‘Casa Grande’ es el nombre del grupo representativo de
teatro de la Universidad del Quindío que lleva más de dos años mostrándole a
los uniquindianos la magia de las artes escénicas.
Gracias al compromiso y arduo trabajo de sus
17 integrantes, este colectivo teatral obtuvo su cuarto título consecutivo en
el Zonal de Teatro ASCUN Cultura nodo Centro Occidente, evento que se llevó a
cabo del 15 al 17 de mayo en Neiva (Huila).
(Así se preparaba Casa Grande para dicho zonal).
Con la adaptación de la obra del marqués de
Sade, ‘Marat Sade’, el grupo representativo logró hacerse merecedor en el
evento de títulos como: mejor obra, mejor vestuario, mejor maquillaje, mejor
dirección y dramaturgia; además de obtener el cupo por la zona Centro al
Festival Nacional de Teatro que este año se realizará en Cali.
¿De qué se trata la obra con la que
consiguieron el triunfo en el zonal?
‘Marat Sade’ es una pieza que transcurre en
el año 1808 en un manicomio donde el marqués de Sade, uno de los internos, hace
representar a los enfermos el asesinato del revolucionario Marat, ocurrido 15
años atrás. En la versión del colectivo uniquindiano la obra es
transversalizada por algunos recuerdos que marcaron la vida del marqués de
Sade, son doce personajes en escena, esto la hace más rica en detalles. Además
reúne una serie de elementos que son constitutivos de una época como la
revolución francesa.
¿Cómo fue la elección de la obra?
Como todas las obras, nos reunimos y entre
todos hacemos una lluvia de ideas acerca de qué textos se pueden trabajar y le
apostamos a determinada opción, esta vez fue el marqués de Sade, hicimos un
trabajo de campo muy amplio y nos dimos cuenta que esta es una obra que denota
el teatro de la crueldad, es una técnica que golpea primero al actor y lo
embulle en una situación sicológica y mental muy fuerte.
¿Cómo lograron el montaje de la obra?
Después del trabajo de investigación
alrededor de la obra iniciamos con la puesta en escena: la preparación física,
la construcción de personajes, el planteamiento de la imagen, trabajo corporal,
entre otros aspectos. Tardamos 15 días con horarios que sobrepasaban las cuatro
horas diarias, y para esta obra en especial, la velocidad con la que había que
trabajar fue difícil porque las escenas son muy rápidas, hay cambios
inesperados, equilibrios, fue muy diferente a todo lo que hemos hecho.
A parte de la satisfacción de lograr el
primer puesto en el Zonal, ¿cómo se sintieron en el evento?
El zonal fue algo particular. Con una
presentación nos fuimos fresquitos a presentarla en Neiva, pero cuando llegamos
a la Sur Colombiana tuvimos problemas con el espacio. Cuando veo el teatro me
timbro y los muchachos igual, no cabíamos en el teatro que nos asignaron, en la
obra, elevábamos figuras y no nos daba, además el espacio del escenario era muy
reducido y en los 50 minutos que dura la obra, los 14 actores siempre están en
escena; en ese momento los organizadores muy preocupados también, trataron de
hacer lo mejor posible, era un percance que no tenía culpables.
¿Cómo sortearon ese obstáculo?
Al final nos tocó presentamos en un hall muy
amplio, con un techo altísimo. Tuvimos miedo que se nos perdiera la voz, pero
mira que no, ahí nos dimos cuenta que nuestro trabajo vocal es excelente, sin
gritar, proyectamos la voz muy bien y no solo eso, la vocalización, la dicción,
el fraseo, la expresión del cuerpo, todo posibilitó que el público entendiera
la obra. Era un espectáculo de ciertas exigencias técnicas pero uno trata que
todo se acomode a su trabajo, es más, el jurado se quedó ensimismado con el
trabajo que hicimos en espacio abierto, aunque nunca le vimos la cara.
¿Qué tal le pareció la reacción del público
al ver la obra?
Yo poco entro en contacto con el público,
pero a juzgar por lo que veía y escuchaba, en el momento en que presentamos la
obra en la Universidad, el público “no movió el culo” y cuando esto pasa es un
buen indicio, porque uno se da cuenta que el público está sembrado,
concentrado, y no quita los ojos de la obra, esa es la señal de que hemos
logrado el objetivo que es mantener al público conectado, pero si pasa lo
contrario, sabemos que hemos fracasado.
Otro tanto pasó en Neiva, siempre estoy
pendiente de las reacciones y allá fue impresionante, toda la gente estuvo
concentrada todo el tiempo, para mí fue muy satisfactorio.
El grupo de teatro ya ha ganado tres zonales
consecutivamente, ¿de qué forma los
tratan los otros grupos participantes? ¿Cómo es el trato con la competencia?
El trato de los otros grupos hacia nosotros y
viceversa es de gran respeto y admiración por el trabajo que se hace, sabemos
que como trabajamos nosotros, trabajan ellos. Nuestro trato está dentro de unos
criterios sinceros, honestos, creyendo que el teatro es una gran posibilidad
para expresar y de alguna u otra forma comunicar. Todos estamos en ese mismo
plan.
Si el premio se lo gana cualquier universidad,
nos satisface y aplaudimos ese éxito porque se lo merece. La parte de los premios,
de la rivalidad o de la competencia yo se la dejaría a los deportistas.
Después del éxito obtenido con ‘Marat Sade’
¿qué tienen en mente para el próximo semestre?
Por ahora queremos seguir presentando la
obra, unas seis o siete veces como fogueo para el Nacional en Cali, ya que es
una regla que nos presentemos con la misma obra que ganamos en el zonal, así
vamos perfeccionando detalles. También estamos trabajando en el siguiente
montaje, ‘Crónica de una Muerte Anunciada’, de García Márquez.
¿Qué tal le parece la cultura que hay
alrededor del teatro en la Universidad?
La respuesta de la Universidad del Quindío es
buenísima, yo vivo enamorado de su público, no estoy cepillando a nadie, pero
siempre el teatro se nos llena, no solo cuando nos presentamos nosotros si no
cuando se presentan otros grupos, aquí el público es muy piloso, sabe ver
teatro.
Aquí hay un público formado para el teatro y
hay un público que quiere hacer teatro.
¿Por qué cree que la gente le gusta hacer
teatro?
El ser humano en su naturaleza tiene mucho
que decir, mucho que contar, algunos los resuelven con la literatura, otros con
la comunicación social, con la cuentería, otros con la pintura, con la danza,
con todas la artes, allí entra el ser humano a comunicar a través de diversas
herramientas y en el teatro encuentran una en la cual se sumergen en la vida de
personaje que tiene conflictos, los mismos nuestros, y así a través de ellos,
logran comunicar lo que quieren decir.
¿Qué herramientas tiene el teatro para formar
mejores profesionales y personas?
Independientemente que sea buena o mala
persona, lo que creo que da el teatro es conciencia, conciencia de que estamos
hechos a un momento, conciencia de que yo me veo mañana en un espejo y no soy
el mismo de hoy, conciencia de que la muerte siempre está tomándonos la
delantera, conciencia de que tarde o temprano vamos a enloquecer, algo pasará,
esto no es estable, como dice Milan Kundera: “la insoportable levedad del ser”,
eso lo da el arte, esa conciencia del amor precario, del amor fugaz, del amor
eterno, de la piel, de los labios y de ese viaje que lo lleva a uno a decir no
sé si soy, o como respondía Jorge Luis
Borges cada vez que le preguntaban ¿Usted es Borges? y él respondía: a veces.
Jéssica Quintero Serna
Agencia Q