la prerrogativa de pedir su remoción.

Quinto, a efectos de garantizar todo lo anterior es imperioso constituir un equipo profesional del más alto nivel en la Secretaría Técnica del CONASEC.

Con la Policía Nacional

27. El más importante desafío de la Policía Nacional es dejar de ser un servicio a medio tiempo y convertirse en uno profesional a tiempo completo. Para ello, el gobierno debe continuar el esfuerzo iniciado en agosto del 2011 de eliminar progresivamente los servicios individualizados, lo que demanda un importante esfuerzo presupuestario, requisito fundamental para construir la Policía del siglo XXI que el país exige. Los próximos aumentos de sueldos anunciados por el gobierno deberían otorgarse en función de la progresiva eliminación de los servicios individualizados. Si eso no se hace, los aumentos no contribuirán a la profesionalización policial.

28. Otro de los desafíos de la Policía es el de mejorar la gestión de sus recursos. Los problemas de equipamiento que hoy enfrenta no son resultado de la falta de recursos, sino de su incapacidad para comprar y hacerlo bien. En los diez primeros meses de este año la institución ha podido gastar solo el 12.8% de su presupuesto de inversión. En los últimos cinco años el presupuesto de inversiones ascendió a 1700 millones de Nuevos Soles, de los que solo se han gastado 300 millones. Considerando el lamentable estado de equipamiento y el atraso tecnológico de la institución, es urgente revertir esta situación.

29. Dos son las funciones principales de la Policía, la prevención del delito y la investigación criminal. En la primera, el desafío es trabajar estrechamente con los municipios y otras autoridades locales. Para que ello ocurra es preciso regular la cooperación policial con los gobiernos locales. Ver, al respecto, la cuarta recomendación del numeral 26. En relación con la investigación criminal los desafíos son múltiples. Quizá, el más importante es el de adecuarla a las demandas del nuevo sistema procesal penal. Ello exige elevar los estándares de calidad, lo que obliga a esfuerzos importantes en la especialización del personal y en su capacitación, así como en el equipamiento. Es una pésima señal que los recursos que la reforma otorga a la Policía por estos conceptos no estén siendo utilizados. Este año se le asignaron 125 millones de Nuevos Soles, de los cuales hasta el momento solo se han gastado 4 millones, apenas el 3.3%.

Con los serenazgos

30. Los serenazgos tienen tres desafíos, a saber, su profesionalización, su integración con los otros serenazgos de la respectiva ciudad y su integración con la Policía.

Con respecto a su profesionalización, es preciso que cada gobierno provincial en las ciudades más importantes del país, en consulta con los gobiernos distritales, establezca los criterios mínimos para la selección, formación, capacitación y evaluación de desempeño de los serenos, y constituya una escuela para todos los serenos de la ciudad.

Con respecto a la integración de los serenazgos en una ciudad, es necesario que los gobiernos provinciales, en consulta con los gobiernos distritales, establezcan un régimen disciplinario común, creen un registro único con la historia funcional de cada sereno y definan las especificaciones técnicas de los sistemas informáticos y de comunicaciones distritales, para garantizar su compatibilidad y hacer posible su interconexión.

Con respecto a la integración con la Policía, ver la cuarta recomendación del numeral 26.

Lima, octubre del 2012

Ciudad Nuestra

Como parte del proyecto “La participación ciudadana como la clave para una gestión municipal democrática y transparente de Lima Metropolitana”, Ciudad Nuestra (CN), con apoyo de la Red de Regidores Jóvenes de Lima Metropolitana (REJOLIME), realizó el Cuarto Encuentro de Regidores Metropolitanos y Distritales con la participación de dirigentes vecinales de distintas partes de la ciudad. Asistieron regidores y vecinos de Punta Negra, Puente Piedra, Rímac, San Juan de Lurigancho, Magdalena del Mar, Chaclacayo, Miraflores, El Agustino y Surco. El encuentro tuvo lugar en el Auditorio Municipal de Puente Piedra. Como organizadores de la reunión estuvieron presentes, por Ciudad Nuestra, Rafael García, director ejecutivo, Juan José Arrué, asistente organizativo e investigador y Bertha García, secretaria, por REJOLIME, Walverth Calatayud, presidente, y Edson Castro, regidor de Puente Piedra. Como invitado estuvo Jaris Mujica, Lic. en Antropología y Mg. y Dr. en Ciencia Política por la PUCP.

Ciudad Nuestra – Segunda Encuesta Metropolitana de Victimización 2012

Durante el último año, en la capital de la República se incrementó ligeramente el número de delitos, mejoró la opinión ciudadana sobre la labor de los serenazgos y de la Policía, y cayó la percepción de inseguridad. Así lo demuestra la Segunda Encuesta Metropolitana de Victimización 2012 realizada por Ciudad Nuestra.

Ciudad Nuestra – Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011 – Lima

Nota de prensa

Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011

Lima

Ciudad Nuestra pone a disposición de la opinión pública los resultados de su Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011, llevada a cabo en 35 distritos de la capital, que mide, en cada uno de ellos, la victimización, la evaluación ciudadana de la Policía y de los serenazgos, y la percepción de inseguridad.

Las encuestas de victimización que regularmente se aplican en la capital se hacen con una muestra de 500 ó 550 encuestados y arrojan resultados agregados para toda la ciudad. La novedad de esta encuesta es que ofrece resultados desagregados para cada uno de los 35 principales distritos de Lima Metropolitana, en los que la muestra fue de 400 encuestados por jurisdicción.

La encuesta tiene dos propósitos. Primero, contribuir al diagnóstico de los problemas de seguridad en cada distrito, fundamental para el diseño por los comités de seguridad ciudadana de políticas públicas eficaces. Segundo, servir de línea de base para evaluar los planes a nivel distrital, de modo de conocer su impacto en los principales indicadores de seguridad. Para que esto sea posible, será necesario repetir anualmente la encuesta.

Los principales resultados de la encuesta son los siguientes:

1.      Alta victimización por hogares

El 43% de los hogares limeños tuvieron, el 2010, por lo menos un miembro que fue víctima de un delito. Esto ubica a la capital dos puntos porcentuales por encima del promedio nacional de 41%.

¿Usted o algún miembro de su hogar ha sido víctima de algún delito en los últimos 12 meses? (%)

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

Ésta es una tasa alta si se la compara con las de otras capitales latinoamericanas. Santiago de Chile, por ejemplo, tiene una tasa de 30%[1] y el Gran Buenos Aires de 39%[2].

Existe una diferencia de 30 puntos porcentuales entre los dos distritos con más alta victimización por hogares – Comas y Villa El Salvador, ambos con una tasa de 52% – y el distrito con la tasa más baja, Lurín (22%), lo que da cuenta de una altísima variación distrital.

Los otros distritos con más alta victimización por hogares son La Victoria (50%), San Juan de Miraflores (50%), San Luis (49%), San Martín de Porres (48%) y El Agustino (48%). Además de Lurín, los distritos con tasas más bajas son Chaclacayo y San Isidro, con 27%; Pachacámac, con 28%; Lurigancho – Chosica y San Borja, con 29%; y, Miraflores y Chorrillos, con 30%.

Es interesante notar que los distritos que cuentan con victimización por hogares más baja son los mismos que cuentan con las tasas más bajas de victimización personal. Salvo contadas excepciones, lo mismo ocurre con los distritos con las tasas más altas.

·           Predominio de los delitos patrimoniales

Al igual que en el ámbito nacional, nueve de cada diez delitos cometidos en la capital el 2010 (90%) fueron de carácter patrimonial. La mitad de todos los delitos (50%) fueron robos al paso, mientras que uno de cada cinco (20%) fueron robos en vivienda o local. El tercer delito más común fue el atraco (11%), que implica violencia física contra la persona. Estos tres delitos constituyeron el 81% del total.

El patrón de delitos en Lima Metropolitana no difiere significativamente del nacional. Mientras que los robos al paso y los atracos tienen ligeramente una mayor incidencia en la capital, los robos en vivienda o local son menores que el promedio nacional.

En caso de que usted haya sido víctima de un delito, ¿cuál fue? (%)

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

La incidencia de los principales delitos varía según los distritos. En algunos casos, la alta incidencia de robos al paso va acompañada de una baja incidencia de robos en vivienda o local. Es lo que ocurre, por ejemplo, en Comas, La Victoria, San Juan de Lurigancho, Rímac y Surquillo. Inversamente, en otros distritos, la baja incidencia de robos al paso coincide con una alta incidencia de robos en vivienda o local. Es lo que sucede, por ejemplo, en Chaclacayo, Lurín, Pachacámac, Lurigancho – Chosica y Miraflores.

De los tres delitos, el más violento es el atraco. Lince encabezó los distritos con mayor incidencia de atracos, seguido de San Luis, Lurín, San Juan de Miraflores y Chorrillos. Los distritos con menor incidencia de atracos fueron Chaclacayo, San Borja, Miraflores, La Victoria y Lurigacho – Chosica.

·           Uso de armas

Una tercera parte de los delitos (32%) fueron cometidos con armas, lo que ubica a Lima dos puntos porcentuales por debajo del promedio nacional. La más utilizada fue el arma blanca/ cuchillo, presente en el 16% de los delitos, seguida del arma de fuego (12%). En el 4% de los delitos se utilizaron otras armas.

En caso de que el delincuente usó algún tipo de arma contra usted, ¿cuál fue? (%)

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

Mientras que la incidencia del uso de arma blanca/ cuchillo en Lima Metropolitana es inferior al promedio nacional (19%), el uso de arma de fuego se ubica ligeramente por encima de dicho promedio (11%).

El uso de arma fluctúa grandemente entre distritos. Lince y Pueblo Libre son los distritos con más alta incidencia de delitos protagonizados con armas (47%), seguidos por Carabayllo (46%), Villa El Salvador (45%) y Comas (38%). Al otro extremo, distritos como Magdalena del Mar (16%), San Borja (17%), La Molina (18%), Barranco (19%) y El Agustino (20%) tienen las tasas más bajas.

Los distritos donde el uso de arma blanca/ cuchillo es más extendido son Villa El Salvador (28%), Carabayllo (24%), Rímac (21%), Pachacámac (20%), Comas (19%), Ate (19%) y San Juan de Lurigancho (19%).

Las tasas más altas de uso de arma de fuego se encuentran en San Miguel (24%), Pueblo Libre (23%), San Isidro (23%), Lince (23%), Comas (16%) y San Luis (16%).

2.      Desfavorable evaluación de la Policía y los serenazgos

La evaluación ciudadana de la Policía y los serenazgos es claramente desfavorable en la capital, al igual que en el resto del país.

Solo el 29% de limeñas y limeños tienen una opinión muy buena o buena de la labor policial. Esta cifra coincide con el promedio nacional. Casi dos de tres encuestados (63%) califican la labor policial de mala o muy mala.

Los serenazgos no son mejor evaluados. El 30% de limeñas y limeños opinaron muy bien o bien de ellos, mientras que el 52% consideran su labor mala o muy mal. Un 11% precisó que no cuenta con serenazgo, lo que debe ser entendido como una desaprobación de este servicio, porque, de los 35 distritos encuestados, salvo Villa El Salvador, todos cuentan con él.

Las opiniones desfavorables de las instituciones de la seguridad son preocupantes, por cuanto corresponde a ellas velar por el respeto de nuestros derechos ciudadanos frente a las amenazas criminales.

¿Cómo evalúa usted la labor de la Policía? (%)

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

¿Cómo evalúa la labor del serenazgo de su distrito? (%)

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

La evaluación institucional varía enormemente entre distritos. Si la diferencia entre los distritos de más alta y más baja victimización es de 30 puntos porcentuales, la diferencia entre la mejor y la peor evaluación del desempeño policial y de los serenazgos es de 45 y 66 puntos porcentuales, respectivamente. Es, pues, en la calidad del servicio de serenazgo donde se percibe la mayor diferencia, que resulta de la disparidad de los recursos de cada distrito.

Los distritos que evalúan mejor a la Policía son San Isidro (58%), Miraflores (57%), Jesús María (57%), San Borja (54%) y Lurín (53%). En el otro extremo, los distritos con tasas más bajas de aprobación son Rímac (12%), San Juan de Miraflores (17%), Villa El Salvador (17%), La Victoria (18%) y Carabayllo (20%).

Los distritos que evalúan mejor a sus serenazgos son San Isidro (78%), Miraflores (75%), Surco (70%), San Borja (68%) y Jesús María (66%), mientras que los que las evalúan peor son Villa María del Triunfo (12%), San  Martín de Porres (12%), Rímac (14%), San Juan de Miraflores (14%), La Victoria (16%) y Comas (16%).

Resulta interesante notar que en la mayoría de los distritos donde los serenazgos son bien evaluados también lo es la Policía. Una situación parecida ocurre con los distritos con las tasas más bajas de aprobación. En efecto, tanto San Isidro, Miraflores, Jesús María, San Borja, Lurín, Magdalena del Mar, Surco, La Molina, Pueblo Libre, Puente Piedra, San Miguel y Los Olivos evalúan favorablemente a ambas instituciones, mientras que Rímac, San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, Carabayllo y El Agustino las evalúan desfavorablemente.

¿Qué factores explicarían esta correspondencia? Primero, que el servicio de serenazgo, ahí donde es bueno, es no solo apreciado por la ciudadanía, sino que contribuye a mejorar el desempeño policial y, por tanto, el reconocimiento ciudadano del mismo. Donde ese servicio es precario o deficiente – o no existe, como en Villa El Salvador – el desempeño policial es mal percibido. Segundo, en la medida en que el serenazgo y la Policía aportan distintos valores al servicio de seguridad, el reconocimiento ciudadano de su calidad redunda en el reconocimiento de ambas instituciones. Ahí donde no hay un buen servicio de seguridad, entre otras cosas por la falta de integración, ambas instituciones son igualmente penalizadas. Tercero, los distritos que evalúan mejor a sus instituciones son no solo los que tienen los serenazgos más modernos, mejor equipados y con el mayor número de serenos, sino también los que cuentan con los mejores ratios de policía por habitante.

3.      Alta percepción de inseguridad

Casi tres de cada cuatro limeños (72%) manifestaron sentirse inseguros en sus respectivos distritos. Esta percepción de inseguridad coincide con la tasa promedio a nivel nacional.

Hablando del distrito donde usted vive, y pensando en la posibilidad de ser víctima de un delito, ¿se siente muy inseguro, algo inseguro, algo seguro o muy seguro?

Fuente: Ciudad Nuestra. Primera Encuesta Metropolitana de Victimización 2011. Lima, Perú.

Las variaciones entre distritos son, también, muy importantes, existiendo 61 puntos porcentuales de diferencia entre la más alta – Villa El Salvador (90%) – y la más baja – San Isidro (29%) –. Los otros distritos con alta percepción de inseguridad son La Victoria (87%), San Martín de Porres (83%), San Juan de Miraflores (82%), San Juan de Lurigancho (81%) y Ate (80%), mientras que los otros distritos con menor temor son Miraflores (32%), San Borja (33%), La Molina (41%), Magdalena del Mar (44%) y Jesús María (45%).

4.      Algunas consideraciones sobre la victimización, el temor y la confianza institucional

Los resultados promedios para Lima Metropolitana dan cuenta de una ciudad con una alta tasa de victimización por hogares y una alta percepción de inseguridad, acompañadas de muy bajos niveles de aprobación de las instituciones encargadas de la seguridad, a saber, la Policía y los serenazgos. Se advierte, pues, que la alta percepción de inseguridad no es arbitraria, sino que responde tanto a elevados niveles de victimización como a una marcada debilidad institucional. Esta última, además, explica los altos niveles de victimización. Por ello, para revertir las negativas condiciones de seguridad es preciso fortalecer la Policía y los serenazgos.

Los mejores ejemplos de la correlación que existe entre la debilidad institucional y las altas tasas de victimización y percepción de inseguridad son Villa El Salvador, La Victoria, San Juan de Miraflores, San Martín de Porres y Comas.

En sentido contrario, Lurín, San Isidro, San Borja, Miraflores, Magdalena del Mar, Jesús María y Puente Piedra son algunos ejemplos de la correspondencia entre fortaleza institucional y bajas tasas de victimización y temor. Quizá los casos más notables sean los de Lurín y Puente Piedra, que, a diferencia de los otros distritos que integran la zona moderna y más próspera de la ciudad, cuentan con índices de desarrollo humano característicos de los barrios emergentes de la capital. Ate, con perfil parecido a estos dos últimos distritos, se encuentra cerca de este grupo, en buena medida gracias al desarrollo de su serenazgo.

Existen, sin embargo, otros distritos con bajas tasas de victimización que no cuentan con las instituciones mejor evaluadas, aunque tampoco con las peores, como son Chaclacayo, Pachacámac, Lurigancho – Chosica y Chorrillos. Quizá esto último explique que sus tasas de temor no sean tan malas en términos comparativos.

5.      Sobre la encuesta

La encuesta de Ciudad Nuestra fue aplicada por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú entre los meses de enero y marzo del 2011 en 35 de los 43 distritos de Lima Metropolitana. Solo se excluyeron de la muestra los balnearios – Ancón, Santa Rosa, Pucusana, Santa María del Mar, San Bartolo, Punta Negra, Punta Hermosa y Cieneguilla –, cuya población es significativa únicamente los meses de verano. En total, fueron encuestadas 13,832 personas, a razón de casi 400 encuestados por distrito.

Ciudad Nuestra agradece muy especialmente al Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú y a las instituciones que contribuyeron al financiamiento de la encuesta, a saber, el Open Society Institute, la Corporación Andina de Fomento, la Asociación Atocongo – Cementos Lima y las municipalidades distritales de Jesús María, La Molina, La Victoria, Miraflores y San Miguel.

Los resultados agregados para la capital y la comparación de resultados por distritos se pueden encontrar y descargar, a partir del jueves 23 de junio, en la página web de Ciudad Nuestra: . Oportunamente, se hará entrega de los resultados desagregados a las autoridades municipales. Para cualquier aclaración o información adicional sobre la encuesta, agradeceremos ponerse en contacto con Tatiana Balbuena al teléfono 98758-1542 ó al correo electrónico .

Lima, 22 de junio del 2011

Gino Costa

Carlos Romero


[1]
Ver la VII Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) 2010, publicada por el Instituto Nacional de Estadística de Chile el 5 de abril de 2011. [2]Ver el Índice de Victimización del Laboratorio de Investigaciones sobre Crimen, Instituciones y Políticas de la Universidad Torcuato di Tella (Argentina), publicado en abril de 2011.

Ciudad Nuestra – Inseguridad en el Perú ¿Qué hacer desde el Congreso?

 

(Ver libro)

Ciudad Nuestra acaba de publicar su décimo primer libro “Inseguridad en el Perú ¿Qué hacer desde el Congreso?”, escrito por Gino Costa y Carlos Romero, y coeditado con el Centro para la Competitividad y el Desarrollo de la Universidad de San Martín de Porres, dirigido por el doctor Luis Carranza, exministro de Economía y Finanzas. El libro contiene diez propuestas legislativas: cuatro en seguridad ciudadana, una en orden público y conflictos sociales, tres en lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, y dos sobre la Policía Nacional.

Las propuestas en seguridad ciudadana incluyen:

  • El desarrollo del artículo 197 de la Constitución Política, que establece la cooperación policial con los municipios. Esta propuesta adecúa las jurisdicciones policiales a las políticas, establece un mando policial único en cada circunscripción, regula los planes integrados de prevención de los serenazgos y la Policía, y consagra la participación de los alcaldes en la selección, evaluación del desempeño y remoción de los jefes policiales en sus respectivas jurisdicciones.  
  • El desarrollo de las atribuciones municipales en seguridad ciudadana, que involucra la responsabilidad de los alcaldes en los comités respectivos, en los servicios de serenazgo, en la gestión de la información delictiva, en la prevención social y comunitaria, en la rehabilitación y reinserción social de infractores y en la asistencia y protección a víctimas.
  • El establecimiento del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana, adscrito al Consejo Nacional (CONASEC), responsable de producir información veraz, oportunidad, confiable y útil para el diseño, implementación, supervisión y evaluación de las políticas públicas en seguridad ciudadana.
  • La creación del Fondo Nacional de Seguridad Ciudadana, adscrito al Consejo Nacional (CONASEC) como un fondo concursable, responsable de financiar tanto iniciativas municipales de prevención situacional, social y comunitaria, como otras destinadas a establecer y fortalecer los serenazgos, en municipios de alta incidencia delictiva e insuficientes recursos financieros.

