jueves, 11 de agosto de 2011

Pobres del Alma….!

Muchas personas me han preguntado si me gusta la psicología o si es parte de mi carrera. ¡Si me gusta!, pero no la he estudiado. En este mundo tan perdido ya no es necesario estudiarla para desnudar los pensamientos de muchas personas “antes” para saber su actuación en la vida y pasar a ser así un psicólogo empírico. En este trajinar diario, ya conoces como es el pensamiento de cada persona y de quien tienes al lado. Sabes también cual va ser su accionar. Ya nada nos sorprende, cuando hasta un familiar suyo “le echa la burra pa`l monte” por ya no haber esa conexión sentimiento-familia y verlo a usted como un ciudadano mas en la sociedad. 

Pobres del alma, quienes son siempre egoístas, a los que no son agradecidos, a los “paju’os” (aquí hago hincapié “duro” porque el paju’o, tú nunca sabes cuando te va a vender), a los que muestran una  amistad interesada, a los que no quieren ver mas allá de sus narices, a los que atrasan al mundo, a los que “no” tienen criterios propios, a los que se dejan manipular, el que te niega un trozo de pan, al mediocre, el que no tiene un proyecto de vida, el que tiene pensamientos paleontológicos y de la era neerdental, a los que están analógicos y en blanco y negro. Son pobres del alma o espíritu.

Una ramificación directa de los pobres de alma  es el no confiar de los  que siempre sonríen, de quien habla mal de sus amigos, del quien no siente empatía por sus familiares cercanos “aunque estos no le hayan hecho nada", de quien ya te ha traicionado antes, de quien sabes que ha traicionado a los demás, de la gente muy caótica y desordenada, de quien no valora los valores humanos ( valga la redundancia), de quien no se acuerda nunca de devolver lo que se le presta, de las personas manipuladoras, de los mentirosos, de las personas con demasiados secretos, de la batería de tu móvil, de quien no recuerda nunca tu nombre, de quien te pida dinero por la calle por una noble causa (gasolineras, autobús, etc… Es mentira), de los políticos, de quien no te escucha, de las promesas de tus jefes (o no se acordarán o siempre habrá un interés detrás).

Seguramente todos tenemos a mano alguna dieta que hemos hecho alguna vez, sabemos fehacientemente qué alimentos nos conviene comer y cuáles no, pero ¿tenemos en cuenta qué necesitamos para que nuestro corazón se alimente y pueda de esa manera alimentar a los que nos rodean? Diálogo, una persona atenta escucha al otro, el brindar nuestro tiempo, el hacer amigos. ¿Por qué no un buen libro?, son cosas que sin duda nos ayudarán a enriquecernos como personas. Las cosas que atañen al alma no aparecen en un catálogo, una dieta, una receta; pero existen, están. Son tangibles también, se tocan y están a la mano de quien quiera: la palabra de Dios, la manito de un hijo aferrada a la nuestra con sus pequeños deditos, un abrazo, un gesto de caridad, un llamado a alguien que está solo y tantas otras cosas. 

Desde ya que no existe una preocupación nacional por saciar el hambre de los corazones, tampoco existe un marketing que nos conduzca a probar las vivencias que nos ayudarían a enriquecer nuestra alma y fortalecer nuestro interior. 

Por eso, la preocupación para que esta eventual pobreza se transforme en riqueza debe ser propia. Entonces podemos plantearnos si realmente nos preocupa nuestro espíritu ¿lo alimentamos y enriquecemos? ¿nos ocupamos de él, de lo que le hace bien o mal, de lo qué necesita?
No hay una sola manera de ser po
bre. Quizás haya muchas, pero creo que dos son las más significativas: las personas que son pobres porque carecen de dinero y bienestar y aquellos que son “pobres de Alma”.
Dando todo lo que podamos al otro, lo que el otro necesite, es la mejor manera de salir de la pobreza espiritual. 

Muchas veces quiero escribir otras cosas, pero es que todos los días veo algo nuevo en la calle y me da pie a escribir “desde mi punto de vista” Paradójicamente todo aquello que nos nutre por dentro, es lo que ofrecemos al otro, lo que damos sin pedir nada. 

Yo se que no soy “dulcito” pero cuando hay que estar serio, se pone el alma. .... ¡Date pues….. por allí nos vemos!

(*) Licenciado en Comunicación Social
Mención Desarrollo Social
Director emisora Océano 91.1 fm

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