lunes, 23 de abril de 2007

Con zapatos de tacón…




Existen de aguja, stiletos, de tacón bajo, corto, puntiagudos, chatos. De diferentes colores: azules, grises, blancos, negros, morados, rosas, cafés, verdes, rojos, amarillos, beige. Elegantes o no, cómodos o incómodos, de vestir o casuales, etc, etc, etc.

¿Qué mujer no desea unos zapatos de tacón glamurosos? Son auténticos talismanes para las esclavas de la moda. Desde que Sarah Jessica Parker los valorara como a su propia vida en Sexo en Nueva York o Madonna dijera que eran incluso mejor que el sexo porque duraban mucho más, estos se han convertido en los mejores aliados para cualquier mujer que exista sobre el planeta tierra. Bueno, para algunas muchas féminas.

No tendría nada de malo querer comprar zapatos stiletos de marca, sino fuera porque cuestan alrededor de tres mil pesos en tiendas de prestigio. Y si lo compras por catálogo, estos se elevan hasta en 900 pesos o más. Pero si quieres algo más barato, los puedes encontrar en el marcado de zapatos más grande de Latinoamérica: El mercado de Granaditas en el corazón de Tepito.

Sí, la moda lleva a las mujeres gastarse cifras exorbitantes por lucir unas zapatillas auténticas y hermosas, les exige ser originales y sobre todo, les exige ser competentes con cientos de mujeres que a diario gastan dinero por lucir unas buenos zapatos de tacón.

Pero…¿porqué no tomar en cuenta lo doloroso que son? Para mi es un martirio tener que usarlos a diario, me lastiman las rodillas y si necesito velocidad para llegar temprano a clases o a mi trabajo, me impiden correr porque puedo caer. En verdad es una hazaña tener que andar en ellos, ¿porqué no se inventa un zapato elegante y cómodo que no sea de tacón? Porque he de confesar que me gustan mucho los zapatos altos, pero me cuesta andar en ellos.

Sí, Bronco y su canción dicen que “Las nenas se ven mejor, que con zapatos de piso…” pero quién le dice a Bronco que los zapatos de tacón suelen ser provocadores de desvios en la columna, de lastimaduras en las rodillas, de caídas y de torceduras en los pies, quién le puede explicar a los hombres que duelen los pies después de usarlos por semanas.

Uff, es verdad, el slogan del Palacio de Hierro dice algo muy cierto: “Tal vez no me vaya al cielo pero un par de tacones me acercan”... motivo por el cual los seguiré usando.

No hay comentarios: