Los objetivos de una empresa: definición, características, tipos y ejemplos

Los objetivos que se establecen y comunican con claridad son esenciales para el éxito de toda empresa ya que, entre otras cosas, establecen un curso a seguir, sirven como fuente de motivación, y ayudan a medir el desempeño de las áreas y miembros.

Los objetivos pueden variar de una empresa a otra en función de las características y necesidades de esta; sin embargo, objetivos que permiten alcanzar el éxito de una empresa tiene en común que son medibles, claros, alcanzables, desafiantes, realistas y coherentes.

En este artículo te decimos qué son los objetivos de una empresa, cuáles son sus características, cuáles son los tipos de objetivos que existen, cómo establecer objetivos, y varios ejemplos de estos.

Los objetivos de una empresa son resultados que una empresa busca o espera lograr al seguir determinadas estrategias.

¿Qué son los objetivos?

Los objetivos de una empresa, también conocidos como objetivos empresariales, son resultados, situaciones o estados que una empresa pretende alcanzar o a los que pretende llegar, en un periodo de tiempo y a través del uso de los recursos y capacidades con los que dispone o planea disponer.

Establecer objetivos es fundamental para el éxito de toda empresa, sin importar el tipo que sea o el tamaño que tenga, ya que permite establecer un curso a seguir, motivar a los trabajadores, medir el desempeño, entre varios otros beneficios o ventajas.

Los principales beneficios o ventajas de establecer objetivos para una empresa son:

  • establecen un curso a seguir.
  • permiten enfocar esfuerzos hacia una misma dirección.
  • sirven de guía para la formulación de estrategias.
  • sirven de guía para la asignación de recursos.
  • sirven de base para la realización de tareas o actividades.
  • sirven de base para la planeación, organización, coordinación y control de la empresa.
  • permiten evaluar resultados al comparar los resultados obtenidos con los objetivos propuestos, y así medir el desempeño, la eficacia o la productividad de la empresa en general, de cada división, de cada área o departamento, de cada equipo de trabajo o de cada trabajador.
  • sientan las bases para el diseño de puestos.
  • sientan las bases para la toma de decisiones.
  • minimizan los conflictos.
  • generan participación, compromiso y motivación y, al alcanzarlos, generan satisfacción.
  • revelan prioridades.
  • producen sinergia.
  • disminuyen la incertidumbre.

Debido a los diversos beneficios que ofrecen, las empresas que establecen objetivos claros y se comprometen en alcanzarlos, tienen una clara ventaja sobre aquellas empresas que no establecen objetivos y que, por tanto, navegan sin rumbo hacia algún lugar desconocido, o que establecen objetivos solo porque otras empresas lo hacen sin un compromiso real.

Las empresas suelen establecer objetivos en términos de aumento o crecimiento de ventas, de ingresos, de utilidades, de ganancias, de rentabilidad, de participación en el mercado, de liderazgo, y de activos tales como locales, productos y maquinaria.

Asimismo, las empresas suelen establecer objetivos para la empresa en general (a nivel corporativo), para cada división (a nivel divisional), para cada área o departamento (a nivel funcional), y para cada equipo de trabajo (a nivel operacional), generalmente después de realizar un análisis externo y un análisis interno, y antes de formular sus estrategias, como parte de su planeación estratégica.

Características de los objetivos

No existe una regla que determine cómo deben ser los objetivos de una empresa, pero en general objetivos que permiten obtener los beneficios o ventajas descritos anteriormente deben contar con las siguientes características:

Medibles

Deben ser medibles o mensurables; es decir, ser cuantitativos y estar ligados a un límite de tiempo; por ejemplo, a diferencia del objetivo «aumentar las ventas», un objetivo medible sería «aumentar las ventas en un 20% para el próximo mes».

Lo recomendable es que los objetivos sean medibles; sin embargo, es posible utilizar objetivos generales tales como «aumentar las ventas» siempre y cuando estén acompañados de objetivos medibles que en conjunto permitan alcanzarlos.

Claros

Deben tener una definición clara, entendible y precisa. No deben prestarse a confusiones ni dejar demasiados márgenes de interpretación.

Alcanzables

Deben ser alcanzables, factibles o asequibles. Deben estar dentro de las posibilidades de la empresa teniendo en cuenta los recursos (humanos, financieros, tecnológicos, etc.) y las capacidades con los que cuenta, así como la disponibilidad del tiempo necesario para cumplirlos.

Desafiantes

Deben ser desafiantes o retadores (aunque realistas). No deben ser algo que de todas maneras sucederá, sino algo que signifique un desafío o un reto.

