jueves, 31 de marzo de 2011

Héctor Meleiro y las Nazis de la Complutense

No es el título de una película de serie B.
Hace unos días, en el campus de Somosaguas de la universidad complutense de Madrid, a un grupo de lesbianas, feminazis y antisistema se le ocurrió la brillante idea de irrumpir en la capilla universitaria tras desfilar por las inmediaciones recitando salmos con un megáfono.


Por lo visto entraron unas cincuenta personas, la inmensa mayoría mujeres. Llevaban fotos  con mensajes que no tolerarían que fuesen dirigidos a sus madres y gritaron cosas que no tolerarían que les gritaran a sus padres.
Después se quitaron las camisetas y se besaron entre ellas subidas en el altar, llegando incluso a forcejear con el sacerdote que se encontraba en el templo en aquel momento (según declararon los presentes).
Como debían estar muy orgullosas de su ocurrencia (y muy desconocedoras de los derechos constitucionales vigentes en su país) colgaron en internet las fotografías del asalto, en las que se las veía haciendo exactamente aquello de lo que se las acusa con palabras como “violentas” pintadas en la piel. Además, poco después de la profanación, las asociaciones CONTRAPODER  y RQTR se atribuyeron su autoría, llegando incluso a salir una chica (parecía chica, aunque no he podido confirmarlo) en el telediario diciendo ser portavoz de una de estas agrupaciones y defendiendo el proceder de sus amiguetes. Cuando el asunto empezó a tener cierta repercusión  todos se retractaron de lo declarado y las fotos desaparecieron pero, lógicamente, ya era demasiado tarde.





Pese a que el Arzobispado no denunció, si lo hizo la asociación “Manos Limpias” y unos días después los medios anunciaban que, por fin, había habido detenciones. Tres machotes y una tipa dura, segun fuentes consultadas, que se enfrentaban a una acusación tan grave como atentar contra la libertad religiosa (castigada, incluso, con penas de cárcel).
La semana pasada descubríamos nuevos e interesantes datos sobre la esperada actuación  policial. Y los descubríamos gracias a las declaraciones de Hector Meleiro en El Pais.
Hector Meleiro, un rebotado de Publicidad que actualmente se encuentra dándose otra oportunidad en Politicas, es un mozalbete con cara de mongol (y conste que me refiero al pueblo de Atila) muy vinculado a la asociación CONTRAPODER  y uno de los cuatro detenidos en relación al asalto de la capilla. No penséis que Hector Meleiro viste el traje a rayas mientras toca la harmónica en una oscura celda de Sing Sing, ya que tras su detención Hector tardó en volver a su casa nada menos que tres horas.

 



El revoltoso veinteañero declaró en una entrevista una serie de perlas que, a modo de greatest hits, me dispongo a copiar aquí para deleite del personal:

"Comparto todo lo que se hizo porque, según me han contado los que estuvieron, la acción fue impoluta. En ningún caso se profanó"
"Lo ofensivo es el intento de la Iglesia católica de imponer su moral a toda la sociedad"
"[hay gente] que se siente ofendida por frases que las militantes feministas ni siquiera han dicho. Esto lo ha sobredimensionado la prensa de la derecha"

De todo esto se extrae lo siguiente:
1. Hector NO ESTUVO presente en el asalto. Esto por un lado nos garantiza que es un pardillo por pringar por algo que no ha hecho y por otro confirma que sus datos/opiniones no tienen más validez que las de cualquier otro a quien se lo hayan contado.
2. Hector no se acaba de dar cuenta de que solo tiene que ser cristiano aquel a quien le salga de los huevos serlo.
No debe de ser consciente de que cualquiera puede apostatar, solicitar a la hora de hacer la declaración de la renta que la Iglesia no vea un duro, ignorar o quebrantar todos y cada uno de los mandamientos e incluso hacer caso omiso de las opiniones que el Papa y los demás dirigentes de la iglesia católica hacen públicas.
Sencillamente, tiene tanto derecho a no ser cristiano como a no seguir el futbol (incluso, seguramente, le resultara más fácil en lo que a presencia en los medios se refiere). Pero si él supiera esto seguramente no diría que la iglesia trata de imponerle nada, ni a él ni a la sociedad.
3. Hector se cree superior. Y en posesión de una verdad que le otorga importantes privilegios frente a otros. ¿Cómo si no podría ser detractor de la presencia de una capilla en una universidad?
Si él mismo forma parte de una asociación con local y ayudas… ¿qué, sino unas profundas convicciones fascistas y autoritarias, podría empujarle a defender que ese mismo derecho del que él goza debe serle negado a todo un colectivo de estudiantes? Y es curioso que mencione el hecho de entrometerse e imponer, dado que la presencia que CONTRAPODER tiene en los pasillos de la facultad en forma de carteles y eventos es muy superior a la actividad de los católicos, que suelen limitar sus actos al ámbito de lo privado. Y que en NINGUN CASO se expresan en forma de ataque o insulto, al contrario que la organización universitaria a la que él pertenece.

Por ello propongo, para Hector, un ejercicio de empatía:
Situación: Su casa, su salón. Nochevieja, por ejemplo. O el cumpleaños de su madre. Se encuentra rodeado de su familia degustando una exquisita cena en un ambiente inmejorable. Le embarga la felicidad.
De repente yo entro por la puerta, me subo a la mesa, me saco la chorra y empiezo a gritarle a su madre que “arderá como en el 36”. ¡Qué coño! Yo, y 49 personas más. Y todos con la chorra al aire.
Su padre se levanta a intentar detenerme, pero mis camaradas nudistas le retienen mientras yo le enseño mi nabo bien de cerca. Lo fotografiamos todo, lo colgamos en internet y luego salimos en las noticias diciendo que si, que lo hemos hecho pero que no comprendemos qué puede haberles hecho sentir mal. Y añadimos que es que nos caen fatal y que no queremos formar parte de su nucleo familiar.
Pues solo te diré, Hector Meleiro, que la importancia que tú o cualquiera de tus traviesos camaradas le podáis dar al salón de vuestra casa o a vuestra madre es insignificante comparada con la que un cristiano le da a su templo y a su Dios. Se impone aprender a respetar.

Ah, y menos acción reivindicativa y más estudiar. Que los exámenes no se aprueban solos y cada curso que repitáis es un curso que os estamos pagando entre todos, hombre.

Espera, espera…otra cosa. Casting para entrar en CONTRAPODER ¡ya!
Que estuve mirando las fotos y no había ni una que no diese vergüenza ajena sin camiseta.








comiendodetergente.blogspot.com





Fuentes: