Muchos aseguran que el Barroco fue resultado de la Contrarreforma, movimiento que surge a partir de la Reforma protestante de Martín Lutero en el siglo XVI. El catolicismo perdió devotos que se convirtieron en protestantes, así que la Iglesia Católica decidió contratar a muchos pintores para hacer obras de arte en las catedrales y también para que se construyeran nuevos templos.
Por otro lado se exhortó a los artistas a no tratar temas paganos ni hacer desnudos en sus obras. El Barroco, como todo movimiento artístico, iba en contra del anterior: el Renacimiento.
El Cristo del Barroco, fue un gran ícono de esta corriente. Se representaba en agonía, en éxtasis y en la muerte. El español Gregorio Fernández, de la Escuela de Valladolid, fue uno de los escultores que representó a Cristo en estas facetas.
Su obra Cristo de la Luz (1631-1636), representa a Cristo en agonía, reflejando el dolor y sufrimiento de Jesús. Esta escultura es llamada la “Perla de Gregorio Fernández”. También hizo Cristo Yacente, en la cual muestra a Cristo muerto y en soledad.
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