Películas B

Las producciones más geniales del séptimo arte

De una película producida por los estudios The Asylum que recibe su estreno mundial con una transmisión en horario estelar a través de SyFy Channel solamente podemos esperar malas actuaciones, efectos especiales risibles y feroces criaturas gigantes. Créanme que Mega Python vs. Gatoroid no es la excepción.


Un grupo de individuos de aspecto redneck se quejan ante la guardabosques del lugar debido a que ella se niega a otorgarles el permiso para cazar caimanes, alegando que la población de dichos animales se encuentra en continuo descenso y sería absurdo permitir que mataran a los pocos que quedan.

Como se trata de ficción, todos obedecen y nadie se pone a cazar a los pobres caimanes sin licencia, por lo que surge la inevitable duda de saber por qué razón están desapareciendo los caimanes a pesar de las medidas tomadas para preservar la especie. No les toma mucho tiempo para descubrir a unas pitones de gran tamaño que por lo visto decidieron hacer de los Everglades su nuevo hogar.


Las serpientes no están solas en su lucha, cuentan con una poderosa aliada: Debbie Gibson (Nikki), haciendo el papel de una ambientalista plagada de todos los clichés necesarios para hacerla insoportable. Es ella quien encabeza las protestas en contra de la decisión adoptada por Tiffany (Terry) de aniquilar a todas esas pitones gigantes. La batalla musical de finales de los '80 llega al cine en la segunda década del nuevo siglo.

Hagan sus apuestas señores.

Divididos en parejas, los cazadores parten dispuestos a acabar con todas las pitones, pero seguramente les será sencillo imaginar el escenario con unos hombres a los que sus armas les resultan inútiles para enfrentar a estas enormes serpientes.


Hasta ese momento todo iba normal en cuanto a los diálogos y lo único ridículo eran los efectos relacionados con los animales, pero trastornada por la muerte de su prometido, a la pobre de Tiffany la hacen decir unas líneas que la hacen ver como una mujer que ha perdido toda cordura y considera que las serpientes están ahí expresamente para quitarle todo lo que a ella le importa en su vida ("to take away my happiness, to take away anything that ever meant anything to me" llega a decir en inglés).


Enloquecida, no se le ocurre mejor idea para enfrentar a las pitones que alimentar a los caimanes restantes con pollos inyectados con un esteroide experimental que hace que quienes lo consuman crezcan indefinidamente. ¿Qué podría salir mal?


Durante 6 meses el plan pareciera funcionar, no se han producido más desapariciones, no se han reportado nuevos ataques por serpientes y la población de caimanes ha aumentado. Hasta que un día Diego, un herpetólogo si escuché correctamente su profesión, descubre en el estuario a un caimán junto a una pitón gigantes e intenta infructuosamente que Tiffany suspenda una fiesta de recaudación de fondos que celebrará esa noche. Pero no son necesarios unos reptiles con esteroides para estropear la fiesta, de eso se encargan Tiffany y Debbie al iniciar una catfight a la que solo le faltó concluir con las protagonistas besándose para hacerla aún mejor.

El escote de Tiffany juega un papel muy importante en la trama.

Es evidente que las mentes detrás de esta película estaban plenamente conscientes de lo que estaban haciendo y no escatimaron a la hora de agregar algunas escenas tan exageradas que es difícil contener la risa. Como por ejemplo cuando uno de estos rednecks es tragado por una mega pitón y explota dentro de ella gracias a la dinamita que llevaba y su compañero se limita a beberse una cerveza en su honor, hasta que le cae encima un pedazo de pitón y muere aplastado. O cuando muere la doña que hace de asistente de Tiffany, uno de mis momentos favoritos, es una escena que simplemente tienen que verla y reír hasta que les duela.


Mega Python vs. Gatoroid: Angie's Death

Otra cosa que noté en Mega Python vs. Gatoroid es que realmente no se produce una pelea entre ambas especies sino que al final parecieran unir esfuerzos para atacar la ciudad de Miami. Y de por sí esa es la parte de la película que nos deja los mejores momentos en cuanto a efectos especiales; la pitón que devora un tren y la que ataca al dirigible de The Asylum son sublimes.



Sin vergüenza alguna se las recomiendo, me reí bastante y se ve que quienes la hicieron tampoco se estaban tomando en serio su trabajo y disfrutaron con todas las barbaridades exhibidas en pantalla, lo que la hace todavía mejor. Ah, ni me pregunten por qué las serpientes crecieron de ese modo, será cosa de asumir que también experimentaron en ellas con algún compuesto similar al de los caimanes y por eso alcanzaron esas dimensiones.

Trailer:

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