En orden público, se propone crear el Sistema Nacional de Prevención y Solución Pacífica de Conflictos Sociales, con instancias provinciales, regionales y nacionales de alerta temprana, de prevención y de manejo y solución pacífica y oportuna de los conflictos sociales. En narcotráfico y crimen organizado se propone, entre otros, acabar con el carácter secreto de los informes de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y permitir a las autoridades fiscales y judiciales utilizarlos como prueba. En relación a la Policía Nacional se propone, entre otros, un régimen de exclusividad del servicio policial al que se accederá de manera progresiva hasta acabar con los servicios individualizados a terceros a más tardar el 2016. Quienes se integren a él quedarán prohibidos de trabajar para terceros y recibirán una bonificación económica.   Nos gustaría que este libro contribuya a enriquecer el debate en esta materia y que el Congreso de la República incorpore los proyectos de ley en su agenda legislativa. El libro se puede adquirir en nuestra oficina, ubicada en la avenida José Pardo 138 oficina 1202, Miraflores (a media cuadra del Óvalo de Miraflores) y en las principales librerías de la capital.

Ver libro

 

Ciudad Nuestra – Cuarto Encuentro de Regidores Metropolitanos y Distritales

Asistentes al encuentro

Como parte del proyecto “La participación ciudadana como la clave para una gestión municipal democrática y transparente de Lima Metropolitana”, Ciudad Nuestra (CN), con apoyo de la Red de Regidores Jóvenes de Lima Metropolitana (REJOLIME), realizó el Cuarto Encuentro de Regidores Metropolitanos y Distritales con la participación de dirigentes vecinales de distintas partes de la ciudad. Asistieron regidores y vecinos de Punta Negra, Puente Piedra, Rímac, San Juan de Lurigancho, Magdalena del Mar, Chaclacayo, Miraflores, El Agustino y Surco. El  encuentro tuvo lugar en el Auditorio Municipal de Puente Piedra. Como organizadores de la reunión estuvieron presentes, por Ciudad Nuestra, Rafael García, director ejecutivo, Juan José Arrué, asistente organizativo e investigador y Bertha García, secretaria, por REJOLIME, Walverth Calatayud, presidente, y Edson Castro, regidor de Puente Piedra. Como invitado estuvo Jaris Mujica, Lic. en Antropología y Mg. y Dr. en Ciencia Política por la PUCP.

Ciudad Nuestra – Evaluación de la Gestión Metropolitana de Lima 2009

Asistentes al desayuno de trabajo

Ciudad Nuestra convocó a una reunión con especialistas en diversos temas y autoridades de distintas partes de la ciudad para discutir el documento preliminar de la Evaluación de la Gestión Metropolitana de Lima 2009. El evento fue realizado el día martes 12 en el Hotel Meliá. Se discutió intensamente cada parte del documento y se recogieron los aportes, dando como resultado la versión definitiva colgada en nuestra página web.

DIFUSIÓN EN LOS MEDIOS

Jueves 14. La revista Caretas dedicó una página completa a los análisis realizados por Ciudad Nuestra en la evaluación de la gestión. El artículo lleva el nombre «Puntos en Contra. Los desafíos pendientes de la gestión y el estilo del alcalde».

Viernes 15. Rafael García, Director Ejecutivo de Ciudad Nuestra, dirigió el programa «Rompe Muelles» en Radio San Borja, en el que se presentaron los principales contenidos relacionados al transporte y la movilidad urbana.

Lunes 18. Continuando con la difusión, Rafael García fue entrevistado por Ingrid Soria para la plataforma virtual La Mula. Por la noche, presentó los principales contenidos de la evaluación en «La Hora N», programa conducido por Jaime de Althaus. Martes 19. Rafael García fue entrevistado en el programa «Diálogo Directo» que dirige la Coordinadora Nacional de Radio. Por la tarde, fue entrevistado por Jorge Bruce en Radio Capital.

Jorge Bruce entrevista a Rafael García en Radio Capital

EVALUACIONES ANTERIORES