Introducción

La Dermatitis Atópica o Eczema Atópico es una enfermedad de la piel que se caracteriza fundamentalmente por el PICOR. Se ha llegado a decir que la Dermatitis Atópica «no es una erupción de la piel que pica, sino un picor que erupciona». Con frecuencia los niños afectos de esta enfermedad se rascan compulsivamente, sobre todo cuando se les desnuda. Es frecuente que los lactantes con Dermatitis Atópica aprendan a rascarse antes que a sostener la cabeza. Niños más mayorcitos se rascan incluso cuando están durmiendo. Ocurre en ocasiones que el niño incluso se hace heridas y arañazos como consecuencia del rascado frenético. Por tanto, en el caso de una erupción de la piel que no pique, casi puede descartarse que se trate de una Dermatitis Atópica.

El Picor puede terminar siendo exasperante, tanto para el niños como para los padres, hace que con frecuencia el niño esté irritable y llorón, y es asimismo un factor que puede conducir al agravamiento y perpetuación de la Dermatitis, iniciando y manteniendo el siguiente círculo vicioso

La sequedad de la piel es otra característica genuina de los niños afectos de esta enfermedad, que hace a la piel más vulnerable y que es a su vez un factor que contribuye a agravar el Picor.