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lunes, 13 de diciembre de 2010

"TIKI TAKA"

El Barça le hizo ayer un homenaje a la pared, ese lance del juego que llegó a estar en peligro de extinción hace un par de décadas, cuando el músculo amenazaba con ganar el pulso al talento. Sus jugadores las construyeron por todas las zonas del campo. En el área propia, para salir de la presión de Joseba Llorente; en el centro del campo, para comenzar a romper la segunda línea de presión de la Real Sociedad; en las inmediaciones del área rival, para desbordar; e incluso en el área de Bravo, para llevar el balón a la red con la máxima suavidad posible. Sí, porque el equipo de Guardiola hizo del tiki-taka, el vocablo futbolístico que inventó el inolvidable Andrés Montes, un arma. Lo que para otros es un adorno, para el Barça es dinamita pura.
El dato lo dice todo: doce ocasiones dentro del área de la Real, cinco de ellas convertidas en gol tras combinaciones hipnóticas para el rival. El tiki-taka llegó hasta la cocina en una nueva confirmación de que el Barça se ha propuesto enterrar todos los tópicos de este deporte. "¡Por el centro, no, que es más difícil, que hay muchas piernas!", se suele escuchar con razón en cualquier escuela de fútbol. Con razón, excepto para el Barça, capaz de ver pasillos donde cualquiera ve un muro.
El 3-0 de Messi, el primero de su cuenta, es el mejor ejemplo. Tres paredes, tres, con Alves desde el centro del campo antes de batir con elegancia a Bravo, que antes ya había sufrido la puntería de Villa e Iniesta, precisamente sus verdugos en el España-Chile del Mundial, en jugadas elaboradas por Pedro. Messi y Bojan completaron el 5-0 también dentro de la cocina, sirviéndose lo que quisieron de la nevera de una Real entregada.
Fue el maravilloso colofón al último partido de Liga de 2010 en el Camp Nou. Pero seguro que en 2011 habrá más y mejor.

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