-Si capturamos una presa, prometió el león, nos la repartiremos como buenos hermanos-.
Un día la vaca, la cabra y la oveja descubrieron un pesado cofre en el interior de un pozo. Entre los tres consiguieron rescatarlos y se fueron a ver al león, quien muy satisfecho, les habló de esta manera.:
-Haremos cuatro partes del tesoro
-Me parece bien, dijo la vaca-. Eso fue lo convenido, dijo la cabra y la oveja.
Hechas las cuatro partes del tesoro, el león volvió a tomar la palabra:
- La primera parte será para mí porque me llamo león; la segunda me la daréis porque soy el más fuerte; la tercera me la quedo porque así me place. Y, ¡ay del que toque la cuarta!.
- De nada valieron las protestas, y la vaca, la cabra y la oveja se quedaron sin nada.
“A menudo, el poderoso se queda con la presa entera”
- La primera parte será para mí porque me llamo león; la segunda me la daréis porque soy el más fuerte; la tercera me la quedo porque así me place. Y, ¡ay del que toque la cuarta!.
- De nada valieron las protestas, y la vaca, la cabra y la oveja se quedaron sin nada.
“A menudo, el poderoso se queda con la presa entera”
De aqui viene el origen de la expresión Contrato Leonino.