Objetivos poco ambiciosos no son de mucha utilidad ni proporcionan mayor motivación, aunque objetivos fáciles al principio pueden servir de estímulo para no abandonar el camino apenas este se haya iniciado.

Realistas

Deben ser realistas y razonables. Deben tener en cuenta las condiciones y circunstancias del entorno en donde se pretenden cumplir, así como los recursos y capacidades de la empresa; por ejemplo, a diferencia del objetivo «aumentar de 10 a 1000 empleados en un mes», un objetivo realista sería «aumentar de 10 a 20 empleados en un mes».

Coherentes

Deben estar alineados y ser coherentes con otros objetivos y con la visión, la misión, las políticas, la cultura y los valores de la empresa.

Tipos de objetivos

Existen diferentes tipos de objetivos en una empresa, pero en general estos se suelen clasificar según su naturaleza, su jerarquía y su alcance de tiempo.

Según su naturaleza los objetivos se clasifican en:

a. Objetivos generales

Los objetivos generales, también conocidos como objetivos genéricos, son objetivos basados en expresiones generales o genéricas.

Algunos ejemplos de objetivos generales son:

  • ser la empresa líder del mercado.
  • incrementar las ventas.
  • aumentar los ingresos.
  • generar mayores utilidades.
  • obtener una mayor rentabilidad.
  • lograr una mayor participación en el mercado.
  • ser una marca reconocida en el mercado.
  • aumentar el número de vendedores.
  • aumentar el número de locales.
  • mejorar la calidad del producto.
  • crecer.
  • sobrevivir.

Se deben establecer objetivos generales, pero siempre y cuando estos sirvan de referencia para stablecer objetivos específicos. Establecer solamente objetivos generales puede generar confusión y falta de conciencia de hacia dónde realmente se quiere ir, por lo que siempre es necesario acompañarlos de objetivos específicos.

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Dentro de los objetivos generales se encuentra la visión, la cual es el principal objetivo general que persigue una empresa.

b. Objetivos específicos

Los objetivos específicos, en ocasiones conocidos como metas, son objetivos concretos expresados en términos de cantidad y tiempo. Los objetivos específicos son necesarios para alcanzar los objetivos generales.

Algunos ejemplos de objetivos específicos son:

  • incrementar las ventas mensuales en un 20% para el segundo semestre del año.
  • vender 10 000 productos al finalizar el año.
  • duplicar los ingresos en dos años.
  • generar utilidades anuales mayores a US$200 000 al finalizar el tercer año de operaciones.
  • obtener una rentabilidad del 25% en el año.
  • lograr una participación de mercado del 20% en el segundo año de operaciones.
  • aumentar la eficiencia de la producción en un 20% para el próximo año.
  • triplicar la producción al finalizar el periodo.
  • aumentar el número de trabajadores de 10 a 12 para el próximo mes.
  • reducir el nivel de ausentismo de los trabajadores en un 5% al finalizar el año.
  • adquirir 2 nuevas máquinas para el segundo semestre del año.
  • abrir 3 nuevos locales para el primer trimestre del próximo año.

Según su jerarquía los objetivos se clasifican en:

a. Objetivos estratégicos

También conocidos como objetivos organizacionales, son objetivos que consideran a la empresa como un todo y que sirven para definir el rumbo de esta. Son formulados por los dueños o los altos directivos de la empresa. Normalmente son generales y de largo plazo. Cada objetivo estratégico requiere una serie de objetivos tácticos.

b. Objetivos tácticos

También conocidos como objetivos departamentales o funcionales, son objetivos que se dan a nivel de áreas o departamentos. Son formulados por los directivos o los gerentes de la empresa. Normalmente son de mediano plazo. Se establecen en función de los objetivos estratégicos. Cada objetivo táctico requiere una serie de objetivos operacionales.

c. Objetivos operacionales

Son objetivos que se dan a nivel de operaciones. Comprenden las tareas o actividades de cada área o departamento. Son formulados por los gerentes de áreas o los administradores. Normalmente son específicos y de corto plazo. Se establecen en función de los objetivos tácticos.

Según su alcance de tiempo los objetivos se clasifican en:

a. Objetivos de largo plazo

Se formulan generalmente para un periodo de cinco años y tres como mínimo.

b. Objetivos de mediano plazo

Se formulan generalmente para un periodo de uno a tres años.

c. Objetivos de corto plazo

Se formulan generalmente para un plazo no mayor de un año.

¿Cómo establecer objetivos?

No existe una regla que determine cómo se deben establecer los objetivos de una empresa, pero en general, al momento de establecerlos se deben tomar en cuenta las oportunidades y amenazas del entorno, los recursos y capacidades con los que se cuenta, las políticas, cultura y valores, y otros objetivos.

Oportunidades y amenazas

En el caso de los objetivos estratégicos, estos generalmente se establecen con el fin de aprovechar las oportunidades y hacer frente a las amenazas del entorno de la empresa; por ejemplo, si una empresa ha detectado una oportunidad incursionar en un determinado mercado, uno de sus objetivos podría ser incursionar en dicho mercado en el plazo de 2 años.

Recursos y capacidades

Al momento de establecer objetivos se deben tomar en cuenta los recursos y capacidades con los que se cuenta ya que, por ejemplo, no sería factible establecer el objetivo de incursionar en un determinado mercado o alcanzar un determinado nivel de ventas si la empresa no cuenta con los recursos y capacidades necesarias para ello.

Políticas, cultura y valores

Los objetivos de una empresa deben ser coherentes con sus políticas, cultura y valores; por ejemplo, una empresa no debería establecer como objetivo reducir sus precios si ello implica tener que reducir la calidad de sus productos, y sus políticas, cultura y/o valores están orientados a brindar productos de buena calidad o lograr la satisfacción de los clientes.

Otros objetivos

Los objetivos de una empresa también deben ser coherentes con otros objetivos que se encuentren en un mayor nivel jerárquico (tener consistencia vertical); es decir, los objetivos de cada equipo de trabajo (objetivos operacionales) se deben establecer en función de los objetivos de cada área o departamento (objetivos tácticos), y los objetivos de cada área o departamento se deben establecer en función de los objetivos estratégicos.

Pero también, deben ser coherentes con otros objetivos que se encuentren en un mismo nivel jerárquico (tener consistencia horizontal); por ejemplo, no sería coherente que el área de producción establezca como objetivo aumentar el número de productos fabricados si el área de marketing no cuenta con los recursos necesarios para vender los productos adicionales.

Una vez establecidos los objetivos se deben comunicar a los miembros de la empresa en todos los niveles (en el caso de los objetivos estratégicos), del área o departamento (en el caso de los objetivos tácticos), o del equipo de trabajo correspondiente (en el caso de los objetivos operacionales), y hacérselos recodar permanentemente.

Asimismo, una vez establecidos deben ser revisados periódicamente para asegurarse de que aún sigan siendo los resultados que la empresa, área o departamento o equipo de trabajo pretende alcanzar, o sigan siendo acordes a las condiciones del entorno y los recursos y capacidades con los que se cuenta, y cambiarlos o modificarlos en caso de ser necesario.

Los objetivos de una empresa no deben ser estáticos, sino que se debe tener la suficiente flexibilidad como para adaptarlos a los cambios inesperados que podrían suceder en el entorno (por ejemplo, cambios repentinos en los gustos o preferencias de los consumidores producto de nuevas modas), y a los recursos y capacidades con los que se cuenta.

Finalmente, siempre se deben establecer prioridades al momento de cumplir los objetivos asegurándose de cumplir primero los objetivos más importantes, relevantes o urgentes, y dándole prioridad a los objetivos estratégicos antes que a los tácticos, y a los tácticos antes que a los operacionales.

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Al momento de establecer objetivos siempre es recomendable vincularlos con recompensas y sanciones con el fin de motivar e incentivar a los trabajadores a que mejoren su desempeño, pero también con el fin de que sean conscientes de la importancia de lograrlos.

Ejemplos de objetivos

Para finalizar este artículo, te brindamos a continuación algunos ejemplos de objetivos de una empresa.

Objetivos estratégicos:

  • ser una empresa líder en el sector textil.
  • ser una marca reconocida por la calidad de sus prendas de vestir y sus diseños actuales.
  • abrir dos nuevas tiendas en el plazo de dos años.

Objetivos del área de marketing:

  • aumentar las ventas en un 20% para el próximo año.
  • reducir el tiempo de entrega del producto de 10 a 5 minutos para el segundo semestre del año.
  • desarrollar dos nuevos productos este año y tres nuevos productos el próximo año.

Objetivos del área de finanzas:

  • aumentar los ingresos anuales en un 40% este año y en un 50% el próximo año.
  • obtener una rentabilidad del 30% en el año.
  • obtener un financiamiento por US$60 000 en los próximos tres meses.

Objetivos del área de producción:

  • aumentar la producción de 20 000 a 30 000 unidades para el próximo año.
  • aumentar la capacidad de producción en un 20% para el segundo semestre del año.
  • reducir el costo del producto de US$50 a US$30 para el primer trimestre del año.

Objetivos de área de recursos humanos:

  • aumentar el número de trabajadores de 50 a 80 para el próximo año.
  • contratar 3 nuevos trabajadores en el plazo de un mes.
  • reducir el nivel de ausentismo del personal en un 5% para el segundo semestre del año.
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